El viejo basurero que fue creciendo desde el siglo pasado en una ladera de Las Coloradas ha sido sustituido en el último año y medio por un mirador y un pequeño paseo al borde del risco, desde el que se pueden contemplar las mejores vistas de El Confital. Treinta alumnos de la escuela taller Las Coloradas Sostenible se han encargado de realizar en la calle Mateo Apóstol la actuación que llevaban reclamando los vecinos desde hace años.

La zona acondicionada permite el establecimiento de terrazas, una circunstancia que ya ha sido aprovechada por el empresario Juan Manuel Santana, que prepara la apertura de un nuevo restaurante.

El bar, que se llamará el Mirador de Las Coloradas, funcionaba a medio gas por la falta de clientes debido a la crisis y Santana se propone ahora levantar el negocio. Ayer estaba dando los últimos toques al local y se mostró convencido de que el restaurante saldrá adelante pese a la coyuntura económica. Santana, que creó a finales del siglo pasado el famoso local La Papa Loca de Playa Chica, señaló ayer que el 50% del éxito de su nuevo negocio lo pondrá el paisaje de Las Coloradas. "Desde aquí se pueden contemplar las mejores vistas de las puestas de sol de Las Canteras, que son maravillosas", aseguró Marrero, quien añadió que el nuevo restaurante ofertará buena comida y buenos servicios. "Este sitio siempre me ha ilusionado por su calidad paisajística y el mirador supone recuperar un espacio de la ciudad que estaba abandonado", resaltó Marrero, en cuyo negocio habrá "un poquito de todo, habrá carnes, pescados y arroces. Yo soy canario y lo mío es el enyesque".

Felipe Méndez, presidente de la asociación de vecinos Iguamira, se mostraba ayer satisfecho con la terminación del mirador, aunque planteó la necesidad de que el barrio disponga de una vez de un local social para albergar a los 10 equipos de la Escuela de Fútbol, cuya inauguración está previsto para finales de este mes

Los vecinos también reclaman que se prolongue el paseo, una parte del cual se ha realizado con grava porque no había dinero para más. "Esto era un estercolero, aquí venía todo el mundo a tirar basura", explicó Méndez, que mostró su esperanza de que el nuevo mirador sirva también para reactivar el lugar. Los concejales Jaime Romero, Carolina León y Gloria Marrero mostraron ayer su convencimiento, durante la inauguración del equipamiento de que el mirador se convertirá en otro referente paisajístico de la ciudad. La escuela taller que ha hecho posible el mirador ha posibilitado también la formación de 30 jóvenes durante dos años y una inversión de 800.000 euros.