La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los nuevos artesanos

Los nuevos artesanos: del plátano al bolso

La artesana Pilar Ureña trabaja con la hoja de la fruta para confeccionar bolsos, pendientes y lámparas | Sus productos fueron lucidos en la Fashion Week de Madrid

19

La artesana María Pilar Ureña realiza cestería de ristra Juan Carlos Castro

Pilar Ureña recibe descalza a las visitas en su centenaria casa en Moya. En la terraza y por casi todas partes descansan hojas de plataneras en proceso de secarse para después convertirse en bolsos, pendientes, lámparas y otras creaciones imaginables. Ureña teje la fibra que extrae en la hoja del fruto en la cocina, en el salón o en la terraza con vistas al Atlántico para crear una artesanía con el mayor estilo canario en un proyecto de economía circular que llegó hasta la Fashion Week de Madrid al completar los diseños de Aurelia Gil.

De carrera filósofa, Ureña trabajó durante algunos años en los servicios sociales de Telde y fue entonces cuando comenzó su andadura por la cestería de ristra. Desde pequeña observaba con admiración cómo las manos de su madre tejían. A raíz de esa experiencia infantil decidió impulsar un proyecto para que las mujeres del municipio que estaban en el registro de los servicios sociales por diversos problemas pudieran calmarse tejiendo pero le echaron el proyecto para atrás al ser demasiado caro el hilo. Sin embargo, en un paseo por Gáldar escuchó hablar de la cestería de ristra y se interesó por el tema.

Fue en ese momento en el que descubrió el proceso por el cual se toma el rolo de la planta para convertirlo en fibra y realizar cestas. "Me iba de Telde a Marmolejos todos los viernes para aprender y me dediqué a hacer ropa, máscaras, de todo... me volví loca", explica. "En una de las fiestas de Telde les hice todos los disfraces a los niños y luego le hice el vestuario a Arístides Moreno en la presentación de una de sus canciones".

El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) contactó con ella después de que el cantante luciera una de sus creaciones en un concierto. En el ITC estaban inmersos en un proyecto en el que daban uso a las diferentes partes del plátano y por lo tanto le pidieron fabricar embalajes para productos canarios que fueron expuestos en el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM).

La aventura de Cabo Verde

"Me deprimió mucho que el proyecto quedara en nada, es lo típico de las instituciones que montan y montan y luego nada, así no quise tocar más la fibra", señala la artesana. Después del desencanto, se mudó a Cabo Verde y se convirtió en la delegada del Gobierno de Canarias en el país africano. "Había mucha pobreza e iba en tacones por ahí con los embajadores, imagínate, yo en tacones", exclama entre risas Ureña. En 2017 dejó el trabajo y decidió volver a embarcarse en trabajar la fibra de la fruta tropical tras metérsele el gusanillo al ver plataneras por todas partes. "Pensé que si no lo hacía en ese momento no lo haría nunca, tenía que ver a dónde llegaba con este proyecto", recuerda la artesana que recientemente ha conseguido el carnet de la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac).

Con este propósito fue a una finca para pedir el rolo de la planta. Sin embargo, con la sequía que estaban viviendo estaban utilizando el tallo de la planta para alimentar a los animales, por lo que decidió llevarse la denominada hoja bandera, que crece anunciando la salida de la flor y que se corta en el desflorillado. Ureña nunca antes había visto usar esta parte de la planta para realizar cestería de fibra pero cuando la remojó en agua y la secó, metió la fibra en una aguja y se dio cuenta de que era muy sencillo trabajar con el material. "Cuando fui a un curso de cestería del famoso Carlos Fontales me preguntó cómo se me había ocurrido hacer eso y le dije que fue como cuando Arquímedes descubrió la mecánica de fluidos, ese rollo filosófico de investigar hasta dónde llega una cosa me parece alucinante, yo soy licenciada en Filosofía pero una amante de la fibra", indica.

Cabo Verde fue su laboratorio de experimentos pero también el lugar en el que rozó la muerte. La artesana contrajo la Covid-19 y casi no lo cuenta, tras esa experiencia decidió regresar a Gran Canaria y seguir con su pasión desde su hogar. De regreso en el Archipiélago Ureña ha impartido talleres para que la tradición de la cestería de ristra no se pierda. "La cestería cosida no es un invento nuevo está representado en el Museo Canario y se va a perder si no se pone en valor, yo ya tengo a niñas que he enseñado y tienen sus propias marcas", asegura.

"El plátano es un cultivo polémico porque es un monocultivo, consume mucha agua y recibe subvenciones de la UE por lo que mi idea es diversificar el producto de la plantación", explica Ureña que entiende su trabajo como un proyecto de economía circular, ya que no consume energía y convierte lo que suele ser un desperdicio en obras de arte.

Compartir el artículo

stats