El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no solo tiene previsto ampliar la red de carriles bici por el distrito de Ciudad Alta en los próximos años hasta llegar a los 58 kilómetros, sino también acondicionar los viales antiguos para mejorar su seguridad y la convivencia con el peatón ante el auge que está teniendo el uso de la bicicleta y el patinete como vehículos de transporte individual entre los ciudadanos. En la mañana de ayer se inauguraba la remodelación del carril bici que va paralelo a la playa de Las Alcaravaneras, en el tramo entre Torre Las Palmas y el Club Náutico, y en proyecto están el de la Avenida Marítima en el lado tierra y el de la calle Secretario Padilla.
El alcalde Augusto Hidalgo, el concejal de Movilidad José Eduardo Ramírez y el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias Sebastián Franquis -la obra ha sido financiado con el Fondo de Desarrollo de Canarias- comprobaron in situ cómo ha quedado el tramo de 4.200 metros utilizando las bicis de la Syticleta, el sistema de alquiler público de vehículos de dos ruedas. El carril, que tenía 2,30 metros, ha ganado un metro más.
Los trabajos de mejora han consistido básicamente en la ampliación del carril, creando un paso de resguardo con la autovía GC-1, así como el acondicionamiento de la rampa de entrada y salida a la playa de Las Alcaravaneras, que se encuentra situada justo detrás de la escultura que homenajea a los deportistas olímpicos canarios, y del entorno de la parada de guagua.
La obra salió a licitación el pasado mes de diciembre por 415.063, 52 euros, aunque finalmente se adjudicó a la empresa M&M500 por 350.857, 44 euros.
El tramo remodelado es uno de los de más conflictivos, de los siete que tiene este carril bici bidireccional, perteneciente al itinerario 3 de la red, que conecta el Guiniguada con la calle Juan Rejón atravesando León y Castillo, la playa de Las Alcaravaneras, el parque Santa Catalina y Albareda hasta llegar al castillo de La Luz. Sobre todo a la altura del Club Náutico, donde los ciclistas tienen que convivir con la entrada y salida de vehículos y viandantes a la institución social deportiva, con el acceso a la playa de Las Alcaravaneras, con el propio paseo de la Avenida Marítima, con una parada de guaguas y con el semáforo que da acceso a la calle Presidente Alvear a través de una pasarela por encima de la autovía.
El propio alcalde reconocía que el tramo tenía una gran complicación para los ciclistas, y también para los peatones. "Era estrecho e incluso tenía luminarias en el medio del carril, lo que impedía que dos bicicletas que se encontraban de frente pudieran pasar con total seguridad", dijo.
La obra de mejora se dividió en dos zonas. En la zona entre Torre Las Palmas y la parada de guagua se amplió el carril, que medía 2,30 metros, a un metro más eliminando las jardineras existentes y las luminarias, así como retirando las barandillas que separaban el paseo con la GC-1. Para guardar la seguridad con la autovía se ha levantado ahora un murete con placa alveolar. Mientras, en la zona de la parada de guagua y de acceso al Club Náutico, además del carril-bici, se han adecuado los accesos tanto rodado como peatonal a la institución recreativa, así como la plataforma de parada de la guagua, de 2 metros, y la rampa de acceso a la playa, que no cumplía con los requisitos de pendiente para las personas con problemas de movilidad reducida.
Los trabajos han permitido así conectar el carril bici desde Blas Cabrera Felipe hasta el parque Santa Catalina, tras unir el tramo del litoral con el situado frente al Náutico, así como replantar los 25 ejemplares de árboles que había en el mismo lugar.
"No solo estamos haciendo una apuesta por los carriles bici y por la movilidad sostenible en la ciudad, sino que vamos a remodelar aquellos tramos que se hicieron en un momento dado sin una estrategia y planificación concreta y sin los mínimos estándares para que fueran seguros, para garantizar la seguridad en los dos sentidos y sin un proyecto a largo plazo", señaló Hidalgo en referencia al carril bici, anterior a 2015.
Hidalgo indicó que el carril bici de Las Alcaravaneras "es estratégico" en la red puesto que conecta la zona norte con la sur de la parte baja de la ciudad y se une perfectamente al itinerario 1 -entre San Cristóbal y plaza de España- "lo que permite ir prácticamente desde Las Arenas hasta Hoya de la Plata sin bajarse de la bicicleta".
El alcalde apuntó que con los nuevos kilómetros que se van a construir en Ciudad Alta y Tamaraceite de aquí a 2023, hasta alcanzar un total de 58 kilómetros en toda la red, la ciudad se va a convertir en todo un referente "no solo en España, sino en Europa" en cuanto a movilidad sostenible.
El consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, manifestó, por su parte, que la remodelación del tramo había mejorado el entorno. Y mostró su apoyo a la política municipal, que promueve un transporte más sostenible pese a las críticas ciudadanas por el proyecto de la MetroGuagua y la ampliación de los carriles bici. "La crisis del coronavirus va a adelantar todo lo que se pensaba hacer en los próximos años. Y el transporte sostenible va a ser un elemento clave", apuntó sobre los cambios sociales que se avecinan tras la covid-19, como es un incremento del uso de la bicicleta y patinete.
El concejal de Movilidad, José Eduardo Ramírez, explicó que se van a ir modificando los tramos en peor estado y que las próximas intervenciones van a ser los carriles bici de la avenida Marítima en su lado tierra -2.495 metros- y el de Secretario Padilla -1.967 metros- con el aparcamiento intermodal. "La ampliación y mejora de este carril es un paso más de este Ayuntamiento por conseguir una red ciclista segura y eficiente".
