¿Qué son las tierras raras?.

Son los llamados minerales críticos que están en todas partes, como en los teléfonos móviles y como en todo lo relacionado con las energías renovables. Por ejemplo, los motores de los coches eléctricos dependen de ellos, como las placas fotovoltaicas. Estos minerales están en unas rocas que están en determinados y escasos sitios. Actualmente el 90 por ciento de la producción del mundo está en China, exactamente en una mina concreta. El resto está en lugares concretos, pero no hay en Europa, el continente que más lo usa y lo necesita. Por eso, tiene una gran dependencia del exterior.

¿Qué se hace en el viejo continente para cambiar la situación?

En los últimos años, los países europeos incentivan a las universidades para buscar yacimientos en el continente. Realmente se trata de elementos químicos que están en esos minerales. Hablamos de la fila de abajo que está en la tabla periódica con nombres raros [lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio]. Estamos hablando del oro tecnológico. Los llaman las vitaminas de la industria, y sin ellas no funcionan, como tampoco funciona la tecnología, ni las energías renovables.

¿Y se busca en Canarias?

Los ingleses encontraron el monte submarino llamado Monte Tropic, que supuesto la pugna entre España y Marruecos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que una cosa es descubrir el lugar donde están estos elementos o minerales críticos y otra es encontrar un yacimiento porque ya estamos hablando de la rentabilidad o no de trabajar en él, de extraerlos. Nosotros investigamos y sacamos lo mejor. Las decisiones las toman otros.

Usted está en un ambicioso y atractivo proyecto sobre este tema, ¿no?

Exacto del Magec Research, el proyecto que desarrollan las dos universidades canarias, la de Las Palmas de Gran Canaria y la de La Laguna. Magec es la denominación de sol de los aborígenes, y Research significa exploración de las tierras raras canarias. Se trata de un proyecto que desarrollan las dos universidades canarias, la de Las Palmas de Gran Canaria y la de La Laguna. La propuesta aprovechar el gran potencial de los recursos minerales existentes en rocas y sedimento de nuestro Archipiélago de los elementos de tierras raras, que como te he dicho, son vitales en la industria tecnológica actual y en campo de las energías renovables.

Quiénes capitanean este proyecto de las universidades

José Mangas Viñuela, catedrático y miembro del Instituto de Oceanografía y Cambio Global de la universidad grancanaria y, por mi parte, yo, que soy profesor del Departamento e Física de la universidad tinerfeña. Nuestro proyecto lo incluyó National Geographic en la revista el mes pasado.

Y han logrado los dos equipos los primeros éxitos.

Hemos encontrado en Fuerteventura, al sur, en Pájara; y al norte, en La Oliva. Y ha sido en superficie, no submarino. También hemos encontrado submarinos en nuestras costas, como al norte de Lanzarote, en el monte de la Concepción. Lo importante de estos hallazgos es que son en Canarias y en superficie. Hay que investigar. No significa que vamos a abrir una mina mañana. No estamos en una fase de explotación, sino de exploración. Se trata de rocas que tienen una concentración cien veces mayor que una roca normal. No sabemos cuánto hay en su totalidad, ni si es rentable para una empresa minera. Lo que parece que está claro es que hay pocos sitios en el mundo donde estén concentrados en tal cantidad que podamos hablar de un yacimiento.

¿Qué es para usted lo más importante?

La información que finalmente consigamos. Ya después decidirán. Igual es la punta del iceberg, o no. Después se podrá abrir un debate social, político y económico en Canarias, si interesa guardarla o explotarla. Hay que investigar.

¿Y qué posibilidades tiene Canarias en todo esto?

Lo que tenemos es mirar hacia abajo. El agua es el carbón del futuro. Las plantas llevan más de 2.000 millones de años utilizando la fotosíntesis, con el que separan el hidrógeno y el oxígeno. Pues, en Canarias, sólo hay que mirar aquí al lado, en el sureste, las salinas. Pues utilizando el agua podemos obtener el hidrógeno verde pues ya lo tenemos, un sistema sostenible. Aquí está este cochecito de juguete, que se mueve y sólo con agua e hidrógeno verde.

Qué tenemos en el Archipìélago, además de agua

En Canarias tenemos de todo. Además de agua, está el sol. Hay de todo en el Archipiélago: hay ciencia, economía y recursos minerales. Hay que mirar bien hacia abajo para saber bien todos los recursos que tenemos.

¿Podemos decir que las tierras raras son tan importantes como fue el petróleo en su momento y el gran cambio que produjo en la economía?

Por su puesto. China tiene la sartén por el mango como te dije antes al tener el 90 por ciento de la producción. ¿Sabes lo que manifestó el presidente chino hace unos años?. ‘Oriente Medio tiene el petróleo, pero nosotros tenemos tierras raras’. En 2010 hubo una crisis muy importante entre China y Japón. La firma Toyota necesita el 10 por ciento de lo que se produce en el mundo de los elementos que se obtienen de las tierras raras para que puedan producir vehículos en sus inmensas fábricas. Lo que también está muy claro es lo que afirmó un periodista francés, del que no recuerdo exactamente ahora su nombre, y dijo: ‘No habrá transición ecológica sin tierras raras’.

¿Qué significa para usted volver a esta seminario sobre la sostenibilidad?

Para mí es algo muy especial, tanto a nivel personal, como científico, porque es un volver a casa. Aquí, hace ocho años dimos los primeros pasos de este proyecto y dimos la primera conferencia sobre este tema, y José Mangas y yo hablamos de la posibilidad de que hubiesen tierras raras en Canarias. Muchos no nos creían. Y hablamos de que está confirmado, de que ya hemos encontrado. Y es un orgullo estar en este seminario, ya en su 15º edición, porque es una iniciativa muy importante para los científicos, como para todos.

A parte de ser profesor, en qué se centra en qué campos centra sus trabajo.

Además de profesor en la universidad tinerfeña, donde me licencié en Física y me doctoré en Física, trabajo en el campo de la fotónica y la nanotecnología, y con materiales que miden la luz. Todo eso sirve para muchas aplicaciones, como la fibra óptica. Y luego me centré en relación a las energías renovables. Por ejemplo, en aspectos como la eficiencia de las placas solares. También estoy centrado en el hidrógeno verde, que es un combustible sostenible. Y todo eso funciona con las tierras raras, como el proyecto que hacemos José Mangas y yo.