Una nueva imagen para la fachada de los locales comerciales, de restauración y las terrazas del Anexo II, un nuevo planteamiento en el entorno del párquin con la eliminación de algunas plazas con el objetivo de ampliar la acera trasera y crear un gran parque longitudinal, y una nueva imagen para la ladera que soporta el Paseo Costa Canaria, con una transformación que incluye la mejora de las escaleras y la creación de una senda a lo largo de la pendiente.
Los empresarios del Anexo II y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana se han unido para impulsar una renovación del centro comercial, los primeros, que lleve aparejada una modificación urbana del entorno público de la zona turística que rodea a este emblemático espacio construido en 1977, en este caso la bolsa de aparcamientos, las terrazas y la ladera.
La Asociación para la Defensa del Centro Comercial Anexo II se reunió este martes para presentar la propuesta del nuevo proyecto a todos sus integrantes, que, en principio, han visto con buenos ojos las intervenciones que se quieren llevar a cabo para renovar el edificio e impulsar un diseño que permita homogeneizar la imagen de todos los negocios.
El arquitecto Víctor Sánchez Pescador, redactor de los proyectos, explicó que en ningún caso se intervendrá en la morfología de los inmuebles puesto que la normativa no permite un aumento de la edificabilidad ni del volumen. Así, desde el ámbito privado, la renovación del centro comercial consistirá en un lavado de cara que eliminará todo tipo de cartelería a fin de dejar una imagen lo más limpia posible de este espacio.
Las fachadas suprimirán los toldos para instalar una franja de cornisa en forma de U que incorporará la denominación de cada establecimiento así como parte de la iluminación, y se instalará un aplacado porcelánico - es decir, un revestimiento - de tres metros, desde el techo hasta el suelo, que será de tonos pasteles y grises. Se utilizará el mismo material y color para todos los negocios, si bien cada uno podrá utilizar la tipografía que requieran sus logos.
La acera trasera del centro comercial pasará a tener 17 metros y será un parque longitudinal
En las cubiertas, por su parte, se instalarán estructuras de lonas tensadas a distintas alturas, con colores similares a los de las dunas al objeto de reducir el impacto visual del edificio y crear una visión extensiva hacia la reserva natural. Estas lonas, además de ocultar las vistas de las cubiertas «aportan entidad» a un edificio que es bajo, según explicó el arquitecto. En el edificio norte del centro comercial, estas lonas servirán también para aportar sombra a los pasillos interiores.
Intervención pública
Desde la parte pública, y todavía vinculado al centro comercial, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana renovará las terrazas del paseo, que tiene en concesión de Costas y por las cuales cobra a los empresarios. Así, el proyecto sustituirá los actuales toldos cerrados por pérgolas bioclimáticas desmontables con techo de estructura de lamas orientables. Además, será un diseño unificado para todos los negocios y se evitarán los cerramientos entre uno y otro para lograr tener una visión abierta y no encajonada del espacio, que tiene vistas a las dunas de Maspalomas.
Ya en la parte trasera del edificio, la intervención pública continúa con la reordenación del párquin. Aquí, según explicó el arquitecto, se eliminará el 20% de las 613 plazas, de los 24.514 metros cuadrados a los 20.546, para ampliar la acera trasera del centro comercial, de metro y medio, y lograr una más ancha de 17 metros. «El párquin es muy grande, nunca se llena y genera un gran impacto visual», sostuvo Víctor Sánchez Pescador. Con la ampliación de esa acera, que ahora solo acumula cajas y bombonas de los locales de restauración, se creará un parque longitudinal con juegos infantiles incluidos y un centro vegetal que separará este espacio del aparcamiento. Entre ambas zonas se habilitará una vía de servicio, como en la actualidad.
En el párquin también se prevé quitar los techos y plantar palmeras para crear zonas verdes, dar sombra y para «romper la imagen de la plancha de asfalto», en palabras del arquitecto. Al lado, el Ayuntamiento acondicionará la ladera, ahora en estado de deterioro, para crear un jardín y una senda en forma de semi rampa.
La propuesta se va a dividir en tres proyectos por si uno se paraliza el resto siga su tramitación
Explicó Víctor Sánchez Pescador que estos proyectos de los empresarios y del Consistorio se dividirán en tres subproyectos, uno por las fachadas, otro por las lonas y otro que incluye toda la parte pública, con el objetivo de que si se paraliza uno de ellos, el resto pueda seguir su tramitación. Prevé que puedan presentarse ante todas las administraciones, Ayuntamiento, Cabildo y Costas, en el mes de septiembre. Ni empresarios ni Ayuntamiento han revelado el coste económico de estos proyectos.
Para llevar a cabo estos proyectos, tanto el Ayuntamiento como los empresarios deben regularizar la concesión administrativa que les concedió Costas tras el deslinde de 1995, cuando toda la zona pasó a ser de dominio público marítimo terrestre. Ambas partes ya han solicitado a Costas la concesión por 60 años, 30 con efecto retroactivo y una prórroga de otros 30 en adelante.
El arquitecto expuso a los empresarios la necesidad de mejorar este centro comercial e impulsar su oferta, pues está poco diversificada, las instalaciones están obsoletas y se enfrentan a la actualización de otros espacios como el área comercial de Meloneras. El edil de Urbanismo, Samuel Henríquez, presente en la reunión, les animó a desarrollar este proyecto porque «es una oportunidad y porque no tiene sentido que actúe el Ayuntamiento si no lo hace la parte más importante, que son los empresarios».
