El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha iniciado el proceso para adjudicar las obras de reposición del césped artificial en el campo de fútbol de la Vega de San José, que sale a licitación por la cantidad de 134.772 euros, y de otros dos campos de fútbol en La Isleta, el de Jardín de Infancia, por 88.642 euros, y el de Porto Pi, por otros 129.826 euros.

En total, una inversión de 353.240 euros del Instituto Municipal de Deportes (IMD) que permitirá, según explica el concejal de Nuevas Tecnologías, Administración Pública y Deportes, Aridany Romero, "recuperar la funcionalidad de estas instalaciones, aumentar su uso y la práctica de deporte, en este caso de fútbol, por parte de las personas que viven en esos barrios". En el campo de fútbol de la Vega de San José, situado entre las cales Málaga y León, se van a reponer 2.684 metros cuadrados de césped artificial, además de renovar los aspersores, los vestuarios, el vallado y pintar el muro exterior. En el de Porto Pi se van a sustituir 2.156 metros cuadrados de césped artificial por otro de última generación, y además se renovará la red de riego, vestuarios y se sustituirán las redes parabalones. Finalmente, en el Polideportivo Jardín de Infancia, se van renovar 1.870 metros cuadrados de césped artificial.

"El Instituto Municipal de Deportes realiza este año una importante inversión para mejorar distintas instalaciones deportivas de la ciudad, y entre otras actuaciones vamos a reponer el césped de estos tres campos de fútbol", apunta el concejal, que recuerda que esta entidad ha incrementado de forma importante este año su presupuesto, que supera los 7 millones de euros, con los que se puede afrontar nuevos proyectos e inversiones necesarias para seguir incentivando la práctica del deporte en la ciudad.

Además, este año por primera vez el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha adjudicado el servicio de conservación y mantenimiento del terreno de juego de los 35 campos de fútbol municipales. Esto supone que a partir de ahora se van a dedicar más esfuerzos a mantener las instalaciones ya existentes y ampliar la vida útil del césped, retrasando la necesidad de cambiarlo, con lo que esa medida supone de ahorro a largo plazo.