¿Cuantos belenes ha confeccionado estas Navidades?
Muchos, me da hasta vergüenza contarlos, pero como no son robados, sino trabajados... Pero muchos, en total diez belenes.
¿Otros años ha sido más o menos?
Siempre rondo los siete u ocho, y también en otros formatos. Pero este año hemos trabajado, no solo yo, sino todo mi equipo, durante muchos meses. También me gusta decir que es mi trabajo. Y también doy trabajo a otra gente. Transportistas, técnicos, y ayudantes para montar todo. Es una profesión más, hay gente para todo y yo me dedico a hacer belenes.
Parece que se excusa por dedicarse a esto.
Llevo más de 35 años confeccionando belenes, siempre al público. La gente se sorprende cuando le digo que vivo de esto.
¿Qué dificultades conlleva crear el belén de San Telmo, que está al aire libre?
Es cierto que se trata de un nacimiento bastante complejo. Es un belén circular, muy grande, de más de 40 metros de recorrido. La dificultad también está en que es circular, en uno frontal puedes esconder muchas cosas, pero en estos hay que trabajar las vistas laterales. Esta es la mayor complejidad, porque conlleva muchas horas de diseño y trabajo.
¿Trabajar en tantos belenes no ajusta su agenda en Navidad?
Es un sacrificio inmenso, por estas fechas uno acaba agotado. Se trabaja en la elaboración desde antes de verano, con lo que la carga de trabajo va aumentando en medida que se acercan las navidades.
¿Se reutilizan elementos y figuras en otros años?
Las montañas se retallan y algunas cosas se reutilizan. Pero la mayoría se hace nuevo, porque para ser interesantes para su público, y hasta para sus creadores, tiene que haber una motivación en lo novedoso. Es la ilusión, presentar algo nuevo.
¿Qué es lo más bonito que le han dicho por un belén suyo?
Francamente me han dicho cosas muy hermosas. Como hago tantos en diferentes puntos de la ciudad, sobretodo con los belenes canarios, la gente te deja joyas escritas. Por costumbre pongo un libro de visitas, y te ponen comentarios que te traspasa el alma. Valen más que lo que cobras por hacer un trabajo de estos. La gente te confiesa que ha llorado viendo el belén porque le ha recordado a su familia, por poner un ejemplo. El belén evoca muchos sentimientos.