La portavoz del grupo municipal del PSC-PSOE en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Isabel Mena, exigió ayer al alcalde Juan José Cardona y al Partido Popular (PP) la "máxima prudencia" en las relaciones entre el Consistorio y la empresa mixta de aguas Emalsa. "Aunque ya se lo hemos pedido otras muchas veces, no nos cansaremos de exigirle al PP que cualquier decisión que afecte a la gestión del Ayuntamiento sobre Emalsa se tome con plenas garantías jurídicas, unas garantías que hasta la fecha no existen, según se desprende de los actos y de las declaraciones de Cardona".

Mena advirtió de los riesgos que corre el Ayuntamiento al emprender una intervención de manera unilateral de la compañía de aguas. "Las fórmulas disparatadas de Cardona para intervenir pueden acabar costándole a la ciudad y a los ciudadanos dinero de las arcas públicas, y eso es lo último que nos faltaba en este proceso", sostuvo.

La portavoz socialista recordó que el alcalde aún no ha abierto un solo expediente a Emalsa pese a denunciar, día tras día, los supuestos incumplimientos de la empresa que gestiona el servicio de suministro de agua a la ciudad. "Nos tememos que Cardona esté en una huida hacia adelante sin pararse a reflexionar, sabiendo que lo que pretende hacer en Emalsa no va a llegar a buen puerto y que al final todo se quedará en nada, se quedará igual que está ahora o peor, acabará en un pleito judicial que dure varios años e incluso afecte a varios mandatos".

Controlar

Según la concejala, Cardona ya tiene capacidad de controlar a Emalsa sin necesidad de una intervención que puede acabar en los juzgados. "El gobierno local podía haber tomado decisiones hace meses, como le recomendamos nosotros", explica Mena.

Mena pide a Cardona que se centre en prestar un mejor servicio de agua a los ciudadanos, en evitar los vertidos al mar, y en controlar a la empresa con los instrumentos que ya tiene y que no quiere utilizar. "Desde el PSOE nos alegramos de que Cardona dijera ayer por fin que se niega a subir un 70% la tasa de depuración, como reclamaban los socios privados de Emalsa, una decisión que no fue capaz de tomar en el consejo de administración de la emopresa, que él preside, y en el que sorpresivamente se abstuvo cuando se planteó esta cuestión", reveló.