Canarias entra este martes 21 de junio a partir de las diez y 13 minutos de la mañana en el verano con una panza de burro de manual, tras recibir en los últimas 48 horas en la mitad norte de Gran Canaria, Tenerife, La Gomera, La Palma y El Hierro unas garujas que han ofrecido acumulados de casi diez litros por metro cuadrado en la localidad de Agulo, mientras que en Gran Canaria han llegado a los casi cinco litros por metro cuadrado registrados desde el domingo en puntos como Valleseco o Teror, localidades donde despertó el petricor, el aroma a tierra mojada provocado por las gotas de lluvia en los suelos resecos.

La previsión de la Aemet a más largo plazo plantea la persistencia de la nubosidad baja sobre todo en la primera mitad del día y últimas horas en la misma zona, con los alisios soplando con intensidad y fijando la barra de nube tan característica de la época.

Esto tras un día, el de hoy lunes, que si bien mantenía valores bastante frescos al principio de la jornada veía como disparaba sus temperaturas en el sur grancanario arrojando la máxima del archipiélago por la tarde con valores que rozaban los 32 grados centígrados en la parte alta de San Bartolomé de Tirajana, en el pueblo de Tunte, al que seguía el pago de Tasarte, con 31,3 grados centígrados.

Significativas también han sido las rachas de viento en las áreas más expuestas a los alisios donde anotaron velocidades de 84 kilómetros por hora, como así ocurría en el Valle de Agaete, o en La Aldea de San Nicolás con puntas de 80 kilómetros por hora después del mediodía, potentes pero aún muy lejos de las máximas del país, con rachas huracanadas de 142 kilómetros por hora en Sierra Nevada.

Así el panorama, para este martes la Agencia Estatal de Meteorología prevé de nuevo vientos intensos de componente noreste, en el noroeste y sureste, que soplarán con más fuerza por la tarde, mientras que en las costas del suroeste se esperan brisas, y un viento flojo en cumbres de procedencia oeste, mixturado que provocará la presencia de calima en altura. Los cielos amanecerán nubosos en La Graciosa, Lanzarote y Fuerteventura, así como en el norte de las demás islas, que se irán despejando por la tarde, pero sin descartar nuevas precipitaciones débiles en las medianías viradas al norte durante la primera mitad del día. Además, las temperaturas permanecerán similares en las costas, mientras refrescarán en las zonas altas.

La situación se repite el miércoles, con una calima en retirada, unas temperaturas con pocos cambios o en descenso y unos cielos encapotados con intervalos nubosos que pueden traer lluvias débiles y ocasionales para encadenar así, aunque con cielos más despejados en el sur, jornada tras jornada al menos hasta bien entrada la semana que viene, según la Aemet, y siempre con la lógica prudencia de las previsiones a más largo plazo.

Aunque, en cualquier caso, hasta al menos la mitad de agosto en la capital grancanaria y buena parte de la fachada norte de Gran Canaria, será la tónica habitual del tiempo, la que marca una primera mitad de la estación que arranca este martes con el solsticio de verano boreal, que supone el día más largo del año en el hemisferio norte.

La situación geográfica de Canarias con su cercanía al Trópico de Cáncer, entre los 450 y los 600 kilómetros al norte de la línea imaginaria, le permite ser uno de los lugares en el que el sol se encontrará hoy más vertical con respecto a la superficie terrestre, de forma que cuando la estrella se encuentre en su cénit los objetos apenas dibujan sombra.

El solsticio además ofrece un bonus extra en Gran Canaria, ya que es el primer día en el que entra la luz solar en la cueva de Risco Caído, haz que recorrerá el interior de su bóveda hasta el 23 de septiembre, momento del equinoccio, un hecho, aún en estudio para intentar desvelar su significado, pero que fue determinante para la nominación del yacimiento y el conjunto de las cumbres isleñas como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.