La carta del papa Francisco a una catequista de Lanzarote de 96 años: “Sé que estás ciega, pero ni se te ocurra jubilarte”

El pontífice agradece en la misiva la labor de Juana Casanova, quien a pesar de sus limitaciones sigue con la labor parroquial que comenzó en Haría hace más de ocho décadas

La carta del papa Francisco a una anciana de Haría animándola a seguir dando catequesis

Parroquia de Haría

Juana Casanova, vecina muy querida del pueblo de Haría, ha recibido una carta muy especial que no se esperaba en absoluto. La misiva procede del papa Francisco, quien en una carta fechada en el Vaticano el pasado 18 de noviembre escribió de su puño y letra a Juana, que tiene 96 años.

La anciana ha perdido la vista, pero ni esa discapacidad ni su avanzada edad le impiden continuar con la labor que lleva realizando durante más de ocho décadas en el municipio, desde que tenía 14 años: dar catequesis. Esa acción fue comunicada al papa a través de un correo electrónico y no dudó en contestar el mensaje. "Tú sabes ver con los ojos del corazón. Por favor, ni se te ocurra jubilarte”, le dice el pontífice animándola a continuar con su misión.

La idea de dar a conocer al Santo Padre la función que desempeña Juana en la parroquia de la Encarnación de Haría fue del párroco del municipio, Norberto Antonio Medina Díaz, con motivo del homenaje que le brindaron a Juana en la iglesia el 25 de noviembre pasado en agradecimiento a su trabajo.

Carta del papa Francisco a Juana Casanova, vecina de Haría.

Carta del papa Francisco a Juana Casanova, vecina de Haría. / Parroquia de Haría

El papa se dirige a la homenajeada como “Juanita”: “Tú sabes que hay gente que le gusta dar noticias buenas. Y alguna de estas personas me habló de ti, de tu labor en la parroquia, tu trabajo como catequista”, comienza en su escrito.

La persona a la que se refiere Francisco es el cura Norberto, quien en el correo que le hizo llegar al papa a través del sacerdote Javier Sánchez, quien veranea en Lanzarote desde hace tiempo y conoce muy bien a Juana, le relató la historia de la conocida catequista hariana.

El párroco del municipio, Norberto Medina, tuvo la idea junto a un grupo de feligreses de escribirle al Santo Padre

“Conservá toda esa 'juventud acumulada' que tienes y seguí ofreciéndola en el servicio parroquial”, le transmite Francisco a Juana sin perder su español de Argentina.

“Ruego por vos, por favor, te pido que lo hagas por mí. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Fraternalmente, Francisco”, concluye el Santo Padre.

Para Juana las palabras del papa han sido "un reconocimiento muy grande. Nunca pensé que se acordara de esta muchachita que está en Lanzarote, aquí escondidita. La catequesis es lo mío. Mi maestra me cogió de pequeña, no era ni una mujer. Tenía que llevar un grupo y yo he seguido. Todavía estoy dando con una compañera en el despertar a los padres. Lo hago con una ilusión grande, pero es el Señor el que me da esta fuerza", asegura en declaraciones este jueves a LA PROVINCIA.

La incansable labor de la “abuela de la parroquia" de Haría

El cura de Haría, que se encarga también de la parroquia Virgen del Mar de La Graciosa y es el capellán militar de Lanzarote, le trasladó al papa en su nombre y en el de un grupo de feligreses de Haría el recorrido vital de Juana, “la abuela de la parroquia”. La señora cumplirá 97 años dentro de cuatro meses y transmite su fe junto a otra catequista a los padres de los niños que van a hacer la primera comunión.

“Conservá toda esa 'juventud acumulada' que tienes y seguí ofreciéndola en el servicio parroquial”

Papa Francisco

La idea de Juana era ser maestra, pero los difíciles tiempos de la posguerra se lo impidieron, así que se puso a trabajar desde muy joven en la panadería que regentaba su familia. La mujer no llegó a casarse, pero junto a sus padres crio a tres sobrinos de muy corta edad tras la temprana muerte de su hermana, madre de los pequeños.

Norberto Medina y Juana Casanova, este jueves, en Haría.

Norberto Medina y Juana Casanova, este jueves, en Haría. / Parroquia de Haría

Juana se encargó también del cuidado de sus padres y de su hermana Isabel, viuda y con varios hijos, quien también se quedó ciega. Se ocupó de todos ellos hasta que fallecieron.

Hace unos años que Juana empezó a perder la visión. Ella “no ve con los ojos de la cara, ve más allá, porque ve con los del corazón y así se lo digo cada día. Y cuando hablamos con ella, transmite paz, esperanza, ilusión por la vida”, a pesar de sus limitaciones, destaca Norberto.

Juana Casanova, el pasado mes de noviembre, en el día del homenaje que le brindaron los parroquianos de Haría.

Juana Casanova, el pasado mes de noviembre, en el día del homenaje que le brindaron los parroquianos de Haría. / Parroquia de Haría

"No le gustan los chismes"

A Juana no le gustan “los chismes” y es “enemiga de las críticas”. Tiene claro que ante cualquier problema, lo mejor es “sembrar amor y animar al diálogo para alcanzar la paz”.

Mercedes, maestra de Juana, fue la que la animó “allá por el año 1941” a convertirse en catequista. Desde entonces, “su fe no ha decaído y continúa aprendiendo y formándose".

El cura de Haría, Norberto Medina, junto a Juana Casanova y feligresas de la parroquia.

El cura de Haría, Norberto Medina, junto a Juana Casanova y feligresas de la parroquia. / Parroquia de Haría

“No sabemos si en España o en el mundo hay catequistas en activo con casi 97 años. Por ello para nosotros Juanita es un testimonio de fe y perseverancia, a pesar de las limitaciones”, se recoge en la carta de los parroquianos al papa.

El reconocimiento de Francisco a Juana no ha sido el único que ha recibido la anciana. En abril de 2022, el obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos, le mandó un diploma por el 95 aniversario de su bautismo, sacramento que Juana vive con mucha intensidad y que renueva cada año en la pila donde fue bautizada en su día, recuerda Norberto, natural de Artenara (Gran Canaria) y residente en Lanzarote desde hace seis años.