Medio Ambiente

‘El Legado’ denuncia daños al caracol pintado en la cantera del Charco de San Francisco

El colectivo acude al Seprona y al Gobierno para pedir la paralización de las extracciones

La asociación El Legado: Cultura y Patrimonio ha denunciado ante el Seprona de la Guardia Civil y la Viceconsejería de Transición Ecológica la «amenaza inminente» de daños sobre el caracol pintado de Gran Canaria (Theba grasseti) por las actividades en la cantera de piedra del Charco de San Francisco, en el Monumento Natural de Amagro, en el municipio de Gáldar, cuya beneficiaria es Construcciones y Asfaltados (Conasfal).

El colectivo cultural informó que el caracol Theba grasseti es una especie endémica de Gran Canaria y actualmente posee unas pocas poblaciones fragmentadas. Se encuentra dentro del catálogo de especies protegidas de Canarias y catalogada como «especie vulnerable». El Legado explicó que ha realizado trabajo de campo en el lugar, observando especímenes de Theba grasseti en las inmediaciones de la cantera, tomando además sólo algunas geolocalizaciones de referencia, aunque la especie está ampliamente distribuida en esa zona.

«Recientemente se ha publicado en los medios de comunicación la autorización de ampliación de la cantera en 30.000 metros cuadrados. La explotación lleva activa desde 1980 con sucesivas prórrogas, con intentos de expandir su radio de acción, a su vez con incumplimientos en cuanto al deber de restauración del área de extracción e impagos económicos de los cánones propios de la actividad al Ayuntamiento de Gáldar», detalló el colectivo denunciante, que precisó que «así y todo, la actividad extractiva dispone de una declaración de utilidad pública, que a nuestro entender entra en contradicción con las normativas conservacionistas que protegen tal territorio, considerado de un muy alto valor natural, geológico y geomorfológico».

La denuncia advierte que «es muy probable que no se haya considerado al caracol pintado en la evaluación ambiental realizada para conceder la autorización» y solicita la paralización cautelar de la cantera por la presencia de amenazas de daños o de daños propiamente dichos que se pueden estar produciendo a la especie.