El polémico y costoso mástil de la Fuente Luminosa, en el que ondeaba la bandera canaria en fechas determinadas, se desmontó ayer por decisión de la consejería de Obras Públicas del Cabildo insular ante el coste que suponía su reparación y mantenimiento.

El fuste, que se instaló en 2006 cuando gobernaba el Partido Popular en el Cabildo grancanario, costó 341.000 euros y desde 2014 estaba en desuso por lo que la construcción y el mecanismo de izado se fue deteriorando. Las piezas irán a la chatarra.

La instalación del mástil fue controvertido desde el inicio. No solo por el coste que supuso la construcción de la estructura, que fue adjudicado a la empresa Postigo Obras y Servicios, y de su mantenimiento, sino porque era un peligro para los automovilistas cuando el viento soplaba fuerte. El paño se llegó incluso a caer a los pocos días de su primer izado.

El pleno del Cabildo aprobó su construcción y montaje el 30 de marzo de 2006 con la oposición de PSOE, NC-CC, que en aquel tiempo estaban en la oposición. El entonces presidente José Manuel Soria justificó el estandarte como "un monumento a Gran Canaria", mientras que el portavoz del grupo socialista y hoy consejero de Obras Públicas del Cabildo insular, José Miguel Pérez, calificó la instalación como "un desproposito y una iniciativa absolutamente disparatada", que incluso necesito de una modificación de crédito para ser aprobado.

El mástil, a imagen y semejanza del que ondea en la plaza de Colón de Madrid y en otras ciudades españolas, medía 50 metros de altura y pesaba 19 toneladas. El poste estaba unido mediante 16 anclajes a una zapata de hormigón armado de 9 x 9 metros y 2 de canto.

La bandera canaria con el escudo institucional, por su parte, tenía unas dimensiones de 300 metros cuadradas y estaba confeccionada en nylon con un tratamiento de uretano para tener mayor durabilidad. Las condiciones del pliego exigían cuatro paños de repuesto, y uno de ellos con la insignia nacional.

La bandera se izó por primera vez el 30 de septiembre de 2006 al son de Sombra del Nublo, en un acto en el que hubo protestas de grupos independentistas y republicanos, pero a los pocos días apareció en el suelo a causa del fuerte viento y por problemas en su sujeción por lo que el estandarte fue tildado de peligroso. Un preludio de su propio destino.

La bandera se dejó de izar al poco tiempo con la llegada de los socialistas al poder (2007), con José Miguel Pérez a la cabeza, aunque volvió a enarbolarse con los populares durante el gobierno de Jose Miguel Bravo de Laguna. Cada izado o bajada suponía un coste de unos 2.000 euros ya que tenía que hacerlo una persona experta, con conocimientos de meteorología o navegación para retirarla en caso de que hubiera previsión de viento.

Desde 2014, el estantarte dejó de usarse con el consiguiente deterioro del fueste y de la maquinaria por su cercanía al mar. En 2018, el consejero de Obras Públicas del Cabildo insular, el socialista Ángel Víctor Torres; hoy presidente del Ejecutivo canario, solicitó un informe técnico para conocer su estado. Solo había dos opciones: o repararlo o retirarlo.

La primera opción suponía un coste de 47.385 euros al año, entre la puesta a punto del mástil, izado, mantenimiento y conservación, mientras que retirarlo era más barato: 13.600 euros. El pasado noviembre, el consejero de Obras Públicas José Miguel Pérez decidió finalmente desmontarlo a primeros de este año tras conocer el informe, pero el coronavirus retraso el proceso. La empresa Imesapi lo desmontó ayer por 12.047 euros. El fuste, icono del PP y de una época, ha ido a parar a la chatarra.