Actuación de emergencia para reparar un tramo de la carretera que conecta Tunte con el municipio de Tejeda. El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana intervendrá en los próximos días para construir un nuevo muro de contención que soporte la calzada en la GC-60 a su salida de Tunte en dirección a la cumbre después de que a finales del pasado mes de septiembre el paso del ciclón tropical Hermine provocase la caída de la pared y dejase sin soporte al talud que sostiene la plataforma viaria. El tramo afectado se encuentra a la altura del punto kilométrico 25+15, a pocos metros de la salida norte de Tunte, en el carril derecho, de subida, y durante el último mes y medio ha estado vallado para evitar que la presión ejercida por el paso de los vehículos ocasione el desprendimiento de la tierra y con ella el desplome de la carretera, por lo que en ese espacio se ha habilitado el carril izquierdo para circular en ambos sentidos.
El muro afectado fue construido en mampostería seca hace más de 25 años para soportar la carretera y el tramo desprendido, que alcanza los ocho metros de largo, ha generado que la calzada se haya quedado durante semanas sin esta estructura de contención. Ahora, el Consistorio tirajanero ha tramitado los trabajos por el procedimiento de emergencia y los ha adjudicado a la empresa Lopesan Asfaltos y Construcciones S.A.U por un importe de 208.048 euros. Los trabajos tendrán un plazo de ejecución de cinco meses y durante ese tiempo los vehículos solamente podrán seguir circulando por el carril izquierdo, que se habilitará en ambos sentidos.
En el expediente de tramitación de emergencia de esta actuación, los técnicos municipales justifican la necesidad de la rapidez de esta intervención en el «grave peligro que supone el descalzamiento total de la calzada», lo que podría conllevar al cierre al tráfico total de este tramo de la carretera GC-60. El cierre completo de la vía afectaría a todas las personas residentes en los barrios de las medianías de San Bartolomé de Tirajana y Tejeda, como el propio Tunte, El Sequero, Risco Blanco, Cruz Grande, La Plata o Ayacata, entre otros núcleos poblacionales, quienes no podrían acceder a la zona sur de la isla directamente por esta carretera y tendrían que dar un rodeo por el norte o centro y sureste de Gran Canaria, lo que supondría un desplazamiento de más de dos horas en coche para ir a trabajar, al colegio o acudir a un centro sanitario.
El Ayuntamiento actuará de emergencia para impedir que una posible caída del talud que soporta la carretera obligue a cerrar la vía al tráfico y los residentes tengan que hacer un desplazamiento de dos horas de coche para llegar hasta el sur de la isla
La actuación prevista por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana no solo contempla la reposición de un nuevo muro de contención en el tramo de ocho metros directamente afectado, sino que además se remodelarán 17 metros más. "Se debe buscar una sección de muro sano y dar continuidad a la sección antes existente" para dejar el muro de contención en las condiciones adecuadas, señala el expediente de emergencia, por lo que "se estima que se debe actuar en al menos 25 metros lineales de nuevo muro de contención". Los trabajos, que conllevarán demoliciones, movimientos de tierras y creación de nuevas estructuras, son de complicada ejecución al encontrarse el muro en un talud de difícil acceso para los operarios, ya que se encuentra en una pronunciada pendiente hacia el barranco de Tirajana.
Durante este mes y medio no se han producido incidencias en la zona afectada, si bien el Ayuntamiento ha tenido que reforzar el vallado en varias ocasiones para evitar que los vehículos se acerquen al borde de la carretera y ésta acabe cediendo porque los conductores habían pegado a los quitamiedos las vallas de señalización.
