Trasladarse en silla de ruedas desde el parque Santa Catalina hasta Mesa y López, por las calles León y Castillo o Presidente Alvear, es una misión imposible, debido a las barreras que presentan los cruces de las aceras. Pese a que se trata de una de las zonas más transitadas de la capital grancanaria, incluidos los miles de cruceristas que llegan al muelle Santa Catalina, el tramo está plagado de trampas para las personas que tienen problemas de movilidad. Los desniveles en las calzadas superan en algunos casos el 8% y todos ellos serán eliminados. Las aceras quedarán al mismo nivel que la calzada en los cruces.

La Concejalía de Accesibilidad y Mantenimiento de la Red Viaria inició esta semana las obras de accesibilidad, que consistirán en rebajar la altura de bordillos y calzadas. Los trabajos costarán 184.000 euros y se prologarán hasta el próximo mes de octubre.

La concejala del área, Gloria Marrero, reconoció que la zona en la que se va a actuar está "llena de barreras en todas las esquinas, desde Franchy Roca hasta Mesa y López, tanto en el tramo de León y Castillo como el de Presidente Alvear, que se van a eliminar y además se pondrá un pavimento podotáctil", que indiquen a los invidentes por donde tienen que cruzar. "Se dotará a la estructura viaria de la zona de los elementos mínimos que posibiliten el acceso universal a las personas con movilidad reducida en distintos puntos de la ciudad", aseguró.

La concejala del distrito Isleta-Puerto-Guanarteme, Carolina León, indicó que el objetivo final es "conseguir una ciudad más accesible y más humana para el peatón. Estamos trabajando para conseguir una ciudad más amable para las personas que no perjudique el tráfico rodado". Ya se han eliminado las barreras del cruce de Franchy Roca y a lo largo del verano se adaptarán todos los pasos de peatones de Presidente Alvear y sus esquinas. Se actuará en un total de ocho calles, que quedarán libres de barreras. Otro punto de la ciudad en los que ha intervenido Marrero es el barrio de Las Torres, en el que se están realizando obras para eliminar barreras. "Tenemos previsto construir a lo largo de este mes una rampa de acceso que permitirá salvar los nueve peldaños de la entrada de la iglesia", explicó la edila, quien insistió que la eliminación de obstáculos que se están llevando a cabo en la zona Puerto se extenderá al resto de la ciudad.

Los trabajos han dado prioridad, aclaró, a las zonas que tienen un mayor tránsito de personas. El objetivo de la Oficina de Accesibilidad, que se creó hace un año, se ha centrado en la eliminación de los numerosos puntos negros que hay en esta ciudad en materia de movilidad. La concejal aspira a abrir un pasillo totalmente accesible para las personas con movilidad reducida entre la zona del Puerto y Triana.

Gloria Marrero, tiene problemas de movilidad y ha sufrido en carne propia todas las barreras que ahora trata de ir eliminando. El objetivo que se ha trazado durante este mandato es acabar con un total de 20 puntos negros que hay por toda la ciudad. El del entorno de la Avenida Mesa y López y Santa Catalina será eliminado el próximo mes de octubre. Otra zona donde se ha comenzado a trabajar es es la plaza de La Milagrosa y las calles de su entorno, en el distrito de San Lorenzo, que van dirigidas también a mejorar la accesibilidad. El proyecto cuenta con un presupuesto de 160.000 euros y consistirá en la repavimentación de un espacio de 700 metros cuadrados.