El presidente del grupo Loro Parque, Wolfgang Kiessling, ha difundido una carta abierta en la que responde a las «constantes trabas que se han puesto a la construcción de Siam Park en Gran Canaria». El empresario reconoce en la misiva que tanto él como la compañía se encuentran «muy desorientados» ante lo que describe como una competencia desleal que está torpedeando el proyecto. Pese a ello, asegura que continuará adelante con sus proyectos en la Isla.

Kiessling recuerda «que fueron los grupos, tanto políticos como empresariales, los que nos propusieron invertir en Gran Canaria para desarrollar una atracción turística ‘world class».  «Como es costumbre en el grupo Loro Parque, aceptamos dicho reto, compramos un terreno mayor que en Tenerife; reunimos un grupo de expertos del Cabildo insular y del Ayuntamiento; presentamos nuestro proyecto, y conjuntamente con el entonces presidente del Cabildo, señor Bravo de Laguna, y el ex alcalde de San Bartolomé de Tirajana, señor Marco Aurelio, consultando todas las autoridades, iniciamos los trámites para construir el Siam Park de Gran Canaria», continúa el empresario.

«El Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria», agrega, «expuso la única dificultad existente en relación a la compra del terreno, dado que ellos la habían inscrito en la fase de negociación. Es decir, dos meses antes de la firma de la escritura pública y, en consecuencia, tuvimos que aceptar una concesión que hemos venido pagando puntualmente». 

Broche de la empresa

Para Kiessling, «el Siam Park de Gran Canaria tenía que ser el broche del orgullo de nuestra empresa, mayor que el Siam Park Tenerife, más moderno y eficiente coma todo construido y financiado con el dinero que ha generado la empresa en la isla de Tenerife. Todo lo que se ha conseguido desde el momento de la compra, es que Gran Canaria no tenga este parque y que todos los compromisos como incentivos, o derechos como el propio PMM se hayan visto paralizado o perdidos». 

El presidente del Grupo Loro Parque explica que la RIC, «que es en parte responsable de crear empleo y nuevas empresas, no se ha podido materializar, como consecuencia de los retrasos surgidos en todos estos años, con la pérdida de inversión y creación de puestos de trabajo que estos suponen».

Kiessling detalla el proceso de reuniones que mantuvo en su día, así como sus conclusiones: «Conjuntamente con el presidente del Cabildo, José Miguel Bravo de Laguna y la delegada del Gobierno, doña María del Carmen hernández Bento, tuvimos una reunión en el Ministerio de Hacienda, donde se discutió con el responsable de la Delegación de Hacienda, Manuel Pizarro, quien fue la persona que valoró los derechos económicos del Estado sobre el suelo de El Veril en 3,6 millones de euros y fueron recogidos en la escritura pública además de ser fijados en base al derecho de construir un parque acuático y un hotel». 

Más difícil

El empresario considera que «desarrollar ese parque como inicialmente estaba previsto es mucho más difícil a día de hoy, porque toda la inversión depende de la rentabilidad o retorno. El proyecto del parque en estos últimos 8 años casi ha duplicado su inversión, con la salida del gobierno del anterior presidente Bravo de Laguna y con el sufrimiento del Covid -que hemos tenido todos- lo que menos hace falta son más impedimentos para invertir en Gran Canaria». Kiessling añade que «trabajar con la gente de la isla ha sido gratificante, pudiendo apreciar y valorar dicha colaboración en la construcción del gran acuario poema del mar en el muelle de Sanapú en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, considerado como uno de los mejores acuarios del mundo». 

«Llevo 50 años en Canarias de los cuales estoy muy agradecido, y dicho sentimiento se lo he transmitido a mis hijos que son mucho más canarios que yo. Tienen el mismo espíritu de lucha, de constancia y amor por la excelencia. Si ahora estos grupos, que únicamente se mueven por intereses económicos, están pensando que van a lograr que nos retiremos de nuestros proyectos en Gran Canaria, de antemano les digo que lamentablemente están perdiendo el tiempo», concluye.