La afluencia de personas que acudirán mañana a los fuegos artificiales de San Lorenzo podría llegar a las 70.000 personas, para disfrutar de los 423 kilos de pólvora que iluminarán durante 24 minutos el firmamento grancanario a partir de la una de la madrugada. 23 bomberos y más de 100 voluntarios de Protección Civil velarán por que ningún incidente desagradable empañe la celebración. Además, 40 efectivos de la Policía Local se encargarán de la correcta fluidez del tráfico en los accesos y salidas a San Lorenzo. La concejala de distrito, Isabel Mena, explicó ayer que los fuegos "no supondrán ningún riesgo, pues se lanzarán en suelo urbano limpiado en profundidad de rastrojos y supervisado por los bomberos". Se esperan altas temperaturas para mañana, por lo que el concejal de Seguridad, José González, pidió a los visitantes que "tengan mucho cuidado con cerillas y asaderos".

Para evitar embotellamientos y colas a las entradas al barrio, mañana a partir de las 23.00 horas la carretera de San Lorenzo se convertirá en sentido único hacia el barrio, y cinco minutos antes de las 00.00 se cortará al tráfico. A partir de la una y media de la madrugada, hora a la que está prevista la finalización del espectáculo, se reabrirá la carretera, esta vez en sentido opuesto para facilitar la salida del barrio. La línea 46 de Guaguas Municipales se reforzará e incrementará la frecuencia de paso a partir de las 21.30, saliendo un vehículo cada 20 minutos desde el parque Santa Catalina. Desde la estación del Hoyo de la capital también saldrán guaguas de Global en dirección a San Lorenzo.

El presupuesto de este año para los fuegos es de 18.000 euros. Se trata, según los responsables de la organización, del espectáculo pirotécnico más completo de Gran Canaria. Tras la casi media hora de voladores tendrá lugar la 'traca final': los volcanes. Desde distintos puntos del pueblo se lanzarán unos fuegos que rodearán el barrio y crearán un efecto óptico impresionante. Santos López, presidente de la asociación de vecinos Lugar de Lugarejo, aseveró la importancia de las celebraciones. "San Lorenzo considera sus fiestas como parte intrínseca de su propio patrimonio", aseveró.