Mogán, entre el rojo y el amarillo

Las playas que bordean el paseo que une Arguineguín con Patalavaca, en el municipio de Mogán, son un mar de sombrillas coloridas, sillas y neveras repletas de comida y bebidas «fresquitas » para sobrellevar los casi 30 grados centígrados que se alcanzaron ayer en la zona. El municipio sureño se encontraba ayer en aviso rojo por altas temperaturas decretado por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias y en aviso amarillo por la Agencia Estatal de Meteorología. Otras localidades de grancanaria como Agüimes, San Bartolomé de Tirajana y Santa Lucía de Tirajana vivían la misma situación que el municipio costero.

Multidud de familias canarias eligieron la playa de La Lajilla, también conocida como Costa Alegre para pasar este calurosa día, con el sonido de las olas, el murmullo de las conversaciones ajenas y las carcajadas de los niños que juegan en la arena, a orillas del mar, como banda sonora. Itamar Santana, un joven canario , disfruta de su día libre en esta playa, bahía que lo vio crecer, verano tras verano, durante su infancia.

«Solía venir mucho de pequeño, ahora prefiero la costa del norte », explica Santana. Y del calor, ni quejarse. El joven, ataviado con un bañador de color amarillo y finas rayas blancas, comentaba que esa era la primera vez que iba a Costa Alegre desde su remodelación. «Los alrededores de La Lajilla estaban en muy mal estado, pero ahora lo han dejado coqueto» aseguraba Santana. El joven asegura también que este verano «no ha sido tan caluroso como otros» en los que la calima y el aire caliente han sido «más persistentes».

Los canarios no son los únicos que disfrutan de esta bahía. Cientos de turistas han elegido este enclave de la isla como destino de su retiro estival. Aquellos que se alojan en el ‘Hotel Dorado Beach & Spa’, de la cadena hotelera Bull, tienen la Costa Alegre a tanto sólo unos pasos, recorrido que, por su brevedad, muchos hacen descalzos a pesar de la temperatura del pavimento de cantería.

A pocos metros de La Lajilla se encuentra una pequeña playa conocida por los habituales como la playa del «Sunwing », nombre que adopta por el hotel que se encuentra a su derecha, llamado ‘Sunwing Arguineguin Seafront’. El lugar está prácticamente vacío, a salvo de tres personas que se relajan bajo el sol en sillas y tumbonas portátiles. Dos de ellas venían de un camping de caravanas cercano, al que según cuentan acuden todos los veranos.

El Charco de Las Graditas, más cercano a la playa de Patalavaca, popularmente conocido como «la piscina» es otro de los enclaves del municipio donde, tanto canarios como turistas, se refugian del calor. Allí, Antonio Medina y su mujer escuchan música y leen un libro, respectivamente, protegidos del sol con una gran sombrilla. El matrimonio ‘caravanista’ veranea en el litoral del municipio, donde «frecuentan» la playa del Perchel y la de las Marañuelas. El remedio de Antonio Medina para hacer frente a los casi 30 grados con «cositas frías, agua y ensaladitas para comer».

Juan y su familia, llevan tres días acampando cerca del Charco de Las Graditas. «Es la primera vez que venimos pero nos está encantando. Repetiremos seguro », afirma con una sonrisa en la cara. Durante esta «escapada » la familia canaria ha pasado sus días a remojo en Las Graditas y en la playa de Patalavaca. «Descubrimos que está la piscina ahí y después también a dos pasitos tenemos la playa que está súper bien, ofrece buenos servicios », comenta. Para Juan este verano está siendo «horrible» porque ha hecho «demasiado calor».

Aunque las temperaturas de esta jornada han sido altas en el municipio y en otras zonas de las medianías orientadas al sur y al oeste de Gran Canaria, no alcanzan los 35 grados centígrados, cifra que se superó con creces el pasado fin de semana en plena ola de calor. Durante la canícula, los termómetros llegaron a más de 45 grados en lugares como Tasarte y Maspalomas. También en decenas de localidades, especialmente en el sur de la isla, donde se superaron temperaturas infernales, por encima de los 40 grados centígrados.

En Patalavaca, Juana Sánchez regresa desde la playa hacia el apartamento que alquila cada temporada con su marido y sus hijas. Sánchez que ha veraneado en esta bahía «toda la vida» se siente una «privilegiada» por poder pasar más de veinte días junto al mar, disfrutando de su brisa, su olor y sus atardeceres. «Ha mejorado bastante el tiempo hoy pero hemos tenido un enorme bochorno», asegura la canaria.

Sánchez comenta las malas condiciones del mar durante el fin de semana, donde ondeaba la marea roja por el oleaje y, donde las microalgas han inquietado a los bañistas, como lo han hecho en otras playas de Gran Canaria, como Las Canteras, e incluso, en otras islas del archipiélago. «La playa ha estado muy mala, se nos han adelantado las olas del pino. Aquí el refugio ha sido las piscinas y las calitas de más allá », comentaba Sánchez. Estas zonas de costa más protegidas han sido, en palabras de Juana, «las que nos ha salvado el verano».

Consejos

Ante el nuevo aviso rojo por altas temperaturas decretado por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha hecho publica una serie de recomendaciones para sobrellevar el calor de la mejor manera posible. Sobre todo para aquellas personas vulnerables, como los mayores de 65 años, bebés, menores, mujeres embarazadas y personas con patologías. Algunas de estas son: permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos y a la sombra; refrescarse cada vez que se necesite; reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas centrales del día; beber agua o líquidos con frecuencia y evitar las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas, ya que pueden favorecer la deshidratación.