Tiempo en Canarias

La nieve que transmutó en calima

Tras la gran nevada de 2016 la calima y las altas temperaturas protagonizan los inviernos de los ocho últimos años

El polvo en suspensión comienza a sentirse en Europa

Así está el Pico de las Nieves tras la nevada

Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

Jueves 18 de febrero de 2016. El pronóstico anuncia para ese día en Gran Canaria probables chubascos tormentosos y unas temperaturas a la baja, «que podrían refrescar las zonas más altas». El rango de temperaturas esa semana era el propio de cuando existía el inviernillo canario, entre 5 y 12 grados en Valleseco, con la atmósfera de esta parte del Atlántico oreada por un alisio de componente norte enchumbándose de humedad a lo largo de su largo viaje oceánico.

Era un tiempo casi pretérito en el que el disfraz más confortable para disfrutar del carnaval era el de peluche, aunque ya entonces personas como Mauricio Sánchez, que vende ropa en Cruz de Tejeda, se quejaba de que nunca había vivido un invierno tan cálido. No se imaginaba que ese fin de semana le iba a llegar del toletazo.

Amanece el jueves. La borrasca entra de libro por el oeste tapizando de blanco El Roque de Los Muchachos primero y el Teide poco después, para comenzar a llover sobre el mediodía en la mitad norte de Gran Canaria.

Las temperaturas se derrumban y sobre la una de la tarde comienza el prodigio del granizo y la nieve. Los isleños se preparan para comprobar el fenómeno in situ, provocando una avalancha en busca de la fascinante materia a pesar del rápido corte de accesos, los cuatro principales que llegan a Cruz de Tejeda, y el reclamo del Cabildo del por favor no me estén subiendo. Hasta allí llegaron entre otros muchos, incluido un bebé de nueve meses, los jóvenes Jacobo y Zuleima, de Jinámar, que declaraban a la prensa: «Mañana subirán los niños con su abuela».

Las presas, en mínimos históricos

A medida que transcurre el rebumbio son cientos los vehículos con el capó enfilado al Pico de las Nieves. Aquellos «probables chubascos tormentosos» dejan a La Aldea aislada por trombas de 40 litros por metro cuadrado en la isla redonda y de hasta 80 en la vecina isla de Tenerife, lo que suponía una magnifica noticia para unos agricultores que llevaban sufriendo tres años de sequía, reflejadas en unas presas que se encontraban en mínimos históricos.

Un quitanieves se afana en limpiar los accesos al Pico de Las Nieves en febrero de 2016. | | LP/DLP

Un quitanieves se afana en limpiar los accesos al Pico de Las Nieves en febrero de 2016. / LP/DLP

El cuadro que amaneció el viernes lo completaban palmeras derribadas, derrumbes en las carreteras del interior, y más nieve y placas de hielo a partir de los 800 metros de altitud. El carnaval pende de un hilo porque esa misma noche toca gala drag, pero desde por la mañana llueve en cantidades de aljibe, y los termómetros se ponen polares, incluso a nivel del mar, como los 10 grados anotados en el aeropuerto de Gran Canaria. La cosa va a más, con entregas de granizo y aguanieve por toda la Trasierra, regando por fin la castigada vertiente sur con casi 40 litros por metro cuadrado en Tunte, mientras que en la cuenca de Tejeda jarreaba hasta los 150 litros en 48 horas.

Fin de semana nevado

Y, efectivamente, los sucesivos chubascos en la capital dejaron a las candidatas a drag varadas en el Santa Catalina. El episodio continuó hasta el martes 23 de febrero, sumando capa tras capa de nieve y granizo, y con la cumbre convertida todo ese fin de semana y principios de la siguiente en una estación de montaña. Aún sin contar el aporte de la nieve derretida en cinco días las precipitaciones aportan 1,4 millones de metros cúbicos a las presas, garantizando el riego en la vertiente norte hasta 2018, momento a su vez en el que muchos agricultores dan como la fecha de inicio de otro periodo de sequía que ya dura seis años.

Aquella gran nevada fue la última realmente significativa recibida en Canarias, y aquél acontecimiento meteorológico ha sido suplantado por episodios de calima cada vez más potentes, como la que casi asfixia al Carnaval de Santa Cruz de Tenerife los días 22 y 23 de febrero de 2022, con polémica incluida por no suspender los actos, y que también obligó a cerrar el tráfico aéreo por un gigantesco simún que literalmente levantó la tierra en la depresión chadiana de Bodelé, norte de Mauritania y Sáhara Occidental.

Pronóstico de calima en Canarias

Las calimas no son extrañas en los meses de invierno, pero a medida que transcurren las últimas décadas aumentan en tiempo e intensidad, -con otro inolvidable referente del día de Reyes del año 2002-, entre otros motivos por el desplazamiento al norte del anticiclón de las Azores, que debilita los alisios y hace fuerte a su vez a la dorsal africana que empuja el viento desde el este.

Vea vídeo sobre la calima en Gran Canaria (29/01/24)

Diego R. Moreno

Más de 10 días de calima

Y si en 2016 se hablaba en los últimos días de febrero de sorprendentes acumulados de nieve, en este 2024 en las mismas fechas de aquella efemérides se detallan episodios de más de 10 días consecutivos de calima, con apenas unas pocas jornadas para coger resuello, y unas máximas de récord para la estación. Aquí puedes encontrar más información de la previsión del tiempo en Canarias.

Este domingo regresará la calima a Canarias

Imagen de satélite de la calima entrando en Canarias. / NASA

Estos valores aumentan la temperaturas en el Mediterráneo, lo que se suma a la sequía en el Magreb, algo que explica, según la Organización Meteorológica Mundial, la aparición «de excepcionales fenómenos invernales saharianos hacia Europa en los últimos años», como detalla Sara Basart, responsable científica de la OMM.

Con sorprendentes entregas, como la que afectó al archipiélago entre el pasado martes 23 de enero al miércoles 31 de enero, que el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera del programa europeo Copernicus retrató con el satélite Sentinel-3. En la imagen, una gran columna de calima del Sahara que se expande tanto hacia América del Sur al oeste como a Escandinavia al norte. El mundo en polvo.