El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su familia han dado la bienvenida a 2019 en Lanzarote, aunque hasta ahora su presencia en la Isla fuera de la residencia La Mareta, situada en Costa Teguise, ha pasado más bien inadvertida. El palacete lo han abandonado en contadas ocasiones desde que llegaron el pasado sábado acompañados de su mascota, la perrita Turca, que ya se ha hecho áun más popular en las redes sociales y en los medios de comunicación nada más pisar tierra en el aeródromo militar, donde aterrizó el avión Falcon del Ejército en el que viajaron desde Madrid.
Incluso, Sánchez no dudó en llevársela a hacer deporte el pasado domingo junto a él, en el coche en el que salieron de La Mareta poco antes de las diez de la mañana, cuando se vio al presidente en ropa deportiva y con gorra en uno de los vehículos que utiliza en sus contados desplazamientos en la isla de los volcanes.
El presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, lo animó el pasado viernes a que "recorra nuestra Isla, admire su belleza y disfrute de nuestra forma de vida". Se esperaba que Sánchez visitara algunos de los Centros de Arte, Cultura y Turismo de la corporación insular, pero desde esos espacios, creados por César Manrique, señalaron ayer que "no lo hemos visto por aquí".
Los trabajadores recibieron un aviso a finales de la pasada semana de la posible visita de Sánchez "este domingo o lunes", tal y como confirmaron algunos de ellos este martes.
A diferencia del exprimer ministro británico David Cameron, que eligió Lanzarote para descansar en 2014 y 2016 y se le pudo ver en el mercadillo de Teguise, Arrieta, Papagayo, surfeando en Famara o el puerto deportivo Marina Rubicón, Sánchez ha pasado desapercibido. De hecho, fuentes cercanas al mandatario han asegurado que el presidente está "en modo vacaciones", dando a entender que apenas sale de La Mareta, donde tiene 'todo incluido'.
Si el día antes a su llegada la Plataforma Justicia para Gloria le solicitó por carta una reunión para darle a conocer la situación de "maltrato, acoso y persecución a la que, según ese grupo de 14 colectivos está sometida" la sargento del Seprona en Lanzarote, Gloria Moreno, el pasado domingo integrantes de Vox le pidieron sin éxito reunirse con él para decirle, entre otras cosas, que "no es bienvenido a Lanzarote" y funcionarios de la prisión de Tahíche le hicieron una pitada para reclamarle aumento de sueldo y plantilla. El lunes la protesta llegó de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Ese colectivo denunció en redes sociales que los efectivos que trabajan para Sánchez en La Mareta están "sin relevos, aguantando bajas temperaturas, sin garitas ni refugios" y "con dietas ridículas".
