No podía ser de otra manera el último adiós al conocido pescador del pueblo de La Santa Daniel Olivero Hernández, padre de once hijos y fallecido ayer a los 92 años de edad. Bucios, bocinas y una parranda con timple y guitarra pusieron este mediodía las notas marineras en la despedida en la iglesia de San Roque y el cementerio municipal de Tinajo a Daniel, conocido como 'el patriarca de la gamba de La Santa', el marisco que descubrió su hijo Wenceslao hace ya más de dos décadas en aguas del oeste de Lanzarote y de cuya captura se encarga la familia Olivero Martín desde entonces.
Los bucios y bocinas sonaron de mano de sus familiares junto a las campanas al salir el féretro desde la iglesia de San Roque hasta el coche fúnebre que lo trasladaría hasta el campo santo de Tinajo, donde recibió sepultura.
En el cementerio continuó la sinfonía marinera con timple y guitarra a cargo de Clotildo Martín y José Rodríguez. Clotildo compuso para el marinero de La Santa la folía 'Para Daniel Olivero en el día de su último sueño', que cantó a Daniel y dice así:
Con el vaivén de las olas
en el timón con tus sueños
Tu legado se hizo escuela
tus hijos son marineros.
Que la mar te arrulle en calma
y que no altere tu sueño.
A continuación, ambos interpretaron la popular Somos costeros, que los familiares acompañaron con las palmas para despedir a su ser querido, "un hombre forjado en la fragua de la mar salpicado desde su niñez por la música y el salitre de las olas".