Comienza la cuenta atrás para la apertura del hotel Santa Catalina el próximo verano. Los principales portales turísticos web ya ofertan habitaciones de este establecimiento a partir del 8 de julio. Los precios por una noche para dos personas en este histórico edificio están fijados a partir de los 191 euros, con desayuno incluido. De esta manera, el inmueble culmina una reforma que ha costado una inversión de 24,5 millones de euros. Las obras comenzaron en mayo del año pasado, fecha acordada por el nuevo gestor del inmueble los próximos 34 años, la multinacional Barceló.
El histórico inmueble, obra del arquitecto canario Miguel Martín Fernández de la Torre, ha sido rebautizado como Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel. El portal turístico Booking diferencia en las reservas entre habitaciones deluxe o premium, cuyos precios apenas varían en unos diez euros entre una y otra. Por otro lado, en una categoría superior, el establecimiento cuenta con suites junior premium a 226 euros la noche para dos personas.
Los huéspedes que pisen el Santa Catalina en julio serán los primeros en disfrutar de las instalaciones tras la reforma integral que está acometiendo la multinacional de origen mallorquín. Unas obras que han intentado recuperar los aires del romanticismo neocanario del hotel, estilo con el que el arquitecto grancanario concibió este espacio en la década de 1950.
Entre las novedades de la reforma, destaca la completa renovación de la cubierta del edificio. No obstante, esta zona del inmueble se encontraba desaprovechada hasta hasta ahora. La azotea pasará a convertirse en un espacio chill out de uso exclusivo para los huéspedes. Aunque, los representantes del grupo hotelero en Canarias desvelaron hace poco a este periódico que se podrán organizar eventos privados, siempre sujetos a un aforo limitado.
La azotea contará con varias piscinas, un pequeño gimnasio y una coctelería. En el transcurso de los trabajos se han abierto grandes ventanales en lo que hasta ahora había sido un almacén. Una obra que se ha acometido con la intención de obtener una terraza abierta para un mayor disfrute de los huéspedes, tal y como han reseñado fuentes del grupo.
Tras la reforma, el establecimiento pasará de las 205 habitaciones actuales a 194. El mobiliario de muchas de estas ha sido renovado. No obstante, el proyecto concentra sus actuaciones más ambiciosas en la planta baja del edificio. De esta manera, los dos patios que fueron techados en anteriores ocasiones volverán a ser descubiertos, tal y como los concibió Martín Fernández de la Torre. Precisamente, después de pasar por la Comisión de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el proyecto intenta "descubrir" muchos elementos del edificio que fueron ocultados con el paso del tiempo.
El Santa Catalina, un edificio de propiedad municipal, estará mejor conectado al entorno del parque Doramas y el Pueblo Canario, tal y como resaltó Barceló en la presentación del proyecto en noviembre de 2017, mes en el que asumió la gestión del inmueble después de 23 años a mano del grupo Juan Padrón. Entre otros cambios, los trabajos obligarán a trasladar la actual parada de taxis en la vía interna del recinto y, además, la entrada del inmueble será peatonal.
Julio Navarro
El proyecto incluye la demolición de los límites entre el hotel y el parque Doramas. Este espacio verde aumentará su superficie, pues el hueco que ocupa la piscina más pequeña del club de natación Julio Navarro será aprovechado en este sentido. La pileta está siendo reemplazada por una nueva de similares dimensiones junto a la calle Pío XII. Además, estos trabajos coinciden con la reforma del conjunto arquitectónico del Pueblo Canario, diseñado por los hermanos Martín Fernández de la Torre de manera previa al Santa Catalina.
Dentro de los cambios que sufrirá el hotel, el buffet pasará a la parte trasera del establecimiento, donde en su momento se encontraba el casino. Además, el wellness aumentará su espacio y estará mejor conectado con las habitaciones. El establecimiento también creará un espacio dedicado a foros y congresos.
La reapertura del Santa Catalina tras 14 meses sin recibir a nuevos turistas supondrá una fortaleza para la oferta alojativa de la capital grancanaria. No obstante, este es uno de los pocos establecimientos que ostenta en la ciudad las cinco estrellas. La urbe vive en estos últimos años un auge turístico sin precedentes en décadas. En poco más de dos años se han abierto numerosos hoteles de diferente categoría en el entorno de La Isleta, el parque Santa Catalina y Vegueta.
