La comunidad de propietarios del edificio Parque San Telmo, a los que el Tribunal Supremo les acaba de dar la razón ordenando el derribo inmediato de la Biblioteca Pública, consideraron ayer que "ya no cabe hablar de indemnizaciones, es un poco tarde". Así lo manifestaron ayer fuentes de la comunidad, que se quejaron de que ni el Ministerio de Cultura ni el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria "se hayan dignado a reunirse con los afectados para intentar buscar un acuerdo", desde que se inició el litigio en 1997. Los vecinos criticaron la "prepotencia" con la que han actuado las administraciones responsables de la construcción de la biblioteca, que se limitaron a "pasar su rodillo por encima". En cualquier caso, las fuentes indicaron que los miembros de la comunidad se reunirán dentro de unos días con su representante legal para adoptar una posición conjunta, pero adelantaron que "la única manera de evitar el derribo de la biblioteca está en que el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento convenzan a la comunidad para que acepte una indemnización".

La última palabra

Los afectados aclararon que ahora "no serán los tribunales los que fijen una hipotética indemnización. Las administraciones tendrán que aceptar las cantidades que la comunidad exija", aunque añadieron que "en ningún caso la comunidad va a adoptar posiciones de abuso. La última palabra la adoptarán los afectados". Al respecto, añadieron que se reclamarían, en caso de que los afectados lo decidan así, los perjuicios económicos ocasionados por la pérdida de vistas al mar, pérdidas que superan los dos millones de euros.