La propuesta del alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, de rescatar La Gran Marina, aquel proyecto de urbanización del istmo de Santa Catalina que acabó enterrado al anularse el concurso de arquitectos que lo propició, se encontró ayer con las primeras reacciones. Así, mientras el Cabildo insular apoya sin fisuras la idea, a Autoridad Portuaria, propietaria del suelo, pone condiciones a su respaldo: usos públicos, sí; hoteles y viviendas, no.

"El proyecto debe nacer por consenso". El presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, avala al desarrollo de la nueva Gran Marina, pero condicionado a que no lleve aparejada la construcción hotelera ni residencial. Para ello, ambas partes han mantenido sucesivos contactos en los que se ha diseñado un plan de intervención encaminado a estrechar la relación del puerto con la ciudad.

La propuesta portuaria se centralizará en torno al puerto de Sanapú y del Refugio, en la trasera del Centro Comercial El Muelle, donde se proyecta un muelle para megayates, que lleva asociado un varadero, una marina para depositar en tierra los barcos y un helipuerto, además de una zona para hidroaviones en la bahía de Santa Catalina.

Ibarra habla de que esta actuación "blanda", daría cabida a ideas como un acuario, una pequeña zona comercial, una lonja de pescado y actividades de carpintería de ribera, aunque no se descarta una pequeña zona para la estancia de tripulación. "Pero debe ser el Ayuntamiento quien nos haga las propuestas, que serán luego estudiadas", añade. Pero, recalca que se trataría siempre de "servicios portuarios y de actividades vinculadas al turismo náutico, que permitan acercar el puerto a la ciudad, no de operaciones inmobiliarias".

El presidente recuerda, de cualquier forma, que toda esta actuación pasa obligatoriamente por sacar los barcos de pasajeros de Naviera Armas del muelle de Sanapú, y su posible reubicación en el dique de La Esfinge. "Sin resolver el tráfico interinsular sería imposible hablar de actuaciones en la zona", sentencia, señalando que esta es una prioridad sobre la que debe entrarse a debatir a partir de ahora.

Luis Ibarra insisten en que la ciudad está desaprovechando una gran ocasión para captar megayates, cuando el puerto de Lanzarote ya cuenta con astilleros para darle servicios. Y, sobre todo, añade que su materialización supondría un enorme atractivo para la capital, para lo cual debe contar con la financiación de empresas privadas.

Mientras, el presidente de la Asociación Empresarial Puerto-Canteras, Nicolás Ortega, se mostró favorable al proyecto. "Es positivo, siempre que vaya acompañado de una actuación en la verdadera fachada de la ciudad, que va desde El Confital hasta Guanarteme". El empresario propone una actuación global, que permita a la zona recuperar "los 25 o 30 años que lleva de retraso", si se pretende dar una respuesta turística y para la ciudadanía de la capital.

Ideas excelentes

Por su parte, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, expresó su apoyo incondicional al rescate tanto de la Gran Marina como de la recuperación del Guiniguada y destacó que la institución insular apoyará ambos proyectos y colaborará en la financiación "en la medida" de sus posibilidades.

"Me parecen dos ideas excelentes y beneficiarán tanto a la ciudad como a la isla. Vamos a ver las posibilidades financieras y de inversión que tenemos, porque es evidente que no podremos abordar todas las actuaciones a la vez. Iremos paso a paso, como dijo Mao Tse Tung cuando le preguntaron cómo había hecho la larga marcha china".