La Provincia - Diario de Las Palmas

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La mayor aventura de sus vidas

La regata trasatlántica ARC congrega a grupos de amigos y familias que cruzan el océano en busca de una experiencia inolvidable

El espíritu cosmopolita del que siempre ha presumido Las Palmas de Gran Canaria por la influencia del Puerto de La Luz toma forma durante esta semana en el Muelle Deportivo. La dársena de embarcaciones menores de la capital acoge estos días a la flota internacional de la regata trasatlántica ARC, una familia con cientos de miembros de las nacionalidades más dispares que durante unos días se dan cita en la Isla para estrechar lazos antes de cruzar el Atlántico en la que para muchos de ellos es la gran aventura de sus vidas.

Eso mismo es lo que llevó a Robbert y Lukke Verboon a embarcarse junto a sus amigos Gertjan, Erik, Nicolette y Annelies a bordo del Eight, un impresionante catamarán que ya han convertido en su casa. Estos holandeses se han planteado la regata como una hazaña irrepetible que compartir con los más cercanos. Aunque la náutica no les resulta extraña, para la mayoría es la primera ocasión en la que navegarán atravesando el océano: "Nunca he cruzado el Atlántico y supongo que es distinto a navegar por aguas interiores tranquilas, como hacemos en los Países Bajos", explica Lukke, que reconoce que durante estos días tiene un cúmulo de sentimientos: "Siento alegría, felicidad, a la vez tengo miedo y estoy emocionada".

Su equipo es pura felicidad: como los viejos amigos que son, se gastan bromas constantemente. Por eso mismo no resulta extraño que hayan decidido equiparse con un peculiar uniforme de chaquetas americanas estampadas con palmeras y flamencos, o que dos flotadores de esta misma ave atados entre ellos les sirvan como mascota. Durante la travesía piensan "hacer lo mínimo posible", porque lo que buscan es "cruzar el océano de manera relajada, segura y divertida", comenta Robbert. Tras la meta piensan "permanecer en el Caribe durante dos estaciones" y después cruzar hacia el Pacífico por Panamá: "Queremos hacerlo durante tres, cuatro o cinco años... En realidad no podemos planearlo".

También buscan la aventura de sus vidas los miembros de la familia Taylor, originaria de Sudáfrica pero residente en el Reino Unido. Shawn, Claire, Dylan y Nathan viajan hasta Santa Lucía a bordo del multicasco Mokara junto a Paul Hackney y su hija Charlotte tras decidir que los niños "estaban creciendo demasiado rápido" sin tener tiempo para disfrutar juntos del tiempo libre. En el barco, los pequeños no dispondrán de conexión a internet, pero compartirán las tareas náuticas, dedicarán tiempo a pescar y dispondrán de otros entretenimientos a bordo: "Muchos deberes escolares", bromea su padre.

Para ellos, la hazaña continuará tras llegar al Caribe. El plan de los Taylor es alargar esta experiencia el mayor tiempo posible. "Esperamos poder seguir camino hacia el norte, cruzar el canal de Panamá y dar la vuelta al mundo si seguimos disfrutando de la navegación", explica mientras continúa realizando pequeños mantenimientos en el velero, como reforzar la sujeción de su vela principal.

Dmytro Potoskyi también considera que estar sin internet durante la travesía será "toda una experiencia". Este ucraniano se encuentra al frente de la tripulación del Prosecco, una embarcación que ha alquilado junto a sus amigos para probar la travesía del océano y que sigue una peculiar tradición de esta pandilla: navegar en veleros con nombre de bebida alcohólica. Antes lo hicieron con el Bourbon y con el Champagne. Durante estos días en Gran Canaria, han podido completar los trabajos de puesta a punto de la nave, que ya está lista para zarpar el domingo. "Esta es una marina muy agradable y tiene unos trabajadores muy amables, es un buen lugar para arrancar la regata", añade.

No solo lo piensa él: Thomas Lien, que viaja con su familia a bordo del Vaki Vaki ("felicidad" en una lengua polinesia), considera que en Las Palmas de Gran Canaria hay buen ambiente para preparar la regata: "Siempre está ocurriendo algo, hay actividades para todos", indica. Él y los suyos han vivido mucho tiempo en el mar - "Mi mujer y yo navegamos durante seis años, sobre todo en el Pacífico- y se plantean la ARC como un largo paseo de vuelta a su Noruega natal. "Tras Santa Lucía iremos hacia el norte, a Puerto Rico, Cuba, Estados Unidos y Groenlandia antes de volver a Oslo, viajamos buscando el verano".

Para todos, estos días en Las Palmas de Gran Canaria suponen los últimos preparativos, comprando víveres o atando los últimos cabos en tierra firme antes de enfrentarse al océano. Todos partirán hacia Santa Lucía este domingo entre las 12.00 y las 12.30 horas -algo antes que otros años- desde la zona de regatas de la capital, frente al barrio de Vegueta.

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