En Lanzarote existen 398 rotondas de tráfico, según el estudio crítico sobre el paisaje de Lanzarote Biocrit. La Isla, que tiene una superficie de 846 kilómetros cuadrados, cuenta con una glorieta por cada dos kilómetros cuadrados, detalla el diagnóstico del estudio MPC Arquitectos S.L., realizado por encargo del Consejo de la Reserva de la Biosfera de Lanzarote en 2016.
El uso del vehículo privado es prioritario en la movilidad de Lanzarote y la rotonda es "una solución viaria" para organizar el tráfico. Sin embargo, a pesar de la presencia hegemónica de ese tipo de elementos, no hay una imagen única para esas intervenciones en un territorio donde el paisaje es su seña de identidad más marcada, lo que "ha provocado la emergencia desequilibrada de propuestas creativas en contraposición a la línea marcada de César Manrique", recoge el Biocrit.
El equipo redactor del Biocrit, formado por los arquitectos Flora Pescador, Vicente Mirallave y Jin Taira, destaca que "no existe un estudio artístico-estético coordinado en la Isla" sobre las rotondas. De ese modo, se pueden ver esculturas de diverso tamaño en su interior, bordes realizados con materiales y alturas diferentes y vegetación tanto local como no autóctona. En relación a este último tipo de plantación, el documento considera necesario "el control sobre la plantación de especies exóticas o foráneas".
El municipio de Yaiza es el que concentra el mayor número de rotondas, 189 (el 49,7% del total). Le siguen Teguise (67); Tías (49); Arrecife (44); San Bartolomé (31); Tinajo (13) y Haría (5), precisa el diagnóstico sobre el efecto generado por las distorsiones en la singularidad del paisaje y la Marca Lanzarote desde los años sesenta hasta la actualidad, en el que se estudió también la construcción histórica del modelo de isla arte de Manrique.
El análisis de las rotondas es uno de los parámetros con mayor incidencia en el paisaje insular que se incluye en la investigación del Biocrit junto a los de los accesos a la Isla desde el puerto y el aeropuerto, los senderos, los carriles bici, la cartelería y la publicidad, el viario y las estaciones de servicios, entre otros.
Permisos y selección de obras
Tras la presentación del análisis del Biocrit en 2018, el siguiente documento fue el de las directrices del Biocrit, que se presentó en el Consejo de la Reserva de la Biosfera la pasada semana.
Los arquitectos consideran que "no todas las rotondas se deberían diseñar para albergar algún hito", y apuntan que ese tipo de elementos debería reducirse al mínimo.
Entienden que, en general, las rotondas localizadas en lugares de grandes aperturas panorámicas y extensos vacíos deberían diseñarse siguiendo criterios semejantes y en continuidad con el paisaje existente, con sus mismos materiales, vegetación, si la hubiera, y cromatismos.
Por otro lado, sugieren que en estas estructuras "localizadas en ámbitos periurbanos, el ajardinamiento, preferiblemente, se debería hacer con especies locales". En el caso de las ubicadas en el acceso a poblaciones y núcleos urbanos "cabría la posibilidad de integrar un hito de arte al menos inspirado en un cierto sincretismo esencialista o en cualquier caso que fuera un criterio artístico coordinado y aprobado por comisiones de expertos en la estética insular".
El Cabildo debería informar con carácter previo a que las instituciones concedan autorización para la instalación de elementos figurativos de cualquier naturaleza, cultural o conmemorativa.
Asimismo, proponen que sean expertos y artistas reconocidos los que seleccionen, en las comisiones de Cultura y Patrimonio, las obras de arte a instalar.
