Aprender a confeccionar un gánigo de barro al igual que hacían los antiguos majos de Lanzarote, pintar acuarelas con tinta de cochinilla, tomar un zumo de frutas ecológicas, probar una tabla de quesos con mermelada o confeccionar una roseta son algunas de las experiencias que se podrán realizar en el Monumento al Campesino tras la apertura en la tarde de ayer del mercado autóctono sostenible 'MAS Campesino'.
La Plaza de los Artesanos de la Casa-Museo del Campesino cuenta con un total de diez puestos con el que se pretende mostrar el trabajo y la actividad del sector primario y permitirá la generación de nuevas experiencias a partir de la interactuación del visitante con las técnicas y herramientas tradicionales de la isla. Además de los talleres, se venderán los productos de los artesanos.
La cultura de la cochinilla, la empleita, la cerámica tradicional, la agricultura ecológica, las rosetas, la marroquinería con pieles autóctonas, los quesos y las mermeladas, el gofio, el mojo y los jabones de creación artesana forman parte de una iniciativa que podrá visitarse todos los días de la semana de 10.00 a 17.45 horas, es decir, en el mismo horario del Monumento al Campesino.
Los talleres, con un precio medio de tres euros, pretenden que los turistas y residentes conozcan algunas técnicas básicas de la artesanía tradicional. El alfarero Joaquín Reyes, natural de Máguez (Haría) asegura que todos los elementos que se usarán en los talleres son naturales extraídos en distintos puntos de la geografía conejera. "Todos mis productos se hacen a mano, sin tornos ni moldes", recalca mientras muestra el barro cogido de la montaña de Haría.
Manuel Peláez, uno de los agricultores lanzaroteños defensores de la agricultura ecológica insiste en que todos los productos cuentan con la certificación ecológica. Además, de la venta de frutas y verduras también es posible tomar un zumo natural o asistir a clases para elaborar recetas de arroz con cochino negro o batatas de jable sancochadas con mojo de hierbas templadas.
La rosetera Macarena Arrocha asegura que los talleres, que no duran más de media hora, se podrá realizar sencillas rosetas que los participantes se podrán llevar e incluso zarcillos, aunque el precio será mayor por el material.
Un telar tradicional
Las acuarelas de tinta de cochinilla es otra de las técnicas que se impartirán en los talleres de MAS Campesino e incluso se puede adquirir pequeños tarros de cochinilla secas para elaborar tintes. Otra de las experiencias la aporta el telar de Montse Selva que aprendió las técnicas tradicionales de Lanzarote en la Escuela de Arte Pancho Lasso de Arrecife. En este caso, los talleres se realizan en pequeños telares manuales.
Selva destaca que sus creaciones están realizadas con las técnicas tradicionales aunque aplicadas a diseños más contemporáneos. No obstante, en su tienda se exhiben algunas obras más tradicionales de le tejedora lanzaroteña, Inmaculada Fernández.
Las mermeladas Lala de Fefo Nieves y los quesos Tinache de Mario Morales también se podrán adquirir en el mercado. Morales destaca que se harán catas de quesos y de elaboración de tablas de quesos, mientras que Fefo Nieves indica que sus talleres irán destinado a dar a conocer la elaboración de las mermeladas aunque no será posible hacerlas 'in situ' al no tener una cocina.
En los talleres de Yolanda Torres, que se dedica a la elaboración de sombreros con palmito y trigo y las típicas sombreras de Lanzarote, estarán centrados en la realización de flores de colores con camisas de millo. "Es una técnica más accesible aunque también se podrán realizar talleres de palmito pero serán cursos más largos", señala.
El Monumento al Campesino (que forma parte de la red de Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo) fue diseñado por el artista César Manrique en 1968 en reconocimiento al esfuerzo de los hombres y mujeres del campo lanzaroteño que se enfrentaron a las condiciones más adversas para dar vida al territorio insular. El consejero de los Centros Turísticos, Echedey Eugenio anunció ayer la próxima apertura al pública de uno de los anexos de estas instalaciones en los que se recreará una vivienda tradicional conejera.
