El juicio del asesinato de la italiana Mara Serighelli a manos de su pareja, Mor Ndao, quedó ayer visto para veredicto tras las dos sesiones que celebró en Arrecife la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas en el primer proceso con jurado popular que se celebra en la historia de Lanzarote.

El único acusado en la causa declaró en su alegato final que está "listo para cumplir con dignidad y corazón la condena que se me imponga. Yo soy el culpable de la muerte de mi mujer y nunca antes en mis 35 años de vida había perdido el control de esa manera", dijo Ndao. Añadió que le gustaría cumplir su pena en la cárcel de Tahíche, donde está en prisión preventiva desde hace más de año y medio, y se mostró "arrepentido" de lo ocurrido en la madrugada del 12 de octubre de 2011 en su domicilio de Puerto del Carmen.

Ndao subrayó que quería "muchísimo a Mara" y que cuando no trabajaba se ocupaba de cuidar a la hija de ambos, quien tenía veinte meses en el momento de la tragedia. Anunció su intención de remitir una carta a la familia de Mara en Italia para "pedirles perdón a ellos y a mi hija por lo que ha pasado".

La acusación particular, representada por la letrada Lara La Fontana, mantuvo su petición de condena por asesinato de 25 años de prisión para Ndao, con los agravantes de parentesco, ensañamiento y añadió la circunstancia de tiempo y lugar. También ratificó su petición de cinco meses de prisión por el delito de profanación de cadáver, ya que consideró probado que Ndao penetró sexualmente a su pareja después de matarla. La fiscal Teseida García y el abogado del Estado José Luis Risquete coincidieron con La Fontana en la solicitud de condena por asesinato con alevosía y profanación del cadáver pero no en el ensañamiento. La fiscal y el letrado tuvieron en cuenta el atenuante de confesión de los hechos de Ndao a la Guardia Civil, por lo que la condena propuesta es 18 años y cinco meses.

Por su parte, el abogado de la defensa, Guillermo Viera, dijo que "no se ha probado que el imputado realizara el acto sexual con su mujer después de ésta fallecer" y aseveró que los celos de Ndao y el hecho de que hubiera bebido alcohol pudieron empujarle a cometer el asesinato. Por otro lado, el magistrado presidente de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial, Emilio Moya, y el viceconsejero de Justicia del Gobierno canario, Pedro Herrera, quien ha supervisado el funcionamiento del jurado popular en la Isla, valoraron positivamente el desarrollo de esta experiencia, adoptada a propuesta del juez. La comunidad autónoma ha financiado el desplazamiento, alojamiento y manutención de los once miembros del jurado.

Moya explicó que la experiencia ha permitido "acercar la justicia a los ciudadanos, ya que, de lo contrario, los más de veinte testigos citados en esta causa se hubieran tenido que desplazar hasta la sede de la Audiencia, en Gran Canaria".

Ha sido el elevado número de testigos el que ha determinado la decisión del juez de solicitar la celebración del juicio en Arrecife junto con la circunstancia de que el Palacio de Justicia cuente con una sala adecuada para llevar a cabo este tipo de actos, además de la disponibilidad de las partes del proceso de que la vista tuviera lugar en la Isla y la aceptación de la Presidencia de la Audiencia Provincial.

En palabras de Herrera, "solo ha hecho falta colocar en la sala más mesas y asientos para el jurado". Moya dejó claro que "la celebración de más juicios con jurado en la Isla dependerá de la disponibilidad de medios, la decisión del presidente del tribunal, la valoración de cada caso y la conveniencia del desplazamiento".