¿Cuáles son los motivos de su marcha del Ayuntamiento?

Estaba previsto que yo hiciera un trabajo, que ya está bastante avanzado porque el proyecto de reordenación de los recursos humanos del Ayuntamiento va lanzado.

¿Renunció usted o el alcalde lo despidió para desmarcarse de su polémica gestión ante los trabajadores?

Yo solicité reincorporarme a mi puesto del Cabildo. Estos años han sido muy intensos. Las decepciones duelen mucho y las alegrías son enormes. He tenido las mejores condiciones posibles para trabajar. He tenido un apoyo enorme del grupo de gobierno y los errores que se han cometido son míos. El alcalde ha sido plenamente consciente de que necesitábamos mejorar esto y he tenido como superior inmediato al estratega perfecto, que es Claudio Rivero. Todo el mundo le tiene manía a Rivero, pero es un lujo para este Ayuntamiento. Si tuviéramos que pagarle lo que vale, no podríamos. Ningún alcalde anterior ha tenido la valentía que ha tenido este alcalde y la RPT sólo está pendiente de un informe de Intervención. Mi relación con mis superiores son fantásticas y con mis compañeros, también.

¿Su marcha se debe al acuerdo del Gobierno local de subir los sueldos a los altos cargos de la comisión de seguimiento de Emalsa en contra de su informe?

No tiene nada que ver que el Ayuntamiento tomara el 14 de agosto ese acuerdo que se me comunicó el nueve de octubre pasado. La decisión de mi salida estaba tomada muchísimo antes.

Pero me imagino que le habrá molestado ese acuerdo ¿no?

No. Yo me he sentido absolutamente apoyado por mi superior, que es Claudio Rivero. He hecho ya mis apreciaciones sobre ese acuerdo y mis superiores jerárquicos tendrán que valorar cual es la decisión que deben adoptar ahora.

Su gestión ha estado marcada por el enfrentamiento con los trabajadores, ¿por qué?

Con algunos trabajadores ha sido una relación fantástica y con los demás, depende. Una cosa es la opinión pública y otra la publicada, la comunicación interna, que está bastante controlada por los sindicatos. Para ellos, un director de recursos humanos es más peligroso que una fiebre tropical, pero yo creo que no ha existido un director de Recursos Humanos en este Ayuntamiento que haya salido dándose besos y abrazos con los sindicatos.

Ha sido el autor de una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que acabó en los tribunales por la reconversión de los laborales en interinos, que ha sido suspendida por su presunta ilegalidad, ¿la sigue defendiendo?

Mi proyecto no era sólo la RPT. Incluía más cosas. Se aprobó también un plan de reordenación de recursos humanos. Quien piense que la RPT ha sido problemática, lo único que tiene que hacer es ir a otros ayuntamientos donde se han aprobado. En Telde, un tercio de la plantilla demandó en los tribunales por la RPT y en Santa Lucía los sindicatos recibieron a los ediles con pitos y todo tipo de adjetivos. Es muy complicado que agrade a todo el mundo, pero lo cierto es que es un trabajo muy completo y de los mejor elaborados tecnicamente. Lo que está en los tribunales no es la RPT, es una medida posterior que es la conversión del vínculo, que se ha hecho en muchísimos sitios y nunca ha dado los problemas que ha tenido aquí.

En el Ayuntamiento de Candelaria la suspendió el juez

En Candelaria se anuló junto con otra cosa que eran bastante polémicas, pese a que tenía el apoyo de todos los sindicatos. Lo que pasa es que se ha utilizado el cambio de vínculo para intentar parar la RPT. Muchos piensan que la RPT es una opción y no es una opción, es una obligación desde el año 1984 que nunca se había conseguido en este Ayuntamiento. Lo habían intentado todos lo concejales de Personal y siempre fracasaron por el mismo problema: la oposición de los sindicatos. Para los sindicatos, mientras más desorganizado esté el Ayuntamiento, mejor le viene a sus intereses. Lo que se ha conseguido en estos dos años es colocar a cada uno donde la ley les sitúa y, sobre todo, se han puesto los intereses de los ciudadanos por encima de cualquier interés interno. Se acaba de criticar un traslado forzoso de 14 personas.

¿A qué se debió el traslado?

Ha sido para reforzar la oficina de atención al ciudadano. No podemos tener colas para entregar un documento por falta de personal en esta oficina. Esa ha sido la línea que hemos seguido siempre: Primero está el interés de los ciudadanos y después tenemos que buscar la fórmula de conseguir que los trabajadores estén acoplados a los puestos que sean necesarios. Cada vez que se hace una concesión a un sindicato, para que estén tranquilitos y no den la lata, quien lo paga es el ciudadano. Cada vez que nosotros le quitamos una hora de trabajo, de las que le corresponden, a un trabajador, quien lo paga es el ciudadano. Cada vez que le pagamos más de lo que le corresponde, quien paga ese sueldo es el ciudadano. Es muy fácil regalar cosas para contentar determinadas solicitudes sindicales, pero no es para eso para lo que los ciudanos eligen a un equipo de gobierno. Lo eligen para que esté gobernado de la forma más eficiente posible. Dedicándole los menos recursos con los que puedas conseguir el máximo de resultados. No hemos quitado ningún día que la ley le otorgara a nadie. Lo que hemos hecho es tomar una serie de decisiones que pueden ser duras pero que son necesarias, sobre todo en la situación económica que tiene ahora la ciudad. No podemos regalar una hora en verano todos los días. Primero porque la ley lo impide y segundo porque esa hora diaria le supone 50.000 euros al Ayuntamiento. ¿Quien regala 50.000 euros a los empleados para que en verano trabajen una hora menos?. En los últimos cuatro años tenemos unas 200 personas menos y los servicios no sólo no han empeorado sino que han mejorado.

Usted es calificado por los sindicatos como una persona despótica, con la que ha sido imposible negociar, ¿por qué?

No es un problema de actitudes sino de que ellos se han comportado de una manera infantil. Lo que se ha seguido es una línea firme. Hemos negociado, se han ofertado muchísimas cosas.

¿Por qué siguió adelante con la reconversión de los laborales, pese a que había una impugnación del Gobierno en la que advertía que no tenía cobertura legal?

El Gobierno no impugnó, hizo un requerimiento y nosotros hicimos nuestras alegaciones. El Gobierno canario si ve algo ilegal, tiene la obligación de impugnarlo y no lo impugnó porque sabía perfectamente que se estaba cambiando la ley para tener cobertura en el cambio de vínculo, una modificación que pidió la Fecam. Tuvimos una reunión con el consejero de Presidencia del Gobierno canario que prometió que eso iba a ir en la ley. En cualquier caso, la reconversión está suspendida en los tribunales, que tuvieron que emitir hasta cuatro autos para que se hiciera efectiva

La opinión de las magistradas es muy autorizada y hemos entendido que teníamos que actuar de forma diferente si el antejuicio que se hace es desfavorable. Nunca llegamos a pensar que todo un consejero de Presidencia dijera una cosa e hiciera otra. Tampoco podíamos pensar que se entendiera que esto es la RPT, porque en ella no sale el cambio de vínculo, pero lo respetamos, rectificamos y no pasa absolutamente nada.

¿El Gobierno local ha eliminado la reconversión de los laborales?

Sí. Hay una segunda RPT elaborada. Ha sido negociada y está en un trámite de fiscalización previa y la conversión de vínculo no aparece en ella. Tampoco aparecía en la primera. Entendemos que nuestra primera RPT era buena y que lo que tenían que haber suspendido era la adscripción. Hemos anunciado que no va a haber adscripición con cambio de vínculo. Lo hemos borrado hasta que alguien nos diga que eso es correcto. En Canarias se ha hecho en varios sitios, pero nadie lo ha llamado cambio de vínculo. Yo destacaría que los ahorros del Ayuntamiento en Personal entre 2010 y 2014 han sido espectaculares. En 2010 se gastaron más de 125 millones de euros en personal. En 2014, hemos reducido esa cifra a 109 millones. Es una reducción importante. El primer año reducir es fácil, pero se ha podido seguir reduciendo. Esto ha significado que nadie se ha ido a la calle. La crisis ha golpeado a la cuidad de una manera bárbara. Los ciudadanos ahora saben que los trabajadores ahora cobran los niveles correspondientes a su nivel profesional, que tienen que hacer una serie de horas y las hacen. Que nadie les regala una hora en verano o el día de Santa Rita. Que se cumplen las normas sobre empleo público. Y de lo que estoy más contento es que los trabajadores lo han asumido y han cumplido de forma perfecta. El horario se cumple de una forma mejor que en cualquier otra administración.