Llega cuarenta minutos tarde, apresurada, con un perro de peluche abrazado a su pecho, disculpándose por el retraso porque es que "tenía que quitarse el mono" para estar lúcida. Sienta su delgada figura y con gesto de sinceridad, mirada directa y sonrisa desdentada comienza a hablar con claridad, concisión, respondiendo exactamente a lo que se le pregunta con su realidad. Inmaculada Castro Nieves, 'Macu', nació en Las Palmas de Gran Canaria el 12 de febrero de 1973. No conoció a su madre, no sabe si está viva o muerta, ni a la familia materna. Se crió con sus abuelos hasta que murieron cuando tenía 11 años. Entonces su padre se encargó de ella. Un progenitor cuyo oficio conocido era consumir y vender droga, además de robar. A los 13 años la inició en el mundo de la heroína.

Dejó el Colegio Ramón y Cajal en 5º de EGB y nunca ha trabajado. En el centro donde estudió no dieron la voz de alarma por su situación. Su progenitor le introdujo en la heroína por su "beneficio". Ella nunca utiliza la palabra que describe ese "beneficio": Prostitución. Escapó de las palizas, las camas ajenas, las amenazas y de las garras de su padre a los 15 años. Desde entonces no ha vuelto a ver "al bastardo", así le llama, hasta llegar a "olvidar su imagen".

Cogió como hogar un solar abandonado de El Risco de San Nicolás. Este es su refugio desde hace más de dos décadas, que comparte con su perro y su pareja, con la que convive desde hace 18 años. Otra víctima de la droga porque ella lo tiene claro, "una persona sana no va a convivir con un drogodependiente. Es imposible". El resto de su familia está formada por la gente conocida de la calle.

Macu no solo ha vivido el abandono en la droga, también la ausencia de lo que pudo ser: Madre. Un año después de huir de su padre, tuvo mellizos que nacieron con el síndrome de abstinencia neonatal. En esa ocasión consiguió ayuda para darlos en adopción a "los padrinos", una familia de San Bartolomé en Lanzarote. No quiso que las criaturas pasasen la "calamidad" que ella vive. Treinta años después siente el dolor de no conocerlos, de no saber si se parecen a ella o cuál es la vida que llevan.

Macu es un personaje popular del barrio de Triana de Las Palmas de Gran Canaria. Lleva los 20 años que vive en San Nicolás mendigando por las concurridas terrazas de la zona. Los vecinos la conocen y la toleran porque siempre pide para comer o para aliviar el "mono de la heroína" sin insistencia y casi siempre con amabilidad. Con ella contactó Belén A. Doreste para preguntarle si quería ser la protagonista de un documental que pretendían rodar alumnos del Instituto Politécnico Las Palmas para explicar qué era la droga. Aceptó. Tres años después, el documental se publicó en La Provincia, corrió como la pólvora por las redes sociales hasta alcanzar las 50.000 reproducciones, y así Macu se hizo "viral".

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Macu,la de Triana: "Antes era famosa, ahora soy viral" La Provincia

¿Cómo surgió el documental?

Una chica que se llama Belén me dijo que era del Politécnico y que si quería contar lo que era la heroína, cocaína, pastillas, anfetaminas... Que cómo eran los síntomas del mono. Pues yo, si podía ayudar a alguien contando lo que a mí me había pasado de niña, si le podía servir a alguien de ejemplo para que no acabase como yo... Porque yo lo que digo es la verdad: Es opiáceo. Viene del opio y viene a ser parecido a la morfina.

¿Tú qué consumes?

Yo me meto heroína, boliches, hachís. Unas veces fumo tres y hay veces que me meto ocho o nueve. Depende de la calidad y de la cantidad.

¿Cómo te sentiste después de dar tu testimonio?

Me quedé pensativa, como diciendo: ¿Le servirá a alguien lo que yo estoy expresando? Fue lo que yo pensé. ¡Dios me oiga y ojalá que sí! Bueno, ahora me paran muchos chicos para hacerme preguntas y me dicen que para no quedar mal con su amigos, fuman. Yo les digo que lo mejor que pueden hacer es decir que no y que hablen con sus madres, porque puedes empezar con el hachís y puedes terminar con las pastillas.

Lo viste, ¿no? ¿Qué te pareció?

Sí. Me pareció bien. Lo que pasa es que no expresé todo lo que yo quería. Más bien lo que conté fue eso, todo lo que me había sucedido con el desgraciado de mi padre, porque es verdad, y lo que es la heroína, las secuelas que me deja, la mala vida...

¿Qué querías expresar?

Quería expresar sobre todo a la juventud de hoy en día que se piense dos veces dónde se mete. Que es muy fácil meterse y muy difícil salir. Que no es decir me fumo un porro y ya está. Esto, como lo pruebes una vez ya estás metido para el resto de tu vida. A no ser que te digas: Pues mira no me conviene. Lo dejo. Pero es muy, muy difícil dejarlo.

¿Lo has intentado en varias ocasiones y no lo has conseguido?

Como mucho he estado un mes sin consumir. Como mucho. ¿Y cuántas veces he intentado dejarlo? En seis o siete ocasiones.

¿Has pedido ayuda?

He pedido ayuda pero el problema es que, como no tengo Seguridad Social, me hacen falta unas analíticas generales para que me puedan dar o metadona o metasedin o algún tratamiento a seguir. Me atienden en urgencias por un dolor en el estómago o algo de eso, sí. Pero lo que a mí me hace falta es un chequeo.

¿Pero en la Unidad de Drogodependencia no te atienden?

No. Ahí no me hacen los análisis.

¿Por qué?

Eso sí que no lo entiendo. El porqué no lo entiendo. Me hacen las entrevistas con la asistenta, la psicóloga, la doctora... para quince días o una vez al mes. Pero el problema es que si no les llevas las analíticas que te piden no te dan opciones para reinsertarte, dentro de lo que cabe, en la sociedad.

¿Te gustaría?

Sí. Siempre y cuando me den un medicamento y talleres ocupacionales, porque si no uno está todo el día así, comiéndote la cabeza.

Cuando se publicó el documental en laprovincia.es tres años después ¿Cómo te ha tratado la gente a partir de entonces?

Yo me enteré porque la gente me lo decía: Macu saliste en La Provincia, saliste en la tele, Macu saliste en Facebook, Macu saliste en Youtube. Bueno, pues vale. Pero lo de La Provincia yo no lo vi. Después del corto era todo el mundo: ¡Ay Macu! lo siento mi niña que no sabíamos el porqué estabas metida ahí. Nadie lo sabía hasta que yo lo conté.

He contado una cosa que nadie tenía porqué saber para poder ayudar a los jóvenes

¿Te entendieron mejor?

Bueno. Algunos sí y otros no porque hay gente que me dice que me quiero aprovechar. Dicen: "Has contado tu historia para que la gente te ayude más". A mí me ayudan lo mismo. He contado una cosa que nadie tenía por qué saber para poder ayudar a los jóvenes, porque lo único que quiero es eso: que la juventud de hoy en día se lo piense dos veces. Que todo tiene una secuela. Te deja secuelas y muchas.

Entiendo que conoces a la gente que pide en la zona ¿Son tus colegas?

Colegas entre comillas porque en la droga no hay amigos. Es conveniencia. Si tienes, eres la tía más chachi que te tiras a la cara. Si no tienes, eres una colilla en el suelo.

¿Y cómo te han tratado ellos con la repercusión del documental?

Hasta el día de hoy no me han tratado mal.

¿Te respetan?

Gracias a Dios sí. En este sentido no tengo conflicto ninguno.

Nadie tiene obligación de darle dinero a nadie

¿La mayoría de los mendigos veteranos de Triana están en las mismas condiciones que tú?

No lo sé. Más bien lo que hacemos es uno, pedir por un lado, y otro, por otro. Yo pido pa' mí y mi pareja. No me 'ajunto' con la gente de la calle. Siempre estoy sola.

¿Te das cuenta cómo el acoso de la gente que pide en las terrazas está acabando con la humanidad de las personas?

Yo creo que sí porque hay muchos a los que no le das y te insultan o te intentan intimidar o te acosan. ¡Si no te dan pues te fastidias, tío! A ver si tú te crees que, cuando yo estoy con el mono y no me dan dinero, no me da rabia. Claro que me da rabia, pero es que nadie tiene obligación de darle dinero a nadie. Es mi punto de vista.

¿Cómo ha cambiado tu vida después de la popularidad del documental?

Antes era famosa, ahora soy viral ¿Cómo explicarme? La gente sigue siendo la misma conmigo aunque haya hecho el documental. Bueno y me llamaron de un colegio de los Jesuitas que en una clase querían hacerme una entrevista sobre qué es la heroína.

¿Vas a ir?

Todavía no lo tengo decidido. Es que me dicen: "Macu, ven tal día". Voy y no aparecen o me dicen que no lo pueden hacer porque hay gente que no lo permite.

Si otros centros te ofrecen dar tu testimonio ¿Lo harías?

Lo haría. Eso sí, que me paguen por lo menos algo.

¿Después del documental alguien se ha ofrecido para ayudarte a salir de la droga y darte un trabajo?

No. Eso no. Si me dicen: Oye Macu, conseguimos un centro de desintoxicación donde te van a dar un tratamiento a seguir... Eso es lo que yo quiero, pero ninguna administración se ha puesto en contacto conmigo hasta el día de hoy.

¿Y qué es lo que necesitarías?

Un centro donde me den una medicación adecuada a mis condiciones y, una vez que esté desintoxicada, reinsertarme en la sociedad con talleres ocupacionales o trabajando de barrendera. Haciendo algo.

Momentos bonitos no he tenido. La verdad es que mi vida es un sin vivir

Si hubieses tenido una oportunidad ¿Qué te hubiera gustado ser?

Psicóloga infantil. Por mis circunstancias. Por mis niños. Si hubiera podido hacerlo, lo habría hecho. Me hubiera gustado... O psicóloga o arquitecta. Más bien psicóloga, pero infantil.

¿Cuál es el momento más bonito de tu vida?

Momentos bonitos no he tenido. La verdad es que mi vida es un sinvivir.

¿No recuerdas ninguno?

¿Recuerdos bonitos? No. He borrado casi parte de mi infancia... Bueno, bonito ahora mismo es esto. Esto para mí es muy bonito. Personas que me escuchan, que no me discriminan, que no me rechazan, ni te miran por encima del hombro. Para mí, esta noche cuando me acueste ¡Vamos! Voy a soñar lo más bonito a lo que se pueda aspirar. Bonito es lo que me está pasando ahora.

¿Quieres decir algo más?

(Macu mira a la cámara) Sí. Me gustaría decir al que esté viendo esto, que el verdadero amigo no te invita a drogas. Y si tú no quieres fumar, no fumes, y menos para quedar bien.