El gran día ha llegado. Alberto Cabré, Óscar Bergasa, José Luis Cárdenes y Javier Sánchez- Simón por fin se verán las caras frente a las urnas -de 13.00 a 21.00 horas-. Esta noche, no se sabe a qué hora, el Real Club Náutico de Gran Canaria contará con nuevo presidente, dos meses después de que su anterior directivo, Juan Marrero Portugués, abandonase el cargo. Las cartas aún no están echadas y las posibilidades de los candidatos de hacerse con la victoria se irán desequilibrando a lo largo de la jornada, a golpe de voto en sobre cerrado. Solo queda esperar, ya que ayer fue el último cartucho discursivo que agotaron los aspirantes ante una asamblea de la Junta General de la entidad deportiva, que congregó a más de 400 socios que no quisieron perderse la exposición de las diferentes propuestas. Un cuarto de hora, un turno establecido por sorteo y cientos de oídos ávidos de escuchar el punto diferenciador por el que decantarse. Y es que como los mismos protagonistas de la noche se cansaron de repetir, "son los asociados los que tienen la última palabra".

Media hora después de la convocatoria -como así lo establecen los estatutos cuando en una Junta General de carácter extraordinario, de entrada, no están representados el tercio de la comunidad- Jorge Cantero del Río, presidente de la Junta Electoral, anunció el inicio de lo que sería el tiempo de ponencias de los aspirantes a la directiva del Náutico. Según el sorteo que tuvo lugar el pasado 22 de octubre, el primero en intervenir fue Cárdenes, seguido de Bergasa y Cabré. El cierre de las presentaciones quedó de la mano de Sánchez- Simón, quien no obvió el detalle de "ser el último", sin hacer conocedores a los asistentes del "orgullo" que siente sobre la manera en la que se han llevado a cabo estos comicios, donde, apostilló, ha primado "el respeto entre todos".

Sereno y contundente, el auditor inició el discurso en el que finalmente los "nervios por ser el primero", quedaron en un segundo plano en pos de una lista de proposiciones. La experiencia personal marcó el principio de Cárdenes. "Mi condición de socio número 1.890 y después de tanto tiempo disfrutando de nuestro querido Club Náutico, me ha surgido la inquietud de comprometerme un poco más en el devenir de sus actividades". Para ello, quiso ilustrar su propuesta con un símil entre la organización de la entidad y la de un barco, su barco. Ideas como la de nombrar un gerente profesionalizado, un conserje o recuperar fiestas como la del Carmen o el Día de Canarias, ampliar el solarium o buscar fórmulas de pago para los más jóvenes fueron algunas de las pinceladas que desveló de su programa. "Vamos a procurar que nuestros socios vivan el club".

Óscar Bergasa reveló "estar convencido de la enorme responsabilidad" que tanto él, como sus compañeros están dispuestos a asumir. "Me presento con profunda humildad porque el Club será lo que sus socios quieran que sea", empezó. El núcleo principal de su intervención fue la náutica, a la que aseveró querer dedicar todos sus esfuerzo para que "vuelva a tener laureles". Tener miras en el futuro, en las generaciones venideras, así como en aquellos otros miembros de la institución centenaria que practican otras actividades que no son la náutica, marcaron el ritmo de la ponencia del exdocente universitario. Los jóvenes, la transparencia, la formación de los regatistas, la experiencia de los expertos y las cuentas estuvieron también presentes en su alocución.

"Esta es una sociedad viva y me llena de orgullo ver a tantos socios en estas elecciones", pronunció Alberto Cabré nada más situarse frente a los asistentes. "Estos días están siendo para mí de una vivencia extraordinaria, pero aquí se viene con predisposición de servicio", dicho lo cual, los verbos futuristas y esperanzadores comenzaron su desfile. Pretensiones como la de una auditoría externa anual, no aplicar derramas, conseguir nuevos socios o llevar al Club y sus estatutos al siglo XXI, son las del empresario y su plancha. Además, anunció querer instaurar la figura del Defensor del Socio y organizar un Campeonato del Mundo en el año 2015. Ideas como modernizar instalaciones y la página web, tener presencia en las redes sociales o hacer una liga social de pádel también están en la mente de Cabré.

Sánchez- Simón se enfrentó a sus 15 minutos de alegato con un primer recordatorio a los miembros de su equipo y al mismísimo expresidente Juan Marrero, cuyo relevo se les presenta "como un reto". Regeneración, eficacia y compromiso fueron los pilares en los que sustentó la apuesta discursiva de quien fuera presidente de la Autoridad Portuaria. El primer sustantivo, "para estar a la vanguardia social en materia deportiva, ampliando los servicios, sin convertirnos en referencia específica de ninguno de ellos". En lo que a las actividades se refiere, Sánchez- Simón declaró tener la intención de continuar con las que ya se realizan, pero "potenciar más el ámbito familiar". Una apuesta por una comunicación más personal o mejorar el sistema de control de acceso al Club son algunos de los puntos fuertes que expuso.