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Reliquias del pasado marinero insular

El Cabildo salva al atunero ‘Nuevo Santa Teresa’, una de las tres embarcaciones de su propiedad | En 2016 fueron las balandras ‘María del Rosario’ y ‘Bella Lucía’

Reliquias del pasado marinero insular

El anuncio esta semana del Cabildo de Lanzarote de acometer la rehabilitación del atunero Nuevo Santa Teresa, una embarcación cedida a la corporación insular para fines científicos-culturales en 2003 y atracada hasta esta semana en Puerto Naos, pone de nuevo de actualidad otros proyectos para homenajear y recuperar el patrimonio del pasado marinero, pero que aún no han fraguado. Los casos de las balandras María del Rosario y el Bella Lucía evidencian el contraste entre las promesas y la realidad, de los discursos de los políticos a su ejecución real.

Reliquias del pasado marinero insular

Estas dos últimas embarcaciones, salvadas del desguace por el Cabildo e incorporadas al Patrimonio de Bienes Insulares, tienen como destino, de cumplirse lo aprobado en la sesión pleñaria celebrada el 28 de noviembre de 2016 bajo la presidencia de Pedro San Ginés (Coalición Canaria), integrarse en el futuro gran parque urbano ubicado en el barrio de Valterra y con la creación de un Museo de la Pesca. Propuesta esta última que depende de la desafección de la antigua nave de Frigorsa para acometer un proyecto con un presupuesto de 4.770.000 de euros y un plazo de inicio y finalización entre los años 2017-2026.

Reliquias del pasado marinero insular

El Museo de la Pesca, según se explica en la web www3.gobiernodecanarias.org/presidencia/fdcan/project/creacion-del futuro-museo-de-la-pesca/, una acción con la que se busca «la conservación y la puesta en valor del patrimonio histórico de Lanzarote mediante la creación de un nuevo espacio visitable que contribuya a la generación de recursos sociales y económicos a la región, así como la posible creación de pequeñas empresas asociadas a la gestión y puesta en valor del patrimonio y al sector de la restauración y el ocio. Para ello se creará en Arrecife un museo relacionado con el mar y la pesca».

Una idea que puede retomarse ahora con la rehabilitación del atunero Nuevo Santa Teresa tras 18 años olvidado en el Puerto Naos, a punto de hundirse y desde el 27 de abril ya varado en la Marina de Lanzarote.

Nuevo Santa Teresa. La embarcación, la primera de su tipo que llegó a laIisla, permanecía amarrada en Puerto Naos desde hace casi dos décadas. Durante este tiempo, ha sufrido distintos problemas en la carpintería, agudizados en el casco, lo que le han llevado a tener que afrontar varias reparaciones, la última en el año 2017. La presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo, lamenta «el abandono» al que se ha sometido al patrimonio de la isla «por inacción, desconocimiento o falta de voluntad e ideas», y anuncia que la Primera Institución de la isla acometerá un proyecto de rehabilitación integral del Nuevo Santa Teresa, «que es un recuerdo de nuestros pescadores, una parte esencial de la historia de una isla y de una forma de vida estrechamente vinculadas al mar, que no podemos permitirnos el lujo de dejar morir».

María del Rosario. El Cabildo trasladó el 10 de abril de 21018 esta balandra a las inmediaciones y área portuaria del monumento elevado a la memoria de los asesinatos del Cruz del Mar (1978). Esta embarcación ya tiene su espacio para ser expuesta en seco en esta zona para ser restaurada. En noviembre de 2016, el Cabildo alcanzó un acuerdo con la Autoridad Portuaria de Las Palmas para incorporarla al Patrimonio de Bienes de la isla, salvándola así de ser desguazada por encontrarse abandonada. Los únicos datos documentados de esta embarcación emblemática, se remontan a 1950, aunque se está estudiando y existen algunos indicios de que pudiera ser la embarcación Rosarito, que naufragó y posterioremente podría haber sido restaurada, y que podría haber sido adquirida en 1936 por Antonio Armas, en cuyo caso se dataría de principios de siglo y que se destinó al cabotaje y comercio entre Canarias, Península, norte de África y Cabo Verde.

‘Bella Lucía’. Esta goleta fue construida el 20 de diciembre de 1881 en el puerto de Las Palmas, según reza en la documentación sobre su historia, que puede consultarse en Apuntes de la historia marítima de Canarias. Este buque lo construyó «con maderas del país el maestro constructor Don Manuel Marqués y se botó al agua el día 20 del actual habiendo sido arqueado el 7 de noviembre último con arreglo al Reglamento de 2 de diciembre de 1874 resultando medir: eslora, 23.04 metros; manga de fuera áfuera, 6.46 metros; puntal, 2.72 metros, y tener las toneladas siguientes: Tonelage, total , 85.80; correspondiente a los descuentos, 4.29; neto, 81.51. Siendo el valor del buque el de diez y ocho mil setecientas cincuenta pesetas”. El primer dueño de la embarcación fue Vicente Delgado Vera, vecino de Las Palmas de Gran Canaria. La señal distintiva o numeral, como se refería en la época, era la HDSL. Por escritura pública otorgada el 23 de octubre de 1889, icente González López, vecino de Santa Cruz de Tenerife, compra la Bella Lucia por 27.500 pesetas. Finalmente, el 6 de abril de 1931 pasa a la tercera lista de la matrícula de Las Palmas, como embarcación de pesca.

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