El Cabildo restaura las dos carreteras afectadas por el incendio del Cortijo de Huertas

La Consejería de Obras Públicas invierte 600.000 euros en las vías de la Cumbre para recuperar la seguridad del tráfico

Tramo de la carretera GC-130 tras el incendio.

Tramo de la carretera GC-130 tras el incendio. / LP/DLP

El Cabildo de Gran Canaria ha restaurado las dos carreteras de la cumbre afectadas por el incendio forestal del Cortijo de Huertas, la GC-130 desde el cruce de Llanos de la Pez a Cazadores y la GC-134 que sube al Pico de Las Nieves, a cuyas obras ha destinado casi 600.000 euros, según se recoge en un informe de la Consejería de Obras Públicas, que detalla que han sido necesarias, entre otras labores, la tala y destoconados de árboles calcinados, la demolición de barreras metálicas dañadas y su reposición, el recalce de barreras, la sustitución de las señales de tráfico quemadas o la plantación de árboles autóctonos.  

El incendio se prolongó del 25 al 27 de julio del pasado verano y las obras de reparación de ambas carreteras se realizaron por el procedimiento de emergencia en cuatro meses, entre el 11 de agosto y el pasado 15 de diciembre, por la empresa API Movilidad, según apunta el informe del departamento que dirige Augusto Hidalgo

El documento resalta el ahorro de 103.000 euros respecto al presupuesto calculado inicialmente porque los daños en el asfalto no revestían la gravedad observada al principio y fueron reparados por la empresa concesionaria del mantenimiento de esa vía. Así, el contrato inicial por 677.164 euros se redujo a un gasto de 574.264 euros. 

Una vez extinguido el incendio, los técnicos de la Consejería de Obras Públicas concluyeron que la situación tras ese «acontecimiento catastrófico» suponía «un grave peligro para los usuarios de la red de carreteras de Gran Canaria», tanto para la circulación rodada como para los peatones, lo que hacía necesaria «la actuación inmediata del Cabildo» para restituir los elementos funcionales dañados y devolver las diferentes vías a su estado original de seguridad. 

«La carretera GC-130, a pesar de ser una vía considerada de la red secundaria, permite un acceso directo desde los términos municipales de Telde e Ingenio a la cumbre de Gran Canaria; mientras que la GC-134, incluida en la red local, además de permitir el acceso al Pico de las Nieves, conecta con la GC-135, donde existe una zona militar, instalaciones de AENA y diferentes antenas y repetidores», recuerda el informe. 

Las obras se licitaron por el procedimiento de emergencia y han durado cuatro meses

En todos los tramos afectados existen viviendas en núcleo o aisladas, accesos a fincas en explotación (agricultura y ganado), accesos a caminos reales o que tienen continuidad cruzando la calzada, depósitos de aguas de abasto, conservación de canalizaciones de agua destinada a riego y abastecimiento, o antenas que prestan diferentes servicios públicos, por lo que el cierre de alguna carretera «imposibilitaría la accesibilidad y movilidad». En esas zonas dañadas por el fuego no existen desvíos alternativos cómodos y, además, supondrían un gasto en tiempo y en combustible mucho mayor. 

La carretera de Cazadores, continúa el documento, «es una de las principales vías de desahogo de la cumbre cuando se presentan nevadas, por tanto, es fundamental la restitución de los elementos funcionales, especialmente de los sistemas de contención de vehículos y el balizamiento». De hecho, las vías afectadas por el incendio fueron abiertas al tráfico una vez quedaron limpias de los restos del fuego «por la imperiosa necesidad de la movilidad de las personas». 

La GC-134 es la que permite el acceso al Pico de Las Nieves y a las instalaciones militares y de AENA

Los desperfectos producidos por el incendio fueron variados y entre los elementos afectados se citan las barreras de seguridad de acero, carteles y señalización vertical, balizamiento (captafaros, hitos de aristas, hitos kilométricos), árboles calcinados junto a la vía y tramos de asfalto. 

«La mayor parte de las carreteras de esta zona tienen su trazado a media ladera y algunas bordean barrancos, por lo que una salida de calzada de un vehículo puede conllevar accidentes de consecuencias graves», sostiene el informe, que precisa que «en muchos casos, no sólo se ha visto afectada por el fuego la barrera metálica en sí, también su cimentación, como consecuencia de los daños del fuego y el agua vertida en la extinción».

La falta de vegetación en el talud de terraplén provoca descalces de la cimentación de los postes de la barrera y de la propia plataforma de la carretera, que podrían ser más importantes con las primeras lluvias del invierno. Por tanto, fue necesaria la construcción de muros de recalce de mampostería hormigonada a cara vista para una mejor adaptación al entorno. 

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