Populares y socialistas en el Ayuntamiento de la capital grancanaria aparcaron en el pleno de ayer sus enfrentamientos y escenificaron una alianza para intentar desbloquear la paralización de la instalación de la regasificadora de gas. Ambos grupos aprobaron una moción presentada por los socialistas, en la que instan al Cabildo de Gran Canaria a tramitar "con la mayor urgencia posible" el Plan Territorial Insular de Hidrocarburos e instale la planta de gas "lo más cerca posible" de la central eléctrica de Juan Grande.

El alcalde Juan José Cardona y su grupo descartaba de esta manera el Puerto de La Luz como posible ubicación de la planta, menos de un mes después de ofrecerlo como alternativa a Arinaga y después de que todos los sectores, incluidos los empresarios implicados en su instalación, rechazaran la oferta por la lejanía de las instalaciones portuarias de Juan Grande.

El acuerdo de populares y socialistas fue rechazado por Nueva Canarias, que apostó por la instalación de la regasificadora en alta mar, y por Compromiso, que consideró que Gran Canaria debe dejar atrás de una vez los combustibles contaminantes y potenciar las energías alternativas, como las derivadas del sol el agua y el viento.

Tanto el portavoz socialista, Sebastián Franquis, como la concejala de Urbanismo, la popular María del Carmen Hernández Bento, se mostraron de acuerdo en no fijar el puerto de Arinaga como el sitio ideal para la planta y "dejar que sean los informes técnicos y económicos los que concreten" la ubicación. Según Franquis, "esta decisión no se puede retrasar por más tiempo" porque "va a abaratar los costes" de la electricidad. Hernández Bento, por su parte, defendió la propuesta de Cardona de ofrecer la capital porque a su juicio "iba dirigida a impulsar el desarrollo económico de la Isla" y defendió Arinaga como "el lugar más adecuado".

La concejala Nardy Barrios, de Compromiso, calificó de "error" la opción por el gas porque "es peligrosa y sólo va a traer más dependencia del exterior y más gasto". Tampoco convenció el PSOE a Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, para que apoyara la moción. Éste presentó una enmienda, que fue rechazada, y recordó que el Cabildo de Gran Canaria ya acordó en 2006 y 2009, por unanimidad, poner la planta en alta mar, cerca de Juan Grande, y descartar el puerto de Arinaga para meter el gas.