Santa Brígida | Juan Palop-Casado Arquitecto de la nueva plaza de Santa Brígida

Juan Palop: "Santa Brígida va a ser un sitio de parada, visita, intercambio y riqueza total"

El arquitecto asegura que al empezar el proyecto sintió "un poco de vértigo" por las decepciones que había detrás del mamotreto

Explica que los vecinos de la Villa han sido una pieza fundamental a la hora de llevar a cabo el proyecto

Juan Palop-Casado durante la presentación del futuro de la Villa

Juan Palop-Casado durante la presentación del futuro de la Villa / Andrés Cruz

Juan Palop-Casado es el director y confundador del instituto20grados, empresa encargada de llevar a cabo la construcción de la futura plaza de Santa Brígida. Nació en Valencia pero su formación fue en Las Palmas de Gran Canaria. El último año de la carrera lo finalizó en la universidad de Oxford y el postgrado lo realizó en Harvard. Desde entonces, ha hecho su vida en Gran Canaria, donde ha desarrollado su vida profesional. 

Lleva a su cargo una de las obras más importantes del municipio de Santa Brígida, pero a sus espaldas ya lleva un historial. ¿Cuáles han sido sus trabajos más destacados?

Hemos desarrollado el proyecto de parques asocados de Ingenio y el plan estratégico para La Aldea. Por otro lado, hemos llevado a cabo la primera fase de la ciudad deportiva de la Unión Deportiva Las Palmas, en Barranco Seco

Después de echar el mamotreto abajo, ¿Cómo empieza a diseñar el nuevo proyecto y que aspectos tiene en cuenta a la hora de desarrollarlo?

Si alguien tenía que echar el mamotreto son los vecinos de Santa Brígida, la comunidad. Nosotros solo nos hemos sumado a un esfuerzo que ya estaba en marcha colectivamente y hemos aportado lo que sabemos hacer, que es la combinación entre participación y acción. Nos sumamos a algo que ya estaba ahí, que era la iniciativa del ayuntamiento y los vecinos. No somos ni el principio ni el fin de nada. Esta vez alquilamos un local por primera vez en la calle Tenderete como base para que los vecinos se acercaran y dieran sus opiniones, y esa fue una de las novedades del proyecto. Por otro lado, tanto Gran Canaria como Canarias está llena de diagnósticos y hemos interpretado todo esto en clave urbanística. A eso le añadimos una conciencia sobre la sostenibilidad y el momento en el que estamos en Canarias, que toca reiniciar otro periodo de desarrollo con otros presupuestos, objetivos y maneras de hacer. Este proyecto lo demandaban y no nos podíamos resistir a plantearlo. 

¿Cuáles van a ser las características de la obra?

Básicamente, el proyecto se puede contar muy sencillo. Es un solar muy grande en un sitio en el que la vida pública es muy pequeña. Decidimos hacer cuatro plazas con un bulevar que conecta los cuatro lados y se encuentra en un centro con una quinta plaza. El proyecto es muy sencillo y cada una de las plazas tiene un carácter y unos usos. Todas son flexibles y son muchos espacios a la vez. Los lagares, que es la restauración que uno hecha en falta en Santa Brígida, es muy interesante, porque va a darle cobijo a las iniciativas, al igual que el jardín botánico por la tradición del municipio y su relación con las flores y la presencia del jardín canario. El proyecto se puede explicar con los ojos cerrados porque es una estrategia, y estas siempre se tienen que poder contar y no solo ver. 

¿Tendrá alguna particularidad?

Es altamente particular, pero tiene algo que hemos repetido en otros proyectos, que es modular, se va haciendo por partes y se le va asignando un presupuesto pequeño a cada una de las partes, y todas suman. Es un proyecto preparado para ir poco a poco y no intentar hacerlo de una, para que las partes se empiecen y se acaben. Eso es algo que nos interesa, ligar las fases a piezas, es como si fuera un lego, partes que se ejecutan de forma autónoma hasta construir el conjunto. Por otro lado, el proyecto está abriendo una reflexión que nos deberíamos plantear en Canarias, que es el urbanismo que tenemos que hacer en las medianías y hasta qué punto necesitan la reflexión de un urbanismo particular que explote las necesidades de esa parte de la isla. La tercera es que tenemos que empezar ya a construir un espacio público de calidad en todos los sentidos, desde el punto de vista funcional con usos para todas las personas y de calidad. Los vecinos tenían razones para no atendernos por el historial del asunto y, sin embargo, se han apuntado a todo. Han dado un ejemplo de generosidad y última manifestación de confianza para que esto salga. 

Los vecinos de Santa Brígida deben estar preocupados hasta el día que se inaugure la plaza

¿Qué parte del proyecto será la más difícil de llevar a cabo?

Creo que hay una que es la más determinante, que es la puesta en uso del parking, una estructura que lleva como 15 años cerrada y va a tener que desarrollar todo el sistema a sus espaldas. El arranque del parking será lo más delicado, y una parte importante va a ser el bulevar, porque lleva una galería técnica, y es la columna vertebral de todo el proyecto. Cuando las dos primeras fases, la 0 y 1 estén listas, uno puede pensar que ya hay plaza sin estar construida. 

¿Qué ha sido lo mejor y lo peor a la hora de crear este diseño?

Lo peor es que en un momento nos entró un poco de vértigo descubrir lo cargado que estaba este asunto con decepciones, ansiedades etc. Fue para nosotros un momento de mucha presión. Saber que no podíamos fallar, que no había opciones, porque ya hubiera sido rematar el asunto. Cuando decidimos entrar no éramos suficientemente consciente de la responsabilidad que estábamos adquiriendo y por eso hicimos el despliegue de trabajo que hicimos. Lo mejor, por su parte, es llegar a un sitio en el que vas a ciegas y no conoces y lo vas descubriendo a través de las experiencias de los vecinos, que son el conocimiento. También interpretar algunas de las sugerencias que nos hacían, porque había que hacer pequeñas interpretaciones. Eso siempre es lo más bonito.

¿Qué es lo más rompedor que tendrá el proyecto y qué podría diferenciarlo de otros municipios?

Creo que el proyecto puede ser un espacio público donde por primera vez la presencia de la comunidad sea real y activa y no de postureo, porque Santa Brígida tiene una comunidad que ha entendido su rol y lo quiere asumir y tenemos la oportunidad de hacer uno de los espacios públicos y ciudadanos más sostenibles en el amplio sentido. Ensayar conceptos novedosos para que la plaza se sostenga a sí misma, incluso que funcione como un árbol, secuestre co2 y salga oxígeno. Es una oportunidad para ensayar el urbanismo de pueblo. 

Juan Palop durante la presentación dle futuro de la Villa

Juan Palop durante la presentación dle futuro de la Villa / Andrés Cruz

Durante la presentación del proyecto se hablaba de espacios verdes y amigable con la naturaleza. ¿Cómo se conjuga esa obra con los principios de sostenibilidad?

Una de las plazas tiene una oportunidad fantástica, que es el parque de las flores, porque se podía empezar ya con un vivero. En cuanto se habilite el parking, levantando el asfalto, se podría iniciar y hemos propuesto arrancar un vivero comunitario. El proyecto puede incorporar a los vecinos en muchos más aspectos, y el parque se podría construir por los vecinos en el caso del parque de las flores. Ese suelo se puede construir de forma comunitaria y habrá que sanearlo con estas iniciativas. Por supuesto que se sostendrá a sí mismo, será un parque esponja y ya lo hemos ensayado en la ciudad deportiva de la UD Las Palmas hasta el punto que ahí cuando llueve mucho rebosan los aljibes y este parque va a ser igual, va a recoger el agua, filtrarla y guardarla en un aljibe y ahí tendremos agua para regar todo el parque. El proyecto incorpora principios y metodología del urbanismo regenerativo. 

¿Qué va a suponer esta nueva plaza para Santa Brígida después de tantos años con el mamotreto a cuestas?

Depende de como lo mires, pero es una oportunidad. Que bien que no tenemos un centro comercial y sí tenemos un solar para construir la Santa Brígida del siglo XXI y no quedarnos disfrutando de la Santa Brígida del siglo XX. Es una gran oportunidad, que bien que fue mal, con el perdón del sufrimiento que ha causado a sus vecinos. Va a ser un sitio de parada, visita y de intercambio y riqueza total.

Es una gran oportunidad, que bien que fue mal, con el perdón del sufrimiento que ha causado a sus vecinos

¿Qué opina de que el ayuntamiento de Santa Brígida haya contado con la participación ciudadana para la reconstrucción del espacio?

Creo que en el gobierno tienen una composición que probablemente entre las lógicas políticas sea un problema, que es un pacto a tres, pero nosotros creíamos que estaban acostumbrados a pactar y hemos incorporado otro agente a la partida, que son los vecinos. Había condiciones para que no fuera un cambio radical, sino sumar jugadores a la partida. Les estamos tremendamente agradecidos la predisposición que han tenido a nuestros protocolos de participación.

Después de 21 años ha habido muchos inconvenientes, como que el colegio de arquitectos llevase el concurso a los tribunales y lo paralizara un tiempo. ¿Qué le pareció eso?

Los concursos de ideas hay que saber como hacerlos y se hacen cuando el cliente tiene una estrategia, y a partir de ahí se puede aportar unas ideas, porque si el cliente llega sin estrategias a ese concurso, puede que se transforme o que ponga en dirección a donde nunca quisiste ir. Ahora sí que habrá condiciones para hacer un concurso de ideas y antes no. 

Una de las preocupaciones de los vecinos de la Villa es que con este proyecto pase lo mismo que con el mamotreto. ¿Qué le diría a esos ciudadanos?

Que sigan así de preocupados, tienen que estarlo y por eso dentro del bloque de participación lo que hemos propuesto es una mesa de seguimiento para que esa preocupación tenga canales y formatos para trasladarlas y hacer auditorías y seguimientos. Me parece fundamentado y es lo que tienen que hacer. El día que dejen de estarlo es cuando inauguren el parque, hasta entonces que estén así, para eso propusimos la participación y que corriera paralela al proceso. 

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