El expresidente del Cabildo de Lanzarote y exalcalde de Arrecife, Enrique Pérez Parrilla (PSOE) no podrá volver a la política al menos en los próximos años tras ser condenado por el Juzgado de lo Penal número 3 de Arrecife a siete años y medio de inhabilitación por abrir el Teatro Insular sin la debida seguridad. La misma condena, por prevaricación, se impone al exconcejal de Urbanismo de Arrecife, Ubaldo Becerra, del PIL y al exconsejero de Cultura del Cabildo, Rubén Placeres (PSOE).
Los hechos se remontan a comienzos de 2009 cuando el Cabildo, propietario de las instalaciones, trataba de organizar un concierto en el teatro a sabiendas de que no contaba con todos los informes preceptivos para su apertura. De hecho, existía un informe técnico municipal y de una aseguradora que detectaba anomalías en los sistemas de detección de incendios y de extinción, así como de señalización de evacuación y en el que se hacía constar "que las medidas de protección contra fuegos eran insuficientes y que ante un siniestro podría dar motivo a grandes daños materiales y de vidas humanas", señala la sentencia.
Según la sentencia, el consejero de Cultura a pesar de conocer los informes negativos y de la existencia de deficiencias en el teatro "llamó de forma insistente2 por teléfono a Becerra "con el que mantenía cierta relación de confianza, influyendo de forma decisiva en la concesión de la licencia de apertura del teatro que le permitiese celebrar el concierto programado".
Por su parte, el concejal Ubaldo Becerra se puso a su vez en contacto con el alcalde de la ciudad, Enrique Pérez Parrilla, para instarle a que dictara la licencia, a lo que este respondió que él no iba a firmar nada habiendo informes negativos. Sin embargo, el consejero del Cabildo insistía al concejal y este volvió a interpelar al alcalde.
La Guardia Civil escuchó la secuencia completa de llamadas, porque tenía intervenido el teléfono del concejal de Urbanismo dentro de las investigaciones del "caso Unión" -una trama de presunta corrupción municipal- y pudo oír cómo el alcalde y él llegaban a la conclusión de que lo mejor era "hacerse los locos", permitir que el concierto se celebrara y no enviar a la Policía Local, para que el espectáculo transcurriera sin problemas.
Sin embargo, el consejero del Cabildo siguió insistiendo y el alcalde de Arrecife se avino a dar un permiso verbal, a pesar de que la secretaria del Consistorio, presente en las conversaciones, le dijo que no podía hacerlo, que "había un informe negativo con un montón de condiciones".
Finalmente, el concierto se celebró el 4 de febrero de 2009 "sin que el mismo dispusiese de licencia alguna de apertura y durante cuya actuación saltó la alarma de incendios y sin que se hubieran subsanado las deficiencias en materia de seguridad, evacuación, emergencia y contraincendios". Asimismo, el 13 de febrero de ese mismo año se celebró otro concierto en las mismas condiciones.
La solicitud de la licencia de apertura del teatro fue presentada por el Cabildo el 18 de junio de 2009 - tras acordarse su cierre ese mismo mes, y concedida el 11 de abril de 2011.
