Preparen rodillas, codos y traseros los menos avispados porque vuelve a abrir la pista de hielo del centro comercial Las Arenas. Desde ayer y hasta el próximo 9 de enero, este congelador gigante en el que se patina a entre dos y cinco grados bajo cero, recibirá a los que quieran probar su destreza sobre las cuchillas en la quinta edición que esta peculiar pista abre en la capital grancanaria.

"Es la pista de hielo real, no sintético, más grande de Canarias", aseguró la directora de marketing de Las Arenas, Laura Sánchez de Vado. Nada menos que 500 metros cuadrados de placa de hielo que cada mañana se renueva a base de manguerazos de agua que en pocos segundos se convierte en pista deslizante. "Hay tres máquinas frigoríficas que funcionan como una nevera y mantienen el hielo en una temperatura media de dos grados bajo cero", dijo Sánchez. Y se nota. El pelete que desprende la pista de patinaje cala a los que no se atreven y se quedan como espectadores en la carpa instalada en la terraza del centro comercial.

La pista tiene capacidad para albergar a 145 patinadores al mismo tiempo. Estos entrarán a la pista por turnos de 45 minutos cada hora en punto así que los organizadores recomiendan comprar la entrada, a seis euros, con tiempo de antelación. El año pasado se atrevieron a calzarse las botas de cuchillas 3.000 vecinos de la ciudad. Este año se espera algo más de esa cifra. Y para los primerizos, un equipo de ocho monitores estará pendiente de ellos para que los barrigazos contra el hielo duelan menos. Eso sí. "Los monitores no dan clase", aclaró Sánchez.

Hay patines con números para niños de los seis a los 99 años, aunque los menores de ocho deberán ir acompañados. Los cascos se prestan sin coste alguno.