Honores y distinciones del Cabildo (VI) | Hijo Adoptivo de Gran Canaria | Antonio Jesús Fernández Rodríguez Veterinario y director del instituto universitario de sanidad animal y seguridad alimentaria de la ULPGC

Antonio Fernández: «No podemos humanizar a los animales para no equivocarnos»

El veterinario destaca de toda su carrera profesional a las personas que ha conocido durante el camino

Recibirá el próximo 15 de marzo la distinción de hijo adoptivo de Gran Canaria

Antonio Jesús junto a un esqueleto de cachalote, encontrado en Fuerteventura.

Antonio Jesús junto a un esqueleto de cachalote, encontrado en Fuerteventura. / Jose Carlos Guerra

Antonio Jesús Fernández Rodríguez (La Palma) será desde el próximo 15 de marzo hijo adoptivo de Gran Canaria. Un premio que este veterinario acoge con ilusión y sorpresa. El reconocimiento le hace pensar constantemente en su familia, más concretamente en sus abuelos y sus padres, quienes están en un portarretratos de su despacho, orgullosos de ver cada paso que da, al igual que su mujer, una pieza fundamental.

Va a ser nombrado el próximo 15 de marzo como hijo adoptivo. ¿Cómo recibe esta noticia y qué supone para usted?

Lo primero es una sorpresa de las que cuando no las buscas ni esperas te cae encima para bien y es una alegría. Es una responsabilidad y aquí me adoptaron desde el principio. Todo esto es el sentimiento de que todo somos uno, independientemente de la isla, y que tenemos una misma alma y un corazón todos los canarios. Cuando pasan las cosas es cuando te das cuenta, como con el volcán de La Palma que se ha demostrado. Cuando recibí la llamada de Antonio Morales para comunicármelo me emocioné. Quiero dedicar este premio a mi familia, porque si mi mujer en el año 92 hubiera dicho que no nos íbamos a Gran Canaria, no estaríamos haciendo esta entrevista, y todo ha sido gracias a ellos. Los tiempos se lo hemos quitado a la familia. 

¿Supo desde siempre que quería dedicarse a la veterinaria?

Realmente lo de veterinario fue una decisión casi previa a ir a la universidad y a los recursos que teníamos en La Palma. La Laguna estaba más cerca y la posibilidad era ir becado y en aquella época tuve la oportunidad de conseguirla y me dieron la oportunidad de elegir salir a otras opciones, en este caso a la península y veterinaria era mi opción. Estudie en Córdoba, donde fui profesor y empecé mi carrera. Hice el doctorado, luego el postdoctorado en Alemania y luego me surgieron oportunidades como fue la universidad de Santiago, la facultad de veterinaria de Lugo y la oportunidad de ser profe en la universidad de Córdoba, ir a Estados Unidos y posteriormente la facultad de veterinaria de Las Palmas.

Ya en Las Palmas, donde ha dedicado la mayor parte de su actividad profesional, habrá tenido muchas anécdotas.

Claro, sobre todo el hecho de que era una facultad de veterinaria con un entrono de sector primario y ganadero no muy potente. Lo normal es que estas facultades estén en áreas donde la ganadería y el sector primario sea importante, y en Canarias es pequeño el PIB que corresponde a este sector. Cuando llegamos aquí precisamente nos llevaron a Zárate, y ahí empieza la historia, en unas condiciones que eran de todo menos adecuadas para una facultad de veterinaria por el mercado donde estábamos. El barrio nos adoptó y lo hicimos nuestro, y las dificultades de ahí son los éxitos de ahora. De Zárate después nos vinimos a Arucas. Llegamos en el año 1996 y la facultad asumió el reto de ser acreditada para permitir a los licenciados de entonces que pudieran trabajar en toda Europa. Ese es uno de los grandes logros de la universidad. Hemos incorporado el mar y animales marinos como una seña de identidad. Nos ha diferenciado el fabricar a una veterinaria que no solo sabe de perros, gatos y cabras, sino también de la salud y el bienestar de animales marinos. 

Los veterinarios estamos capacitados para mucho más que cuidar y curar animales

¿Qué significan los animales para usted?

Los animales son parte esencial de la sociedad, de la familia y de las personas. Son seres que sienten y el siglo XXI será el siglo del bienestar animal y a día de hoy hay un debate a la aproximación al humano, aunque yo creo que hay un ámbito amplio por recorrer porque no podemos humanizar a los animales para no equivocarnos. La base está en el respeto. Los animales para mí son un miembro más de la familia. Una relación familiar. 

¿Tiene algunos en casa?

Tengo un perro que no es mío y un gato que tampoco, pero los cuidamos mi mujer y yo. El perro es de mi hijo pequeño y el gato del mayor.

¿Cómo definiría la profesión de veterinario?

La gente asocia el veterinario con el animal y muchas veces como el que cura animales, y nosotros estamos profesionalmente capacitados para mucho más allá que cuidar animales. Estamos en un contexto donde es importante considerar que los veterinarios son sanitarios y en el covid se vio mucho más cerca. Estábamos en un contexto de profesionales de una salud. Somos profesionales que tratamos bien con la salud animal, y en la salud animal reside gran parte de la salud humana, porque muchos productos humanos son de animales y también tratamos con el ecosistema. Existe una íntima relación entre la salud medioambiental, la salud animal y la salud humana. 

Según la Universidad de Stanford, se encuentra entre los mejores investigadores del mundo. ¿Qué actuaciones le hacen llegar hasta ahí?

Aparte de tener buenos maestros en todos los países, que es la base, el desarrollo de la iniciativa personal. Lo más destacado ha sido investigar la sanidad de los animales marinos, que es la mejor referencia de protección de la fauna y cetáceos, y luego todo el trabajo que nos ha llevado a la Organización Mundial de la Sanidad Animal, donde por fin nos han pintado a las islas en el mapa. 

Antonio Jesús en su despacho de la facultad de veterinaria

Antonio Jesús en su despacho de la facultad de veterinaria / Jose Carlos Guerra

Ha sido galardonado en varias ocasiones. ¿Con qué premio se queda?

Con el premio Canarias de investigación del 2008 sin duda. Porque es el más representativo para un científico en las islas Canarias. Cuando era pequeño y en La Palma decían: ‘esta persona es canarión’, me decían que era incorrecto, que realmente las personas de Gran Canaria es a la que se les llamaba canarios. Mis abuelos y los mayores que me ensañaban eso ahora tendrán una doble alegría, que no solo es canario sino también canarión. Uno de nacimiento y otro de reconocimiento.

Tiene una gran carrera profesional y ha recorrido varios países dando conferencias. ¿Qué experiencia destacaría?

Si tengo que destacar algo es a las personas que he conocido. Me quedo con las personas y particularmente los maestros y el fluir de la vida académica y científica, que es de quienes hemos aprendido cosas para enseñar a día de hoy cosas. 

Háblenos un poco sobre su grupo de investigación de Cetáceos, que además ha sido líder mundial de comunicaciones.

Puedo decir que hay futuro. Y el futuro, aunque yo soy presente, ya hay presentes que me han superado desde hace tiempo. Creo que esta es la responsabilidad que hemos asumido desde aquí, el que el futuro en los ámbitos en los que yo desarrollo mi actividad está asegurado. Y esto es según lo quieras ver, un poco el deber cumplido o que vamos a seguir disfrutando. 

¿Tiene algún proyecto a futuro?

Todos los días, el día que no tenga uno no sé si volveré a trabajar. Lo que toca es que las islas estén más cerca en la ciencia, optimizar recursos y abordar problemas de forma sinérgica y colaborativa, además de lo que son las estructuras de integración científica en los distintos ámbitos. Si tenemos que aportar una piedra y arrimar el hombro, ya lo estamos haciendo, el que se acerquen con objetivos comunes y distribuyamos funciones. Yo lo llamo puentes interinsulares y redes archipielágicas. Hoy el mundo está globalizado, no hay fronteras y menos en la ciencia. 

¿Le falta algún sueño por cumplir, o ya se da por satisfecho con los logros que tiene?

No lo sé. Todos los días me levanto con retos e ilusiones, con las partes buenas y menos buenas de afrontar el día.