Agentes de la Unidad Turística de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria han rescatado a dos tortugas que llegaron hasta la orilla de El Confital enredadas en una malla de pesca en la mañana de este martes, 10 de diciembre.

Los agentes pudieron liberar a los animales con la ayuda de operarios del centro de animales silvestres del Cabildo de Gran Canaria que llegaron a la zona tras el aviso del cuerpo policial.

Los animales fueron trasladados al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, donde el personal constató que no sufren fracturas y que su pronóstico es bueno.

Según informa el Cabildo en una nota, los dos ejemplares llegaron al Centro la mañana de este martes y tras retirarles las mallas de nylon que cubrían parte de su cuerpo, el personal les realizó una radiografía y diferentes pruebas, como análisis de sangre, para comprobar su estado de salud.

Una de ellas tiene heridas que requieren de más atención, aunque no revisten gravedad, y ambas han comenzado con un tratamiento con antibióticos y serán curadas. Además, estaban deshidratadas debido a su imposibilidad para alimentarse probablemente durante varias semanas, por lo que también recibirán suero.

Las tortugas bobas o ‘caretta caretta’ serán trasladadas este miércoles a las instalaciones de Taliarte, que cuentan con piscinas, para constatar si pueden o no flotar. Ahí permanecerán como mínimo un mes, no solo para su curación sino también para comprobar la presencia de microplásticos en las heces. Tras su recuperación, serán liberadas.

El Centro de Recuperación de Fauna del Cabildo, al que llegan animales de distintos puntos de Europa, trata a tortugas, pardelas, águilas y otros animales salvajes heridos.

Para su recuperación cuenta con un quirófano con equipamiento de última generación, además de un sistema de endoscopía, un aparato de rayos X portátil, un sistema de monitorización de anestesia mediante pulsoximetría y un sistema de ecografía doppler para detectar el pulso en las tortugas marinas.

La media anual de ingresos de todo tipo de especies animales supera los dos mil ejemplares, entre ellos de pardelas o de tortugas bobas, hasta el punto de que el Cabildo, a través de su Centro de Recuperación de Fauna, es pionero en la organización de campañas de rescate y atención sanitaria especializada.

Las mallas de pesca, un peligro para la flora y fauna marina

Según un estudio de 2018 publicado en Scientific Reports, las redes fantasma representan al menos el 46% de la Gran Mancha de Basura del Pacífico. Un desperdicio plástico particularmente grave del problema de la ‘pesca fantasma’ a nivel

La organización conservacionista World Wildlife Fund (WWF) explica que las redes fantasma no solo capturan peces: también enredan a las tortugas marinas, delfines, marsopas, aves, tiburones, focas y muchas especies más. “La mayoría de las veces estos animales quedan atrapados accidentalmente en estas redes ya que son incapaces de detectarlas visualmente o por sonar. Entonces, las redes impiden que los animales se muevan libremente, provocan lesiones y evitan que los mamíferos y las aves suban a la superficie en busca de aire”. Según WWF cientos de animales pueden ser atrapados en una sola red.

Uno de los últimos casos más lamentables del peligro de las ‘redes fantasma’ sucedió hace un año cuando más de 300 tortugas marinas murieron frente de las costas de Oaxaca (México) después de quedar atrapadas en redes de pesca abandonadas de forma ilegal. Estas tortugas eran en su mayoría de la especie olivácea o golfina (Lepidochelys olivacea), una especie clasificada como ‘vulnerable’ por la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Se desconoce con exactitud la cantidad de redes de pesca que navegan a la deriva o reposan en el lecho marino. Expertos de la The Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO) de Australia estimaron por primera vez el porcentaje de artes de pesca que los pescadores pierden o abandonan en el mar cada año. Según esta investigación, el 6% de todas las redes, el 9% de todas las trampas y el 29% de todas las líneas de pesca empleadas por los pescadores se pierden o desechan en nuestros océanos cada año. El motivo de esta enorme pérdida reside en el mal uso de las artes de pesca, en las consecuencias de los temporales y, no se puede olvidar, el abandono intencionado.

En Europa, según estimaciones de la Comisión Europea, un 27% de toda la basura que aparece en las playas son artes de pesca (redes, líneas o trampas). Además, las ‘redes fantasma’ representan aproximadamente un tercio de la basura marina que se encuentra en los mares europeos, o más de 11.000 toneladas por año.