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Tribunales | Cuarto juicio por el ‘caso Montecarlo’

Presiones y ceses a los funcionarios que advirtieron las irregularidades

El tesorero, la exsecretaria y una técnico niegan que Montelongo mediara, sino que declaran que hizo frente común con el interventor | Cinco listados distintos

Declaración de uno de los testigos durante la tercera sesión del juicio del ‘caso Montecarlo’. | | JOSÉ LUIS CARRASCO

Funcionarios y técnicos de Tesorería, Secretaría e Intervención del Ayuntamiento de Arrecife declararon ayer como testigos en la tercera sesión del juicio del caso Montecarlo y tres de ellos describieron “presiones” y situaciones “violentas” con el que era concejal de Hacienda, José Montelongo, e incluso destituciones de sus puestos por denunciar o advertir de posibles irregularidades, según informa La Voz de Lanzarote.

Uno de ellos ha sido el tesorero, Antonio Cabrera Panasco, otra la exsecretaria, Asenet Padrón, y la tercera una técnico de intervención, Mari Carmen Villaverde, que durante una época sustituyó al tesorero en su ausencia, pero terminó siendo apartada del cargo por Montelongo, según ha declarado. “Tuvimos unas diferencias de opinión acerca de unos pagos que se iban a hacer y me sustituyó por otra persona”, señaló en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial.

El primero en declarar ha sido el que era y sigue siendo tesorero del Consistorio, que negó que José Montelongo hiciera de “mediador” entre el interventor y él “por su mala relación”, como había declarado el día anterior el exedil. De hecho, Cabrera Panasco afirmó que lo que encontró fue un “frente común” contra su criterio. En concreto, se ha referido a una reunión a la que fue convocado con el entonces alcalde, Cándido Reguera, con Montelongo y con la que era concejal de Recursos Humanos, Nayra Callero. “Fue una cosa muy desagradable, muy violenta”, dijo.

Listados distintos

En ese momento, el Ayuntamiento se iba a acoger a una línea de crédito aprobada por el Estado, para que las administraciones locales liquidaran deudas antiguas con sus proveedores, y uno de los requisitos era que el tesorero confirmara que se cumplía el orden de prelación, es decir, que se pagaban las facturas por orden de antigüedad, para no dejar fuera las que tuvieran preferencia. Sin embargo, afirmó que lo que le entregaron fue una lista de las facturas que se iban a reconocer, pero sin aclarar si esas eran todas las que había, ya que esa información estaba en Intervención, pero no constaba en Tesorería. “Ahí hubo una discusión, porque no se aclaraba ese tema”, añadió.

El funcionario declaró que no le consta quién elaboró ese listado, pero señaló que quien se lo entregaba era José Montelongo. “Me trajo un primer listado y yo le dije que eso no podía ser”, relató, señalando que después le llegaron a presentar “hasta cuatro o cinco listados” diferentes. “Por la mañana me presentaban uno y por la tarde me traían otro”, cuestionó, explicando que eso le llevó a emitir un informe con sus advertencias. Según repitió durante el juicio, lo que reclamaba es que le certificaran que las que aparecían en el listado eran todas las facturas que estaban pendientes de pago.

Fue entonces cuando el alcalde -que también estuvo imputado en esta causa y falleció durante la instrucción- y el concejal de Hacienda, le convocaron a esa reunión. “Me decían que informara con lo que había y ya está”. Después, cuando al año siguiente el Ayuntamiento pidió otro crédito para un nuevo pago a proveedores, aparecieron facturas más antiguas que seguían sin abonarse. “Salieron facturas de 2010, y se supone que esas ya estaban liquidadas. No estaba desencaminnado cuando pedía que me entregaran todas las facturas”, subrayó Cabrera.

Época con muchísima tensión

Esa reunión con Reguera, Montelongo y Callero se celebró en el despacho de la que entonces era secretaria del Ayuntamiento, Asenet Padrón, que también declaró ayer como testigo. “Empezó a haber conflicto. Creo recordar que el tesorero pedía que le dijeran qué facturas iban a ir a ese pleno. Era una época muy complicada, había muchísima tensión”, declaró Padrón, que relató las circunstancias que vivió con los mismos cargos y que acabaron en su destitución.

En ese momento, la Fiscalía ya había iniciado la investigación de esta causa (que se dividió después en varias piezas), tras recibir una denuncia anónima. El fiscal envió un requerimiento de documentación a la secretaria sobre los hechos que investigaba. “Preparé toda esa documentación, se mandó en plazo y un día que yo no estaba en el Ayuntamiento, me avisan de que se habían presentado el alcalde, el teniente de alcalde y la concejal de Recursos Humanos en mi despacho”, recordó la exsecretaria, añadiendo que comprobó que “faltaban muchos documentos”, por lo que presentó un escrito de denuncia en el Consistorio.

“Fueron semanas muy complicadas y terminó con mi cese”, ha añadido Padrón, que años después consiguió que los tribunales declararan nulo ese despido. “No aparecía nada, no había nada, todo aparecía a última hora, cuando lo localizo entran en mi despacho, cuando pido que lo devuelvan empiezan las presiones”, añadió, recordando lo ocurrido tras el requerimiento de documentación de Fiscalía.

Rechazo de Montelongo


La técnico Mari Carmen Villaverde explicó que trabajaba en Intervención, pero en una ausencia del tesorero fue designada para ocupar temporalmente su cargo. “Fueron unos días, no sé si llegó a una semana”, explicó, señalando que “el que era concejal de Hacienda” le terminó retirando esa competencia antes de tiempo. “Había una situación económica mala, había problemas de liquidez”, ha explicado, detallando que en Tesorería se llevaba un orden para que se pagaran primero las facturas más antiguas. “Él no estaba conforme con aquello”, añadió refiriéndose a Montelongo. De hecho, a preguntas de la acusación, precisó que el interventor “no le dijo nada”, sino que fue directamente el concejal. Dos trabajadores de Tesorería confirmaron que la orden de pagon venía firmada por el interventor y el edil. | LP / DLP

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