La empresa Rodritol espera abrir en la primera quincena de este mes el varadero del Muelle Deportivo de la capital grancanaria tras más de dos años cerrado. Rodritol, adjudicataria del servicio, ultima estos días la instalación y puesta a punto de la gran grúa corrediza capaz de levantar embarcaciones de hasta 70 toneladas. La empresa apura su estreno para poner a punto embarcaciones que participarán en la regata ARC en un varadero en el que se calcula que se repararán unos 400 barcos al año.

Rodritol ultima esta infraestructura en la que ha tenido muy en cuenta el cumplimiento de los parámetros medioambientales con una mejora integral de la actual instalación con un nuevo pavimento con pendiente negativa, un canal central no poroso que evita filtraciones así como decantadores de sólidos e hidrocarburos.

La empresa canaria invierte en este moderno varadero una cantidad que oscila entre los 350.000 y 400.000 euros, una aportación que acomete con fondos propios ante los altos intereses de los créditos financieros actuales.

Los técnicos de Rodritol, incluso, han visitado instalaciones europeas y americanas para estudiar las equipaciones y técnicas usadas en otros varaderos parecidos y aplicarlas en este puerto. De esta forma, el varadero del muelle deportivo de Las Palmas de Gran Canaria contará, por ejemplo, con los más modernos túneles de pintado, una especie de tiendas de campaña de plástico que evitan la salida exterior de los contaminantes que contienen las pinturas.

Además, desde Bilbao se ha traído un travelling que permitirá acoger en el varadero barcos con una eslora de 25 metros, así como un forklist, una carretilla elevadora para sacar los barcos del agua hasta el dique seco. Con la grúa que ahora mismo se está terminando de montar en el Muelle se podrán acoger embarcaciones de hasta 40 metros de largo.

"Vamos a tener capacidad para reparar hasta tres barcos de 20 a 25 metros a la vez", señaló hace unos días Juan Carlos Rodríguez, uno de los responsables de la concesionaria que ha viajado a Gran Bretaña, Irlanda, Estados Unidos y Antigua para conocer las últimas novedades en la reparación de embarcaciones menores.

Durante los dos años que ha estado cerrado el varadero los propietarios de embarcaciones deportivas con atraque en la dársena deportiva de Las Palmas de Gran Canaria han tenido que trasladarse a muelles como el de Taliarte (Telde) y algunos incluso hasta Fuerteventura y Lanzarote para arreglar sus barcos ante la ausencia de una infraestructura especializada en la bahía de la capital.

Este astillero, con una superficie de 3.108 metros cuadrados, se completa con un sistema de electricidad, agua comprimida y maquinaria neumática para evitar al máximo el riesgo laboral en sus instalaciones. "Este proyecto lo afrontamos con mucha ilusión y con mucho cariño", manifestó Juan Carlos Rodríguez.

En sus 40 años de actividad Rodritol se ha convertido en una de las empresas más importantes de Canarias en el sector marítimo deportivo. Esta entidad eminentemente familiar, fue fundada por Carlos Rodríguez, a quien acompañan en su andadura sus hijos Juan Carlos y Octavio Rodríguez Toledo.

Agrupa a cuatro empresas dedicadas a distintos segmentos del sector. Rodritol es la más fuerte y está relacionada con la reparación y construcción naval, así como mantenimiento general. Se ubica en el Puerto de La Luz. Comercial Rofer, ubicada en El Sebadal, se dedica a suministros eléctricos navales industriales. También cuenta con las tiendas Rolnautic Las Palmas y Marmare, ambas ubicadas en el Muelle Deportivo.