El conocido pescador del pueblo de La Santa (Tinajo) Daniel Olivero Hernández (Mancha Blanca, 1929- La Santa, 2021) falleció en la madrugada de hoy jueves, 26 de agosto, a los 92 años de edad, ha comunicado su familia. Murió en casa de su hijo Cristóbal, donde los últimos días estuvo rodeado de su familia y amigos, al igual que en otras ocasiones. "No quería tristeza", asegura Cristóbal.
Bautizado por la actriz Ana Duato como 'el patriarca de la gamba de La Santa' en el programa de TVE 'Un país para comérselo', por ser padre de Wenceslao, descubridor desde hace más de dos décadas de la pesca de ese crustáceo en el oeste de Lanzarote junto a sus hermanos y otros miembros de su familia, Daniel dedicó gran parte de su vida a la mar. La gamba de La Santa es uno de los manjares de la gastronomía lanzaroteña.
Desde muy temprana edad se trasladó con su hermano Alejo hasta el pueblo marinero de La Santa, donde pasaba algunas temporadas en tiempos de bonanza y al cumplir 14 años comenzó a trabajar como marinero primero en barcos de vela y luego a motor. Allí fue donde conoció a la que sería su mujer, Catalina Martín Armas, con la que se casó a los 21 años y de la que enviudó décadas después.
Viudo de Catalina Martín con la que tuvo 11 hijos, empezó a trabajar en la pesca cuando tenía 14 años
"Un hombre forjado en la fragua de la mar salpicado desde su niñez por la música y el salitre de las olas”, tal y como aseguró el Cronista Oficial de Teguise, Francisco Hernández, en 2019.
Para poder sacar a su numerosa familia de 11 hijos adelante se enroló en África en barcos de pesca de mayor tonelaje y cuando en la década de los años 60 comenzó a despegar el turismo, se trasladó a Gran Canaria y Tenerife a trabajar en la construcción y poder así reunir dinero para comprarse una vivienda y su propio barco, 'San Román', objetivos que logró a los 35 años. Al regresar a La Santa se dedicó a faenar en su embarcación y cuando el mar estaba malo se dedicaba a mariscar desde el alba al anochecer, recuerdan desde el Ayuntamiento de Tinajo.
Un hombre solidario
En 1987 Daniel acogió durante mes y medio en su casa a una pareja de extranjeros que fue asaltada y despojada de sus pertenencias. Él y su familia les facilitaron ropa y comida hasta que consiguieron la ayuda necesaria para poder regresar a su país. El Cabildo de Lanzarote le reconoció ese gesto solidario con la entrega de una placa conmemorativa. Asimismo, atendió a más personas a las que les abrió las puertas de su hogar, "ofreciéndoles todo cuanto han necesitado y han tenido a su alcance".
Daniel fue colaborador en charlas sobre la pesca y sus artes en los colegios e institutos de Lanzarote así como en fiestas locales. Se resistía a cruzarse de brazos y ver pasar el tiempo. Por eso, impartía talleres de nudos y construcción de guelderas a los niños del colegio Guiguan de Mancha Blanca y participó en el proyecto Canarias por una costa viva.
En 2019 fue pregonero de las fiestas patronales de San Roque, en su municipio de Tinajo.
Daniel tenía 11 hijos, entre ellos el exconcejal del Ayuntamiento de Tinajo Cristóbal Olivero, 23 nietos y 25 bisnietos.
La capilla ardiente se encuentra instalada en el tanatorio municipal de Tinajo. El sepelio y misa funeral serán mañana viernes, 27 de agosto, a las 12.00 horas, en la iglesia de San Roque. A continuación, será inhumado en el cementerio de Tinajo.
