Agüimes

Ataque homófobo en Gran Canaria: 240 euros por lesionar «a un maricón de mierda»

La transexual Yuri González sufre una paliza en el Cruce de Arinaga y condenan a su agresor a un año de tareas sociales y a indemnización económica

«Quiero dar visibilidad a lo que estamos viviendo», asegura

Agresión homófoba en Gran Canaria

La Provincia

«Eres un maricón de mierda. Voy a quemar a todos los maricones». Yuri González, transexual, a quien dirigían estos insultos se dio la vuelta y respondió al que la perseguía y acosaba: «Ven y dímelo a la cara». Y se lo dijo. Un corpulento joven, A.A.B., se abalanzó contra esta vecina de Vecindario cuando tenía 17 años, y sufrió una agresión a plena luz del día en el Cruce de Arinaga. Le costó lesiones en cejas, labios, brazos y costillas por los puñetazos, navajazos y patadas que le propinó su agresor, mientras le gritaba: «Yo a los maricones los mato a todos». Mientras Yuri González yacía en el suelo agarrada por el cuello, su agresor la grababa con su móvil: «Mira como sangra el maricón», le decía y se mofaba. 

Son fragmentos que constan en el sumario del fallo dictado el pasado 17 de abril por el Juzgado de Menores número 1 de Las Palmas a favor de Yuri González Ramos, que declara a A.A.B. responsable y autor de «un delito de lesiones», penado con un año de tareas socio-educativas y condenado a indemnizar a la joven con 240 euros por las lesiones causadas.

«La sentencia me da igual ahora mismo. He ganado. He ganado una lucha más. La condena a esa persona me da lo mismo. Pero hay que educar para comprender y aceptar y quiero hablar por el colectivo que represento», asegura Yuri González después de conocer el fallo.

La agresión ocurrió en julio de 2023, Yuri González era menor de edad entonces. Ahora, ya con 18 años, se expresa libremente porque ante todo lo hace «porque quiero dar visión a lo que estamos viviendo. No es una cosa nueva, lo sabemos». Reconoce que lo triste es que «estando en este siglo, época, con tantas políticas o campañas de concienciación social, poco o nada ha cambiado en buena parte de la sociedad con los derechos que tenemos las personas de los colectivos LGTBI. ¿Tenemos que salir con algún arma de defensa para poder salir?». Yuri González insiste en que «hay que ser serios y dar visibilidad a todo lo que está ocurriendo y, con lástima lo digo, seguirá ocurriendo». Desde hace años tiene un grupo enorme de amigos y «es raro que alguna no haya sufrido una agresión verbal, física o acoso cada vez que salimos a la calle».

Estudia en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Las Palmas un ciclo de escultura aplicada al espectáculo para decoración de escenarios, aunque su objetivo es introducirse en esta especialidad en cine y moda. 

El agresor la golpeó a puñetazos, rajó con una navaja y grababa diciendo «mira como sangra el maricón»

Lleva un tiempo informándose a través de expertos en medicina y colectivos y ya se prepara para iniciar este año un tratamiento hormonal para que su cuerpo la defina como mujer físicamente. «Desde niña, con cuatro años, recuerdo que me gustaba ponerme faldas, tacones. Pero no salí del armario hasta 2022. Mis padres están ahí, no me dicen nada, pero tampoco obstaculizan mi camino. Soy y seré lo que quiero ser».

Recuerda que el acoso lo sufre «desde pequeño. Estudié en el IES Josefina de la Torre de Vecindario y siempre era lo típico, niños llamándome maricón y ese tipo de cosas. Me sentí respaldada por el profesorado, pero a los alumnos, ¿Quién los frena?».

yuir, transexual paliza cruce arinaga | Foto volcada por María José Pallarés el 27/04/2024 17:53

Yuri González, en una foto de su álbum personal. / La Provincia

Rememora el día de esa paliza como «algo que me pasó y que solo me ha hecho ser más fuerte. He estado este tiempo estudiando y apoyada por mis amigas y amigos, y ten por seguro que nos vemos en situaciones similares cada día. Ya te tienes que mentalizar de que una vez que sales a la calle alguien te va a insular, siempre te miran, te empujan en cualquier momento, o te sacan una navaja», insiste la joven. Dice que «hay que pararlo, pero es tan difícil. No hay educación para eso todavía». Se expresa con gran locuacidad y tiene claro que su meta es continuar sus estudios y reivindicar sus derechos y los del colectivo y, por supuesto, seguir como activista. 

Yuri González denunció la agresión por redes sociales, que publican sin control asuntos de menores, en julio de 2023 cuanto apenas le faltaban tres meses para cumplir su mayoría de edad. Quiso hacerlo público en otros medios tradicionales y por diversos factores familiares, no se lo permitieron. Entonces ya lo dijo: «Ahora no puedo, pero en cuanto sea mayor de edad, lo diré, quiero hacerlo. Y no es por mi, es por todos los que sufrimos a diario este acoso». Sus padres «lo pasaron muy mal cuando ocurrió. Pero ahora soy yo quien define y decide por mí».

Ocurrió en la calle Gofio del Cruce de Arinaga. el 16 de julio a las 18.45 horas. Caminaba con un amigo cuando escuchó desde atrás a alguien que le gritaba «eh maricón de mierda». En ese momento Yuri, que mide 1,83 centímetros y pesa 66 kilos, se giró y le contestó: «Eso dímelo a la cara». Y tanto que se lo dijo. Era corpulento y se le echó encima, la golpeó. Se ensañó. Le ocasionó lesiones en las costillas, brazos y cuello. El agresor le daba con el puño hasta que sacó una navaja y le hizo cortes en la ceja izquierda que precisó tres puntos de sutura. También le perforó el labio superior en la parte interior y exterior, que también precisaron de tres puntos de sutura cada uno. El acusado A.A.B. la agarró del cuello sacó su móvil y comenzó a grabarla gritando: «Así dejo yo a los maricones. Mira como sangra el maricón» mientras se mofaba. Con el cuerpo ensangrentado fue a la Guardia Civil y se desplazó al centro médico de El Doctoral, donde se activó el protocolo de atención sanitaria para las personas trans, recibió atención médica por las lesiones y denunció. Eso ya es historia. Yuri González sigue adelante con su vida sin miedo. Y orgullosa.