Puestos de Cruz de Tejeda vuelven al producto ‘made in China’ pese a la prohibición

El Cabildo abre expediente sancionador a un adjudicatario por vender productos foráneos como artesanía canaria

Artículos de origen foráneo en uno de los puestos de Cruz de Tejeda, este pasado fin de semana

Artículos de origen foráneo en uno de los puestos de Cruz de Tejeda, este pasado fin de semana / LP/DLP

Ponchos sudamericanos, telas orientales, juguetes, peluches, bebidas foráneas y hasta trajes de baño en plena cumbre. Estos productos están bien visibles en algunos de los puestos de venta situados junto al Parador de Turismo de Cruz de Tejeda, cuando aún no se ha cumplido ni un año desde que el Cabildo de Gran Canaria rehabilitara esas instalaciones y las sacara a concurso público para evitar, precisamente, que se siguieran comercializando artículos made in China como supuesta artesanía canaria. 

Tras las quejas de afectados, el Servicio de Patrimonio del Cabildo ya le ha abierto un expediente sancionador al propietario de uno los negocios por contravenir las cláusulas del pliego de la licitación, en las que se establece de forma clara que no se pueden vender productos foráneos. 

Ante la negativa a atender los sucesivos requerimientos verbales y por escrito, el área de Presidencia del Cabildo llevará a la próxima reunión del consejo de gobierno una propuesta de sanción contra ese adjudicatario, según adelantaron fuentes de ese departamento. 

Los incumplimientos de las cláusulas por parte de algunos adjudicatarios, según los escritos de protesta remitidos al Cabildo, se repiten a diario desde la reapertura de los cinco puestos que mantienen la actividad comercial en ese enclave turístico de la cumbre grancanaria, en el límite de la Vega de San Mateo y Tejeda

Venta fraudulenta

Las tiendas se ubican en el primero de esos dos municipios, cuyo Ayuntamiento también ha recibido denuncias por el supuesto fraude en la venta de productos típicos y ha respondido a los afectados que se trata de una competencia del Cabildo al ser el propietario de esas instalaciones. 

Además de la comercialización de productos prohibidos en los contratos, también se han registrado quejas por la colocación de los artículos en las zonas reservadas a los peatones y la ocupación de los cinco puestos de venta que quedaron sin adjudicar en el concurso público. 

Las cláusulas de la concesión obligan a ofrecer artículos exclusivos del Archipiélago canario

Con el argumento de que los típicos ventorrillos de souvenirs de Cruz de Tejeda se habían convertido en una especie de mercadillo ambulante, sin ningún tipo de control sobre el origen de las mercancías que se hacían pasar por piezas de artesanía isleña, tales como manteles calados o figuras de barro, el Cabildo acordó en el verano de 2022 dar por extinguidas las concesiones demaniales que los siete puestos que seguían abiertos, los señalados con los números 3, 5, 8, 9, 10, 11 y 12 e incoó un expediente de desahucio administrativo, pues las concesiones y las prórrogas estaban caducadas desde hacía dos años.  

Tras rehabilitar los doce puestos, los diez destinados a ventas, uno a información turística y otro cedido a los pastores trashumantes, unas obras que duraron 15 meses y costaron más de 220.000 euros, el Cabildo hizo una convocatoria pública para adjudicar las tiendas.  

Aunque en el propio pliego de condiciones se afirmó que algunos puestos «se habían ido cerrando por jubilación de los concesionarios o renuncia por diversos motivos», a lo que se unió «el hecho de que han entrado en el Servicio de Patrimonio del Cabildo de Gran Canaria muchas solicitudes demandando un puesto de venta en la Cruz de Tejeda», lo cierto es que solo se presentaron cinco solicitudes, precisamente los que quedaban antes de las obras de remodelación.  

En ese pliego, en el capítulo dedicado a describir la actividad a desarrollar, se especifica textualmente «vender productos locales, ecológicos y Km.0 con origen exclusivamente de la Comunidad Autónoma de Canarias, de artículos de artesanía, souvenirs, textiles y productos representativos de la alimentación canaria, quesos, frutas, frutos secos, repostería, pan o licores». 

Los adjudicatarios exponen ponchos sudamericanos, telas orientales, juguetes o bebidas foráneas

Cualquier cambio «deberá ser comunicado con suficiente antelación y consentido expresamente y por escrito por parte de la Corporación Insular» añade el pliego, que subraya que «queda expresamente prohibida la venta de productos foráneos». Sin embargo, según revelan imágenes tomadas este pasado fin de semana, en algunos puestos se exhiben vestimentas de países sudamericanos o telas con motivos hindúes y africanos, incluso en las zonas de paso de los turistas y potenciales clientes.  

«El establecimiento de estas normas -recalcan los pliegos- tienen como objetivo conseguir un correcto nivel de calidad en el desarrollo de la actividad, así como un adecuado mantenimiento de las instalaciones y equipamientos, que en todo momento satisfaga las necesidades y expectativas de los usuarios, compatibles con una imagen institucional que los concesionarios asumen». 

En otro apartado se recoge el régimen de derechos y obligaciones de los concesionarios, donde la venta productos foráneos se considera «una infracción grave» que darán lugar a multas de 100 a 300 euros. La reiteración de incumplimientos se estipula como «infracción muy grave», con sanciones de 300 hasta 600 euros, e incluso la extinción de la concesión.  

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