Síguenos en redes sociales:

Arrecife

El hotel de todo permitido

Un resort de Puerto del Carmen que promueve un estilo de vida de diversión y sexo triunfa entre ´swingers´ y nudistas

El hotel de todo permitidoLP / DLP

Nada más traspasar el dintel de la puerta del Spyce Lifestyle, el recién llegado ya percibe una atmósfera diferente. Y un silencio que hace echar en falta el griterío que generalmente provocan los niños. Primera pista: se trata de un complejo sólo para adultos. Segunda pista: un perchero con prendas a la venta de lencería íntima, sugerente y muy picante. Una chica joven atraviesa la recepción, lleva puesto un vestido muy corto de hilo con grandes agujeros calados que revelan que no lleva nada debajo. Va complementamente desnuda y a nadie le sorprende. Tercera pista. Queda poco espacio para las dudas.

El Spice Life Style, ubicado en Puerto del Carmen, es un resort todo incluido, todo permitido, de "un estilo de vida liberal", tal y como ellos mismos se definen. Las parejas nudistas conviven en un mismo espacio con otras parejas que acuden buscando intercambios y con adultos que tan sólo quieren disfrutar de unos días tranquilos.

"El complejo se abrió hace ahora cuatro años, y fue una iniciativa de una pareja inglesa en colaboración con otra pareja americana", explica Lydia Thain, subdirectora del establecimiento. "Ellos iban habitualmente a México, a un establecimiento para parejas liberales y se plantearon montar uno en Europa para no tener que viajar tan lejos. Al pensar en un lugar adecuado, estuvieron de acuerdo en que ninguno mejor que Lanzarote".

Desde el mismo momento de su apertura, el Spice Lifestyle no ha dejado de recibir clientes, parejas de todo el mundo nudistas o swingers, que desean disfrutar de una estancia discreta en un lugar agradable y diferente.

Y sin duda lo es. El establecimiento cuenta con 67 habitaciones, de tres categorías diferentes (pasilla, mirasol y cascabel) según su tamaño y categoría, servicio 24 horas, spa, sala de masajes exóticos, restaurante, piscina, jacuzi, bar, zona de instalaciones para animación, discoteca, una sala chill out y un play room, o cuarto de juegos para parejas. "Al hotel viene toda clase de parejas, nudistas, swingers o ninguna de las dos cosas. De hecho, hay mucha gente que viene a experimentar como es esto", señala la subdirectora. "De hecho, muchas parejas aunque sean liberales no hacen intercambios entre ellos. Algunos se besan tan sólo, otros hacen intercambios completos y otros van a su aire".

Lo más importante es que todo el mundo se sienta cómodo, relatan. "Los límites se los marcan los propios clientes", explica Rebeca Backes, comercial del complejo. "Ellos van al restaurante o al bar y allí conocen a otras parejas e interactúan con ellos como desean. Muchos vienen con la idea de no hacer intercambio y cuando se marchan nos confiesan que han superado muchísimo el límite que ellos mismos se habían marcado".

Lydia Thain explica que cuentan con un animador que organiza juegos en la piscina siempre con temática erótica, utilizando juguetes sexuales. "Es muy habitual realizar lo que llamamos ´sacrificios´, esto supone que una clienta se presta voluntariamente a que le lllenen el cuerpo con pasteles o bollería y el resto de los clientes comen directamente de su cuerpo", cuenta con normalidad. "A este juego se prestan casi todas las mujeres que vienen al centro".

Al recorrer las instalaciones del hotel, es fácil encontrar parejas desnudas que charlan en las tumbonas con otros parcialmente vestidos o en bañador. La desnudez se considera algo natural y deseable. La búsqueda del erotismo y el placer es la prioridad de todos ellos.

Tanto Rebeca como Lydia podrían contar cientos de historias curiosas que les han ocurrido en los últimos años. Personas que se sorprenden a sí mismas, superando el pudor inicial. "En una ocasión vino un militar muy serio con su mujer y salió de aquí se fue con las uñas pintadas", cuentan. "En otra ocasión nos visitó una pareja en la que él estaba obsesionado con que su mujer interactuará con otro hombre. Cuando se fueron de aquí, una semana más tarde, sin que hubieran hecho ningún intercambio, él me decía casi llorando que no quería que a su mujer la tocara nadie, que no sabía cuánto la quería hasta ese mismo momento. Salió de aquí enamoradísimo de su mujer".

Historias de deseo y erotismo que se inician al traspasar la puerta del Spice Life Style de Puerto del Carmen. Un mundo lejano que se encuentra a la vuelta de la esquina.

Pulsa para ver más contenido para ti