El sector petrolífero continúa dando muestras de concentración empresarial en un momento de reorganización del mercado tras años de estancamiento por los bajos precios del petróleo. El armador Ensco, que hace un año ya se hizo con Atwood Oceanics, anunció la semana pasada la compra de su competidor Rowan Companies en un acuerdo valorado en 2.380 millones de dólares (unos 2.000 millones de euros).
Una vez completada la operación, los actuales accionistas de Ensco seguirán manteniendo el control de una nueva compañía (poseerán el 60,5% de sus acciones) que contará con una presencia más global y especializada de la que disponían hasta el momento. En total, serán propietarios de 28 plataformas semisumergibles y buques perforadores y otras 54 plataformas tipo jack-up (con 82 unidades, la suya será una de las mayores flotas del sector) y operarán en algunos de los mercados a los que las empresas del Puerto de La Luz ofrece sus servicios, como el golfo de Guinea, Brasil o el golfo de México.
La adquisición de Rowan permite a Ensco desembarcar en algunos mercados clave en los que no estaba presente en estos momentos, como el noruego. Las dos compañías destacaron en un comunicado que la fusión les permitirá operar en seis continentes para 35 clientes, "entre los que se incluyen las mayores compañías petroleras estatales, grandes multinacionales y compañías independientes de exploración y producción".
Esta es la segunda operación de compra para Ensco en los últimos tiempos. Hace poco más de un año, el armador británico completó la adquisición de otro rival, Atwood, para convertirse en el principal operador de plataformas jack-up del mundo.
Ensco comenzó a operar en el Puerto de La Luz en 2013 y cuenta desde entonces con Canarship como agente consignatario. Durante este tiempo ha confiado en el recinto grancanario tanto para realizar operaciones de cambio de tripulación como de avituallamiento, además de diversas labores de mantenimiento. Desde hace unos meses cuenta con dos buques perforadores abarloados en la prolongación sur del muelle Reina Sofía, el Ensco DS-6 y el Ensco DS-11, que hasta hace un año pertenecía a la flota de Atwood.
Rowan también opera en La Luz desde hace algunos años. En 2014 trajo a Gran Canaria la jack-up Ralph Coffman, que protagonizó la primera 'suelta' -esto es, el desmontaje del barco semisumergible que la transportó hasta la Isla- de la historia del Puerto. Ese mismo año, Repsol contrató los servicios del buque perforador Rowan Renaissance durante la campaña en busca de hidrocarburos que realizó al este de Lanzarote.
