Luis Doreste sentía que le faltaba algo. Y ese algo era nada más y nada menos que la aventura más arriesgada de su extensa carrera. A los 53 años -los cumple el 7 de marzo-, se prepara para la Barcelona World Race, una de las pruebas más exigentes del mundo. Se trata de una regata que da la vuelta al planeta en barcos con dos tripulantes y sin escalas. La que se inicia el próximo 31 de diciembre será su tercera edición, y allí estará, si las negociaciones no fallan, Luis Doreste junto con el también grancanario David Vera, compañero en mil batallas. Y es que es necesario un presupuesto de unos tres millones de euros para completar la aventura. "La financiación es lo más complicado. El deporte está pasando por un momento difícil en el tema de patrocinio. El patrocinador principal está a punto de cerrarse, y una vez se concrete será más fácil que otros se sumen", explica Luis Doreste.

Pero, sobre todo, hace falta mucho valor. Serán unos tres meses encerrados en un barco y entregados a las vicisitudes del mar, durmiendo en turnos de dos o tres horas y bebiendo agua gracias a una potabilizadora. Una aventura que sólo encuentra comparación en la Vendée Globe, que es en solitario, tiene en Francia su punto de salida y de llegada, y también se celebra cada cuatro años. La otra prueba similar es la Volvo Ocean Race, que es por etapas y con un mayor número de tripulantes. En dicha competición ya experimentó David Vera y Luis Doreste se quedó con las ganas por falta de patrocinador. Y ahora, ambos lo ven en la palma de la mano. Y es que el presupuesto de la Barcelona World Race es en torno a ocho o diez veces menor debido a que la tripulación es de diez personas, en lugar de dos, y al haber escalas es necesario un equipo de mantenimiento.

Luis Doreste ha conseguido casi todo en vela, y lo único que le falta es dar la vuelta al mundo: "Es una espina que tengo clavada. He hecho preparación olímpica, Copa América, cruceros... y llegó un momento en que me dije que tenía que hacerlo", señala el aventurero, que admite el riesgo: "No se puede decir si el reto es más grande o más pequeño que el resto, porque son diferentes. Pero a nivel de riesgo personal sí que es el más importante", explica.

Lea la noticia completa en la edición impresa de La Provincia, en el PDF del periódico o en Orbyt