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Urbanismo quiere comprar el molino de El Batán para crear un museo de sitio

Se trata de la pieza de ingeniería hidráulica más antigua de la capital, donde se construyó en el siglo XVI

Vista del molino de El Batán, el cual data del siglo XVI y se encuentra en un grave estado de abandono. JOSÉ PÉREZ CURBELO

La concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria quiere recuperar el molino de El Batán y convertirlo en un museo de sitio. Así lo aseguró su responsable municipal, Javier Doreste, quien explicó que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria trabaja en la compra de esta construcción que, actualmente, es de propiedad privada. La iniciativa está enmarcada en el nuevo Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de San Roque, a pesar de que en un principio se encontraba fuera del perímetro de actualización de esta normativa que aún está pendiente de aprobación definitiva. El motivo es el importante valor histórico de esta estructura que, a pesar de su estado de deterioro, se erige en el barranco del Guiniguada como la más antigua de la capital grancanaria.

Y es que para conocer los orígenes de este molino harinero hay que remontarse a los inicios del siglo XVI, cuando comenzó con su labor abasteciéndose para ello de las aguas de la Heredad de Las Palmas. Juan Manuel Rodríguez Díaz recoge en su libro Molinos de Agua en Gran Canaria que esta pieza de ingeniería hidráulica estuvo ligada a la familia del Conde de la Vega Grande desde 1975 y se mantuvo en funcionamiento hasta los años 60 del pasado siglo.

Según la Carta Etnográfica de la Fedac, esta estructura que se encuentra entre la calle Fragata y la GC-110 -conocida como Autovía del Guiniguada-, conserva el salón, el cubo y la acequia y el canal por los que entraba el agua. No obstante, son muchas las partes que se han perdido por el abandono que ha sufrido durante décadas. Entre las cosas que se han perdido está la entrada principal, ahora inexsitente; o la piedra de moler que desapareció misteriosamente de un día para otro hace más de dos lustros, tal y como relatan los vecinos.

Una situación que se pretende revertir con el nuevo PERI de San Roque en el que se clasifica esta construcción como centro de interpretación. Inicialmente, el molino de El Batán quedaba fuera del perímetro de actualización y actuación de esta normativa, si bien se ha decidido incluirlo por el alcance y el valor que tiene tanto para la ciudad como para sus residentes. Es por eso que el Ayuntamiento capitalino ha intentado comprárselo a su actual propietario para abrir en él un museo de sitio, aunque hasta la fecha la adquisición de la estructura no ha sido posible, tal y como apuntó el edil.

Aún así, Doreste asegura que "hay poco patrimonio que cuente la historia industrial de la ciudad y, como en este caso, hay que conservarlo". De ahí que desde Urbanismo también se proyecte ligar a las nuevas normativas de los denominados Barrios Pendientes: San Roque, San Nicolás, San Juan y San José, todo el patrimonio histórico de los mismos. De hecho, el molino de El Batán no es la única infraestructura que está llamada a convertirse museo.

En el Risco de San Nicolás, el PERI también recoge la creación de otro centro de interpretación de los artesanos en la antigua casa de los escoberos. Ubicada en la calle Doctor Manuel de la Nuez, se trata de una vivienda centenaria con un tejado a dos aguas en la que antaño se elaboraban las escobas, para lo que se sacaba la materia prima de la palmera que hay justo al lado. Ahora, el inmueble está completamente en ruinas y lleno de basura para pena de Juana Sánchez, conocida como la Escobera al ser prima del último señor que practicaba este oficio en el barrio.

Asimismo, el Gobierno de Canarias y el Consistorio capitalino estudian la rehabilitación de la antigua batería militar situada en el barrio de San Juan y su entorno. El objetivo del Gobierno local es recuperar estas instalaciones, para crear un mirador, un pequeño aparcamiento, un acceso peatonal. La iniciativa, que sería financiada con fondos regionales, también contempla la puesta en marcha de un recorrido histórico alrededor de este conjunto incluyendo los búnkeres.

La recuperación de la antigua batería de San Juan se sumaría al proyecto de creación de una red de miradores en la ciudad, que cuenta ya con uno nuevo en Alta Vista, así como el de Punta de Diamante en el barrio de San Francisco. En esta línea de dotar de puntos estratégicos a la ciudad para poder observarla desde las alturas, el PERI de San Roque también tiene prevista la construcción de cuatro nuevos miradores en el barrio. Uno de ellos, estaría entre las calles Farnesio y Fama; otro en Malagueñas; el tercero en torno a Folclorista Eustaquio Villalba y el cuarto, entre las calles Favorita y Foro.

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