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Tafira se levanta contra los baches

Tafira se levanta contra los baches

Los vecinos de la zona alta del barrio demandan al Ayuntamiento que les arregle sus vías, el alumbrado y el alcantarillado, pese a vivir en un espacio protegido

Calles sin asfaltar, falta de alumbrado público, viviendas sin alcantarillado, dificultades para conectarse a Internet. Son algunos de los problemas que acumulan desde hace años los residentes de Tafira Alta, perteneciente al distrito de Vegueta, Cono Sur y Tafira. Su principal ventaja es que viven en el campo a pocos kilómetros de Las Palmas de Gran Canaria, pero este privilegio se ha convertido en su mayor obstáculo para equipararse al resto de los ciudadanos de la capital al tener sus viviendas en un entorno de gran valor paisajístico.

"Aquí no se puede hacer nada porque al plan especial de Tafira no hay quien le meta mano". Esa es la conclusión a la que ha llegado el presidente de la asociación de vecinos Tamaragua, Elías Navarro Sánchez, que desde años lucha por mejorar las condiciones de vida de los residentes del barrio, en donde asegura que hay unos 1.200 habitantes censados, principalmente en la zona de Los Hoyos, donde se concentran más viviendas y se ubican varios colegios como el americano, el Juan Ramón Jiménez u hoteles rurales como El Mondalón.

El barrio de Tafira Alta se encuentra en un área protegida por gran valor paisajístico al situarse en ella varios conos volcánicos y tener singularidades de gran belleza geológica como el pico Bandama y la Sima de Jinámar. Más de 1.4000 hectáreas de superficie que pertenecen a los municipios de Las Palmas de Gran Canaria, Telde y Santa Brígida y en el que se incluyen varios núcleos vecinales que se mezclan con fincas agrícolas privas explotadas y abandonadas y monte.

En 2009 se aprobó el Plan Especial del Paisaje protegido de Tafira pero se dejaron atrás asentamientos rurales como Los Hoyos, El Lianillo, Monte Quemado y una parte de la urbanización El Arco por haberse introducido modificaciones de carácter sustancial con posterioridad a la aprobación inicial del plan. Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia vendría, posteriormente, a anular dicho plan por aprobarse fuera de plazo después de que un particular interpusiera un recurso.

El Plan Especial del Paisaje protegido de Tafira se encuentra actualmente a la espera de revisión por parte del Cabildo insular tras la Ley 14/2014, de 26 de diciembre, de Armonización y Simplificación en materia de Protección del Territorio y de los Recursos Naturales.

Los habitantes de Tafira Alta viven en terreno gestionadas por dos administraciones -municipal e insular- y ese es también otro handicap para solucionar sus problemas residenciales. El presidente de la asociación Tamaragua asegura que desde que fue alcalde Jerónimo Saavedra no se ha dado solución a nada con la excusa de que era el Cabildo insular el que tenía que actuar al tratarse de un espacio protegido. Los vecinos han costeado incluso el asfalto de algunos tramos si querían entrar en sus viviendas en condiciones.

Paseo de incomodidades

En la cuesta de Mondalón, una estrecha calle empinada en la que es imposible que dos coches pasen juntos y uno de los caminos rurales más antiguos de Tafira, se cayó hace más de mes y medio un poste de la luz al salirse un coche de la estrecha vía y meterse en la reguera que cae a uno de los lados. El poste sigue allí gambado y acotado con una cinta policial, con los cables a punto de caerse sobre el asfalto, ya que tuvieron que acudir los bomberos a sacar a los ocupantes del vehículo. Tras el incidente, ni se arregló el poste ni se ensanchó la vía.

En la calle La Viña, el asfaltado que hizo el Ayuntamiento hace dos legislaturas se quedó a medias después de que tras el incendio en una vivienda el Ayuntamiento decidiera alquitranarla para que los bomberos tuvieran acceso a las casas. Para Los Cabucos, sin embargo, no hubo dinero.

En la avenida de Tamaragua, la trasera del colegio americano y entrada al local social de los vecinos, el asfalto se hunde pese a que la calle se arregló con los planes de Zapatero en 2009 y se instaló una nueva red de abastecimiento de agua y de eliminación de residuos. En la misma calle, un árbol sin podar impide tener una visibilidad total sobre la vía al hacer el stop reglamentario en la intersección con La Cepa, mientras sus raíces se le cuelan a una vecina en su casa.

En Los Hoyillos, no se pudo construir un muro de contención en la calle pese a tener incluso el proyecto porque se choca ya con suelo rural y se impide construir.

Elías Navarro reclama que el Ayuntamiento les adecente las calles y que se las amplíe para que los servicios de emergencia puedan pasar sin problemas en caso de que ocurra algún incidente. "Los vecinos incluso están dispuestos a retranquear sus fincas", apunta, mientras sostiene que el Consistorio no puede negarse a actuar en la zona puesto que ya lo ha hecho anteriormente.

La carencia de un sistema de saneamiento de agua es también otro de los problemas que afecta a los vecinos; principalmente a los que viven pegados a la GC- 801, entre el colegio Juan Ramón Jiménez y el restaurante Miranda y conocida como plaza Perdida. El Servicio de Aguas del Ayuntamiento contestó a los vecinos en 2013 que había hecho un estudio con Emalsa para solucionar la cuestión y que habría que invertir mas de 16.000 euros. El arreglo sigue aún a la espera de dotación presupuestaria por parte del Ayuntamiento.

Los inconvenientes de Tafira Alta también tienen que ver con el alumbrado público. Es lo que les ocurre en unas viviendas situadas frente al Torreón a la altura del restaurante Miranda. La contestación que se les dio en 2012 desde el Ayuntamiento es que la calle "no era de titularidad pública" ya que se trataba de un acceso en suelo rústico, incluido en una finca catastral rústica, por lo que no podía ser atendida por el gobierno municipal. Aún siguen sin luz.

En la calle Lagar, los postes de la luz impiden el correcto tránsito. La vía se pavimentó con los planes de Zapatero y se hicieron las cajas para soterrar el cableado -incluido el de telefonía- pero aún siguen al aire libre; incluso se ató uno de los postes al número 11 de la calle para que no se viniera sobre la calzada.

El alcalde Augusto Hidalgo visitó el barrio este julio con la concejala de Fomento y Servicios Públicos, Inmaculada Medina, así como la responsable de distrito, Lourdes Armas, para tomar nota de sus reclamaciones. Durante la reunión les avisó de que no todas sus demandas eran de competencia municipal, pero aún no se ha hecho nada en el barrio.

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