"Será imposible". El consejero de Turismo del Cabildo de Lanzarote, Ángel Vázquez reconoce que será imposible que los turistas que todavía permanecen alojados en los distintos establecimientos turísticos de la isla puedan abandonar la isla antes del próximo 26 de marzo, para cumplir con la orden dictada por el Ministerio de Sanidad en la que especifica que todos los hoteles y alojamientos similares, campamentos, aparcamientos de caravanas y otros establecimientos similares ubicados en cualquier parte del territorio nacional, deberán suspender la apertura al público.

El baile de cifras en los últimos días sobre el número de turistas que están alojados en Lanzarote es constante entre las distintas fuentes del sector turístico de Canarias. Por tal motivo, la Federación de Empresarios Turísticos de Lanzarote se ha comprometido a elaborar para el próximo lunes un censo más detallado de cara a diseñar un plan de evacuación y realojo al ser conscientes de que no se podrá llegar al turismo cero en tan poco tiempo.

Otro de los problemas a los que se enfrentan los turistas que están en la isla es a las restricciones de plazas en los aviones para poder cumplir con las normas recogidas en el Estado de Alarma. El aeropuerto de Lanzarote es el punto neurálgico de la crisis turísta. Miles de pasajeros hacen cola cada día para coger un vuelo de regreso, sin apenas cumplir con la denominada distancia social o evitar el contacto cercano con otras personas para disminuir el contagio por coronavirus.

"Es una locura", reconoce el consejero de Turismo para definir el trabajo que se está realizando para coordinar la repatriación de todos los turistas. Uno de los objetivos será conocer la cifra exacta de visitantes para realojarlos en algunos establecimientos, fundamentalmente en aquellos que cuentan turistas de larga temporada, es decir, cuya estancia llegar a ser de varios meses.

Quien también lo están teniendo difícil para salir de la isla son los turistas nacionales al haber limitado drásticamente las conexiones con la península.

Una veintena de turistas vascos que se encontraban de vacaciones en Lanzarote cuando se decretó el estado de alarma y el confinamiento en domicilios han hecho un llamamiento al Gobierno Vasco para que les ayude y gestione su regreso a Euskadi, ante el cierre inminente de hoteles ordenado por el Gobierno central, que les puede dejar en la calle y ante la imposibilidad de encontrar vuelos con destino a la península tras las cancelaciones sucesivas realizadas por las compañías aéreas.

Mikel Latorre, vecino de Vitoria de 38 años, junto a su pareja, Lina, y su bebé de 15 meses, Ibai, llegaron a la isla el 9 de marzo y tenían previsto regresar a la capital alavesa el 16 de marzo. "El día 15 se decretó el estado de alarma y Vueling nos canceló el vuelo previsto para el 16 de marzo", señalan. Desde entonces, sus tres posteriores intentos de embarcar tanto en esa compañía como en otras han sido sucesivamente cancelados.

A otro de los problemas que se están enfrentando las instituciones de la isla es a los turistas que no están contabilizados oficialmente al haber venido a Lanzarote a través de viviendas vacaciones ilegales. "No los controlamos", afirma el consejero de Turismo que advierte de la dificultad a la hora de programar el regreso a sus casas de estos turistas tantos nacionales como internacionales.

El Cabildo trabaja con la posibilidad de mantener abiertos varios hoteles de la isla más allá de la orden de cierre acordada por el Ministerio de Sanidad por la imposibilidad de repatriar a todos los turistas. "No vamos a dejar a nadie tirado", asegura Vázquez después de la reunión mantenida por videoconferencia con representantes del sector de la isla coordinada por la presidenta del Cabildo, Dolores Corujo. "Es importante valorar y medir las ayudas para paliar las consecuencias de la emergencia sanitaria", insiste Corujo. "Hay que tener paciencia", insiste Vázquez que recuerda que por encima de todo está la crisis sanitaria.