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Entrevista a Antonio Ávila Blanco

"En fieles y laicos de Canarias percibo una actitud gozosa e ilusionada"

"Hay cristianos con una homofobia muy fuerte y otros que acompañan situaciones en ese sentido", opina el director del Instituto Pastoral de Madrid

Antonio Ávila, ayer, delante de la iglesia de San Francisco Javier, en Arrecife. D. R.

En su exhortación apostólica Evangelii gaudium (La alegría del Evangelio) de noviembre de 2013 el Papa Francisco dio las claves de la nueva evangelización. ¿Cómo se están aplicando en las comunidades religiosas?

La importancia de la Evangelii gaudium es que es el programa, dice el Papa Francisco, para la Iglesia en este pontificado. Es la línea programática que el Papa Francisco está desarrollando en documentos posteriores como el tema del medio ambiente en el Laudato Si o la misericordia en Misericordiae Vultus. El Evangelii gaudium nos invita a que hagamos un proceso de cambio, de conversión no solo personal sino que pongamos toda la Iglesia en actitud de misión. Es muy difícil responder cómo se aplica porque depende de los sitios, ya que el documento del Papa Francisco es para la Iglesia.

¿Considera que, en general, ha movilizado a la Iglesia?

Mi impresión es que está haciendo un golpe de atención muy importante que nos está movilizando a todos. Luego, creo que está habiendo procesos importantes de sensibilizarnos ante temas que probablemente estábamos poco sensibles. Por ejemplo, los temas de la ecología, la mujer, la familia o ser más cercanos y acompañar a la gente en sus situaciones y no estar tan preocupados por la normativa o los contenidos de la fe, sino fundamentalmente por las situaciones de las personas, especialmente, de las más vulnerables.

Antes de las dos sesiones que ha ofrecido este viernes en Lanzarote a sacerdotes y laicos usted ha impartido las ponencias sobre la conversión pastoral desde la Evangelii gaudium en 14 sesiones en Gran Canaria a curas y laicos. ¿Cómo ha calado en la Diócesis de Canarias este mensaje del Papa?

El mensaje está calando claramente. Entre otras cosas, la Diócesis de Canarias lleva trabajando un proyecto de pastoral que se está aplicando y revisando dicha aplicación y está en la línea de lo que propone el Papa Francisco. La impresión que tengo de las tardes con los laicos es que hay una actitud gozosa, alegre e ilusionada. Es una de las cosas que nos pide el Papa Francisco, que no tengamos cara de funeral sino que nos sintamos portarores de una alegría y una respuesta a las necesidades de la gente que nos rodea en todos los sentidos. Eso lo percibo tanto en el clero como en los laicos. Otra cosa es que nos encontramos con problemas importantes, como el relevo generacional en las vocaciones y en la incorporación de animación de que los jóvenes participen de todo ese proyecto.

¿Qué se puede hacer para animar a los jóvenes para que se incorporen más a la vida religiosa?

En primer lugar tenemos que estar cerca de ellos y no estar al margen de sus intereses, preocupaciones y problemáticas. Luego también es importante, como dice el Papa Francisco, transmitir el Evangelio como fuente de alegría y de sentido y no como normas, imposiciones y algo del pasado, sino más bien del presente y del futuro. Por otro lado, hay que estar presentes en los espacios en los que están los jóvenes como el proceso educativo, los espacios de ocio y de marginación y exclusión.

¿Qué puede favorecer y dificultar la acogida de los mensajes de la exhortación pontifical en las comunidades religiosas y también laicas?

En cuanto a las difultades, eso lo ha dicho el Papa Francisco, es la filosofía de 'esto se ha hecho así', 'para qué lo vamos a cambiar', 'en esta rutina ya nos manejamos' y entonces dejar que las cosas se queden como están y no echar ilusión y creatividad. Otra tentación que tenemos es trabajar uno por libre y no en grupo. La Iglesia somos comunidad y el trabajo comunitario es muy importante. Eso supone potenciar la participación de los laicos, los órganos de corresponsabilidad, los consejos de pastoral, los consejos de catequistas, los animadores de Cáritas y de todo el área social y así sucesivamente. Es decir, aprender y trabajar efectivamente de forma grupal, participativa y corresponsable. La Iglesia somos todos y no solo los curas y las monjas.

¿Hará falta mucho tiempo para que la Iglesia sea más tolerante con los homosexuales?

La Iglesia y los documentos del Papa Francisco piden que seamos tolerantes, responsables con personas que tienen determinadas orientaciones sexuales y con la que tengamos cada uno. La jerarquía de la Iglesia somos todos los cristianos y en los cristianos hay gente que tiene una homofobia muy fuerte y gente que trabaja y acompaña desde hace mucho tiempo situaciones complicadas en ese sentido. Igual que se habla de intolerancia en la Iglesia podríamos señalar cuántas instituciones de la Iglesia han acompañado situaciones muy duras de homosexuales. Cuando empezó el boom del Sida uno de los primeros que estuvo al pie del cañón con los enfermos fue la Iglesia.

¿Necesitará España unas terceras elecciones?

Eso preguntéselo a los señores políticos, a sus personalismos y sus intereses. Es una vergüenza que estemos en esta situación donde al final son intereses partidarios y personales y no el servicio a la sociedad lo que está primando. La Conferencia Episcopal hizo un documento pidiéndole al pueblo español y a los políticos que buscáramos el bien común y de la sociedad. Espero que se conforme un gobierno al servicio de la sociedad, que tenemos problemas muy importantes, como el paro, la distribución de la renta, la educación o el futuro de los jóvenes.

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